Este lunes se lanzará en San Carlos, Mendoza, un programa que busca detectar, tratar, acompañar y acercar soluciones a problemáticas de personas con trastorno del espectro autista (TEA). Se trata de una condición que muchas veces tiene subdiagnóstico por no detectarse a tiempo, con consecuencias en la escolaridad y sociabilidad. Además, es una población que encuentra obstáculos particulares para acceder a la atención de su salud y tener garantías de sus derechos por lo que desde la comuna buscan, a través de este programa, ser facilitadores de los procesos.
La estrategia tendrá dos patas: una de rastrillaje territorial en la que se busca detectar posibles casos para luego, ofrecer una instancia de diagnóstico y derivación a tratamiento. Otra, de acceso a este servicio por demanda de quienes tengan dudas o inquietudes.
Hoy se hará el lanzamiento con una semana de información y asignación de turnos. Sin embargo, el programa será activo y permanente.
El microhospital de La Consulta será el nodo donde funcionará y sede del programa.
Es una iniciativa municipal financiada por los fondos presupuestarios del municipio. Allí se hará la evaluación y el tratamiento para quienes acceden a través de la salud pública. Quienes tengan cobertura de obra social, a partir del diagnóstico, se hará la derivación.
Desde la comuna explicaron que en el caso de aquellas obras sociales que no quieran dar la cobertura de las prestaciones necesarias se pondrán a disposición abogados para litigar y conseguir que se cumpla la ley.
La gente puede acceder al lugar por demanda espontánea, pero además se ha puesto a disposición una línea telefónica para evacuar dudas: 261 553-0464. También se puede generar el contacto por Whatsapp para otorgar un turno en un plazo máximo de 48 horas y donde se informará qué documentación deben llevar.
El programa en esta instancia inicial estará enfocado en los diagnóstico cognitivos y motrices que hayan quedado pendientes. El rastrillaje implica ir a territorio con promotores de la salud, personal de salud y trabajadores sociales, desde el programa se conformará una red que estará en contacto con jardines de infantes, escuelas, centros de salud, el hospital Tagarelli, pediatras todos aquellos lugares donde se pueda sospechar que haya un caso.
Primera etapa
Según detalló una fuente municipal, a partir de la primera semana de mayo habrá profesionales en el microhospital para realizar los primeros abordajes.
Luego se hará la evaluación cognitiva, para finalizar con una carpeta de diagnóstico de TEA o de alguno de los trastornos que se puedan identificar. Son parte del equipo una pediatra especializada en neurología del desarrollo, una neurolingüista y una terapista ocupacional. Una vez que los chicos tengan su diagnóstico, pasarán a la Junta de Discapacidad para que le otorguen el certificado de discapacidad (CUD)y se iniciarán los tratamientos.
Entre los logros que pretenden está el acortamiento de los plazos para obtener un diagnóstico, que esperan que pase de un promedio de un año a un plazo de entre una semana y un mes, prometen.
Habrá un equipo de abogados asistiendo a las familias cuyas obras sociales o prepagadas les nieguen los tratamientos si tienen el CUD
“Como pediatra comencé a ver un incremento en este tipo de trastornos y por ello el municipio de San Carlos habilitó en 2016 un servicio de atención temprana, que también se integrará a este programa”, destacó Alejandro Morillas, director del microhospital de la Consulta. “Este programa es parte de un sueño mucho mayor que se relaciona a la infraestructura del micro hospital y que permitirá darle en el futuro atención de excelencia a las personas con discapacidad o trastornos del neurodesarrollo que necesiten rehabilitación integral”, agregó.
Luego explicó respecto de esta nueva instancia: “Ya hemos asignado al personal necesario para hacer frente a este programa, el microhospital será la sede de algo hermoso y significativo para la vida de los sancarlinos a partir de este lunes, y de todos los mendocinos en el mediano plazo”.
Problemáticas
“La ley 24.901 (1997), acerca de un sistema de beneficios básicos en la habilitación y rehabilitación integral para personas con discapacidad y la ley 25.504 (2001) acerca del certificado de discapacidad han mejorado el acceso al Sistema de Salud de niños/as con trastornos del desarrollo, sin embargo, existen algunos problemas centrales que es preciso resolver”, advierten desde la municipalidad.
Luego enumera cuales son las problemáticas que encuentran:
● Muchos establecimientos y servicios de salud son inaccesibles para las familias con hijos/as con trastornos del desarrollo debido a:
- barreras físicas (falta de equipamiento adaptado)
- barreras geográficas (distancia, escasez de transporte)
- barreras económicas (precio de consultas, terapias y medicamentos)
- barreras culturales (concepción de desarrollo, de salud, de medicina y de tratamientos)
● Las malas condiciones de trabajo ofrecidas (remuneración, tiempo, recursos, infraestructura) dificulta la presencia de profesionales apropiados para el abordaje integral de los trastornos del desarrollo.
