Agustín tiene cinco años, padece cáncer en el sistema nervioso central y el viernes, poco antes de su última radioterapia, recibió una sorpresa: la visita de Spiderman, su superhéroe favorito.
La historia sucedió en la Fundación Escuela Medicina Nuclear (Fuesmen) donde fue tratado desde que lo diagnosticaron, en 2020.
El propio personal del servicio manifestó la idea de premiar a este valiente guerrero con la visita del personaje y, humanizar, así, el duro camino que atraviesan varios niños en la misma situación de Agustín.
“Estoy agradecida al servicio que posibilitó este momento de felicidad para mi hijo, que finalizó su tratamiento de radioterapia por segunda vez. En esta ocasión fue más invasivo y complejo”, dijo a Los Andes Antonella Puebla, su mamá.
El ependimoma infantil es una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos del encéfalo y la médula espinal.
“Su diagnóstico es ependimoma anaplásico con progresión metastásica en médula espinal. El campo de radiación fue más extenso y le provocó descomposturas, dolor en las extremidades, pérdida del cabello y quemaduras en la piel. Fue un tratamiento duro, llevamos dos años con cirugías en el medio, pero nunca sufrió ningún cambio físico. Claro que resultó muy fuerte para él y para nosotros”, resumió Antonella.
La noticia de la enfermedad sacudió a la familia en mayo de 2020, a poco de iniciarse la pandemia.
“Como papás, nuestra postura fue mirar siempre hacia adelante, nos unimos para acompañar y contener a nuestro hijo y también a Tiziano, su hermano mayor”, agregó.
Valiente, con una gran fortaleza y muchas ganas de vivir, “Agus” nunca se desanimó pese a los obstáculos que la vida le puso en el camino. Eso sí, la idea de abrazar a “El Hombre Araña” estuvo siempre latente.
Por eso el personal de Fuesmen se contactó con Alejandro Martínez, un artista y animador mendocino que suele caracterizarse con distintos personajes. Anima fiestas y también vuelca su solidaridad visitando niños enfermos.
“Llegué a la clínica en mi monopatín eléctrico y desde el primer momento fui recibido con calidez y alegría. Pese a que suelo hacerlo muy frecuentemente, no me acostumbro a vivir el dolor ajeno y me conmueve mucho la felicidad de los chicos cuando me ven aparecer”, reflexionó.
El viernes, pacientes y enfermeros que contemplaron el encuentro se emocionaron hasta las lágrimas. No era para menos. Agustín iba a ser nuevamente anestesiado para someterlo a la última sesión de radioterapia, algo que viene haciendo desde los últimos dos meses.
“La viene luchando desde que tiene tres años y queremos darle esta sorpresa”, le dijo Vanina, del sector Radioterapia, a Alejandro, cuando lo contactó telefónicamente.
El sueño de Agustín se cumplió con creces: lo demostró su sonrisa de oreja a oreja cuando Spiderman se acercó con sus brazos abiertos por el largo pasillo del hospital.