En Mendoza ya trabajan para desarrollar una vacuna contra el Covid-19: qué se sabe y por qué promete

Victoria Sánchez, científica del Conicet, lleva adelante una investigación experimental para lograr una vacuna contra el coronavirus. Según la investigadora “algunos resultados preliminares pueden ser prometedores”

En Mendoza ya trabajan para desarrollar una vacuna contra el Covid-19: qué se sabe y por qué promete
Victoria Sánchez, investigadora del CONICET

En este duro contexto de pandemia, las vacunas son la esperanza de poder salir de esta situación, para volver a tener la añorada vida de antes. Y Mendoza no está fuera de esa lucha. En un sentido directo: desde un laboratorio del Conicet de nuestra provincia ya se trabaja para producir una vacuna contra el coronavirus.

Victoria Sánchez es la investigadora que, en el Laboratorio de Inmunología y Desarrollo de Vacunas del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (Imbecu) está intentando desarrollarla.

La misma investigadora, en diálogo con Los Andes, explicó ese proceso.

Resultados prometedores

- ¿En qué consiste la investigación?

- Es una investigación experimental donde estudio distintas formulaciones vacunales, constituidas por algunas proteínas del virus de SARS-CoV-2 y adyuvantes, y las respuestas inmunes que inducen. El estudio se realiza en un animal experimental, el ratón, el cual es vacunado con un esquema de inmunización de dos dosis. Similar al de las vacunas humanas. Estos protocolos están aprobados por un comité de cuidado de animales. En ratones se pueden estudiar las respuestas inmunes que generan los componentes de la vacuna. Lo que busco es estudiar en profundidad y dilucidar cuál respuesta podría ser mejor para proteger frente al coronavirus.

- ¿Qué tan cerca estás del desarrollo de esa vacuna?

- El trabajo que estoy desarrollando está en sus comienzos, tengo algunos resultados preliminares que pueden ser prometedores, pero -como todo trabajo científico- lleva tiempo para obtener un resultado exitoso. El estudio es un trabajo en colaboración con investigadores científicos de la UBA y la Universidad de La Plata. Ellos producen las proteínas y yo evalúo las respuestas inmunes.

- ¿Se puede comparar lo que están desarrollando con alguna de las vacunas contra el Covid-19 que se conocen actualmente y se distribuyen en el mundo? ¿Qué perspectivas reales habría luego de producirla en nuestro país?

- Se podría comparar con la vacuna de Sinopharm, la cual está constituida por proteínas del virus inactivado y adyuvante. De todos modos, los componentes de mi trabajo son diferentes. En este momento tengo resultados de formulaciones con una pequeña proteína del virus. Esta proteína induce principalmente anticuerpos neutralizantes que pueden bloquear el virus. Pronto comenzaré a evaluar otra proteína, la N, capaz de inducir respuesta inmune de linfocitos T, también muy importante para la respuesta antiviral frente a este patógeno.

- ¿Cuándo podríamos hablar de que ya está la vacuna?

- El estudio lleva mucho tiempo y estoy realizando un estudio preclínico. De este estudio podría salir una formulación exitosa, que podría ser de interés para alguna empresa privada o el Gobierno para desarrollarla a gran escala. En cuanto la complejidad, las formulaciones que hago son sencillas: proteínas más adyuvantes, como la mayoría de las vacunas humanas. Por ejemplo, la producción de RBD para la formulación investigada es producida en un sistema que no es el cultivo del virus, sino que se obtiene en un sistema de levaduras. Este sistema no es tan costoso, lo que puede resultar una ventaja económica. Además, este sitio (el RBD) muta constantemente, dando estas nuevas variantes, por lo que tener un sistema para producir las proteínas mutadas más rápidamente y en forma económica sería una ventaja.

- Muchos pensarán que desarrollar una vacuna desde Mendoza puede ser más difícil que desde la Universidad de Oxford o desde el Instituto Gamaleya, ¿Es así? ¿Qué dificultades específicas destacan?