● Los programas vigentes tienen un fuerte contenido asistencial, priorizando la atención de las patologías físicas y en desmedro de las afectaciones del desarrollo/conductuales infantiles.
● No existen normas de abordaje integral, por lo que el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos del desarrollo infantil se convierten en meras adiciones de intervenciones individuales. Además, la ley de 1997 no exige, de manera explícita, prácticas basadas en la evidencia en la práctica regular, lo cual abre la puerta a la mala calidad de los servicios.
● El desarrollo infantil sigue siendo un tema que la mayor parte de los equipos desconoce, predominando hipótesis y conceptos empíricos que, aunque se haya demostrado ya su obsolescencia, continúan en difusión, dando lugar a conceptos erróneos e interpretaciones ilimitadas que entorpecen el quehacer profesional específico.
● El desconocimiento, sumado a la ausencia de uso de herramientas validadas, hacen que el pediatra común o el médico de familia detecte menos del 30% de los trastornos del desarrollo en preescolares,, bloqueando la posibilidad de referencia a abordajes concretos y oportunos.
● Las deficiencias de los mecanismos oficiales de apoyo social provocan que los/as niños/as dependan del apoyo de la familia para acceder a actividades relacionadas con la salud y la comunidad, lo que no solo perjudica a los infantes vulnerables sino también a las personas que los atienden (en su mayoría mujeres).
● La falta de conocimientos, las actitudes negativas, las prácticas discriminatorias entre el personal de atención de salud; la información inaccesible y la falta de información o de recopilación y análisis de datos sobre discapacidad, aumentan la brecha entre lo que reglamenta la ley y la realidad cotidiana de las personas
● El incumplimiento de los deberes regulados por ley por parte de las entidades responsables de la atención y las excesivas trabas burocráticas para obtener los servicios, contribuyen a las desigualdades a las que se enfrenta este colectivo en relación con la salud.
Destinatarios del programa
● Todos los niños/as que presenten una problemática definida en su desarrollo psicomotor, en su capacidad de relación y comunicación o alteraciones de la conducta que dificulten o interfieran sus posibilidades de desarrollo.
● Todos los niños/as que, en función de sus condiciones socioambientales, se asocian a condiciones personales de alteración, vean dificultades las posibilidades actuales de mantener un ritmo adecuado de desarrollo o puedan estar restringidas las posibilidades de integración y progresión futuras en el ámbito familiar, educativo y social.
● Desde el ámbito de la prevención: todos los niños/as que son portadores de condiciones de riesgo para su futuro desarrollo personal, tanto si se definen desde un nivel de riesgo biológico, psicológico como de tipo ambiental.
Finalidad
Que todos los/as niños/as de San Carlos que presentan trastornos en su desarrollo o tienen riesgo de padecerlos, reciban, siguiendo un modelo que considere los aspectos bio-psico-sociales, todo aquello que desde la vertiente preventiva y asistencial puedan, para potenciar su capacidad de desarrollo y de bienestar, posibilitando de la forma más completa su integración en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía personal.
Objetivos del programa
1. Implementar un programa de vigilancia y detección de trastornos del desarrollo para identificar a aquellos niños y niñas con déficits o alteraciones en su estructura física o mental, que puedan afectar la evolución presente y futura.
2. Coordinar en red institucional, extensible a servicios educativos y sociales, promoviendo un continuum asistencial que optimicen los recursos humanos y materiales.
3. Determinar un diagnóstico funcional de trastornos del desarrollo mediante procedimientos estandarizados, entrevista, encuesta, observación estructurada y medidas cualitativas por varios profesionales.
4. Elaborar un informe escrito y una sesión de devolución que indique el diagnóstico, su fundamentación y el perfil de dificultades a fin de indicar tratamientos y derivaciones necesarias.
5. Gestionar el CUD (Certificado Único de Discapacidad) a quien corresponda, en colaboración con la Junta Evaluadora, a fin de facilitar el acceso al Sistema de Salud y a los beneficios instituidos por las normativas vigentes.
6. Orientar un plan de intervención terapéutica, con objetivos a corto, mediano y largo plazo, que aborden las necesidades reales del niño y su familia.
7. Garantizar el acceso a un abordaje terapéutico integral conforme a la legislación vigente.
8. Abordar la atención socio-familiar mediante intervenciones centradas en la familia (información, apoyo, prácticas de crianza responsivas) y capacitación / entrenamiento a profesionales interesados en mejorar sus servicios.
9. Promover la conciencia social sobre la necesidad de generar calidad de vida y espacios de inclusión para niños/as y jóvenes con desafíos en su evolución, mediante la divulgación, sensibilización y capacitación de diferentes grupos o personas de la comunidad (familias, docentes, profesionales, empresas, organismos políticos) en función de lograr redes de colaboración que permitan afrontar con herramientas concretas a esta causa de vulnerabilidad infantil.