La cantidad de incendios que se producen en la provincia va en aumento. Esto es así a tal punto que en tres años se duplicaron. “El paradigma de fuego de la provincia ha ido cambiando”, aseguró Daniel Burrieza, director de Defensa Civil.
Este año, hasta el jueves 29 de diciembre, hubo 3.490 novedades de incendios. Esto es 37,84% más que en 2021, cuando fueron 2.532. En tanto, en 2019 habían sido 1.846 y en 2020, 2.711. La mayoría son incendios forestales, este año de este tipo fueron 3.005 y 485 de viviendas.
“Gran parte ocurre por frío extremo, por la calefacción, o por extremo calor por problemas en instalaciones eléctricas”, detalló. Agregó que uno de los problemas es que se produce quema de pastizales, ya que el fuego se utiliza como mecanismo de limpieza, y que también ocurren mucho en el pedemonte.
“Hoy los incendios se han transformado en un problema grave”, apuntó este hombre con décadas de experiencia. Señaló que en esto incide el cambio climático, ya que hay días de mucho frío y olas de calor.
El combustible de los incendios de Mendoza
El incremento de los casos se asocia en gran medida a una serie de factores que se confabulan para que esto ocurra: lluvias en el verano que hicieron crecer vegetación, sequía y altas temperaturas. No puede dejar de señalarse el factor humano, tanto entre quienes lo utilizan para limpieza, quienes hacen fuego donde no se debe o tiran colillas de cigarrillo encendidas. De hecho, en este momento hay una campaña en la provincia que apunta a generar conciencia y desde hace tiempo se ha fortalecido la señalética en zonas de riesgo.
“Estamos atravesando una época muy larga de una sequía que se ha acentuado, se han incrementado los valores de temperatura, lo vivimos las últimas semanas con olas de calor y temperaturas extremas y hemos tenido un desfase con la lluvias que tuvimos a comienzos de este 2022 que fueron las que de alguna manera incentivaron una gran producción de pasto”, explicó.
Con los meses, el frío, las heladas y la escasez de agua, ese pasto se fue secando y es el combustible disponible para que se generen incendios.
“Que tengamos ahora en la provincia pasto fino, arbustos, vegetación serosa que está seca, representa una carga de combustible muy importante con, además, condiciones meteorológicas de baja humedad, vientos y altas temperaturas que nos ponen en una situación de vulnerabilidad extrema”, resaltó.
El verano
La temporada de verano es cuando más suelen presentarse este tipo de incidentes. Este en particular tendrá el plus de las altas temperaturas.
El Servicio Meteorológico Nacional anticipó que Mendoza tiene 45% de probabilidades de presentar temperaturas superiores a las normales durante los meses de enero, febrero y marzo. Incluso informó que hay más posibilidades de que se presenten temperaturas extremas en todo el país.
Por otra parte, se atraviesa el fenómeno de la Niña, con orígen en el océano Pacifico que implica temporada seca. De acuerdo a los modelos, en promedio, en el trimestre diciembre-enero-febrero 2022/2023 hay 76% de probabilidades de que se mantengan estas condiciones. Dicha probabilidad disminuye hacia principios del otoño paulatinamente.
“Estamos en un efecto de la niña que representa un situación de sequía bastante generalizada en todo el país que tiene influencia para propiciar fuego”, dijo el director.
“Si se ve en el mapa del continente sudamericando también hay muchas zonas de riesgo de incendio, por ejemplo en Chile e incluso en zonas cercanas al mar”, advirtió
Resaltó que es esencial que se tome conciencia sobre esta situación porque se está viviendo una sequía profunda, hay escasez de agua en los diques y ríos porque ha nevado poco y hay poco deshielo.
“El fuego hace daño ambiental material e implica la pérdida de vidas”, subrayó.