- Los científicos de la Universidad de Oxford llevan años estudiando formulaciones vacunales y nuevas plataformas tecnológicas para producir vacunas. Ellos tenían una pequeña empresa start-up, y venían estudiando ya algunas de estas formulaciones exitosas, como el adenovirus que se utiliza hoy en la vacuna para Covid-19, en estudios preclínicos y clínicos para otras enfermedades, como la gripe. Cuando ocurrió esta pandemia, ya tenían el desarrollo científico y tecnológico y se unieron con AstraZeneca para producirla en gran escala. En Mendoza no tenemos los recursos suficientes y la infraestructura de los países desarrollados. Sin embargo, por mi parte trato de trabajar en colaboración con otros investigadores para avanzar y obtener resultados exitosos. También me he presentado a una convocatoria nacional para obtener financiamiento. Se necesita mucho dinero para el desarrollo de una vacuna y los ensayos clínicos, y la mayoría de los reactivos que utilizamos están atados al dólar. El recurso humano también es limitante en estos tiempos (ver abajo).

Victoria Sánchez, investigadora del CONICET -
Victoria Sánchez, investigadora del CONICET -

Apasionada por la ciencia

- ¿Cómo fue su formación y qué la llevó a realizar esta investigación?

- Soy Farmacéutica y licenciada en Biología Molecular. Estudié las dos carreras a la par en la Universidad Nacional de San Luis (UNSL). Luego vine a Mendoza a realizar el doctorado, basado en estudiar nuevas formulaciones para la gripe que puedan proteger frente a variantes nuevas potencialmente pandémicas, y obtuve el título de doctora en Farmacia de la UNSL. Realicé parte de mi doctorado en el Instituto Helmholtz de Enfermedades Infecciosas en Braunshweig, Alemania. Luego realicé un posdoctorado acá en Mendoza, y en la misma institución de Alemania. He realizado distintas capacitaciones acá y en el extranjero, realicé cursos de vacunas en el Instituto Pasteur de Francia, en Brasil, Canadá. Elegí esta profesión porque soy apasionada por la ciencia, por la salud humana y, sobre todo, por las vacunas. Las vacunas salvan millones de vidas, es un hecho real y comprobado por la ciencia y apoyado por todas las políticas de salud en el mundo. Se estima que una vacuna salva a cinco niños en el mundo cada minuto. Vacunarse es una acción solidaria, y es una medida activa y efectiva para vencer a los patógenos con que convivimos diariamente.

- ¿Qué hace falta para que más vacunas lleguen a la gente?

- Pienso que es muy necesario que los gobiernos, empresas privadas y la comunidad destinen sus presupuestos y esfuerzos a la investigación y desarrollo de vacunas. Esto permite que los científicos, como yo, estudiemos profundamente la relación del sistema inmune y los patógenos, para luego mejorar algunas de las vacunas actuales y desarrollar nuevas vacunas para enfermedades infecciosas que aún no tienen cura. Con una producción local de vacunas, el Estado puede autoabastecerse y minimizar la importación de vacunas, que muchas veces no garantiza la provisión ya que suelen haber problemas en la distribución. Además, si produjéramos más vacunas nacionales podríamos fomentar puestos de trabajo regionales y disminuir los costos de importar productos extranjeros. Además, los gastos que se generan en hospitales por atender pacientes con enfermedades también podrían evitarse con la vacunación. Como comunidad debemos tomar conciencia que los problemas políticos, económicos y sociales, no deberían influir a la hora de vacunarnos. Es una responsabilidad que debemos tener con nuestra salud y con la comunidad a la cual pertenecemos.

Victoria Sánchez, en el Laboratorio de Inmunología y Desarrollo de Vacunas, del Imbecu (Conicet).
Victoria Sánchez, en el Laboratorio de Inmunología y Desarrollo de Vacunas, del Imbecu (Conicet).

Para sumarse y colaborar

Debido a que el recurso humano también suele ser escaso en esta clase de investigaciones, la científica Victoria Sánchez está buscando confirmar un equipo para sumarlo a su investigación. Al respeto, dijo: “Estoy haciendo un llamado a los estudiantes relacionados con las ciencias médicas y biológicas para que se puedan unir. Pueden contactarme al correo vsanchez@mendoza-conicet.gov.ar”.

Además, explicó: “También recibo donaciones. Pueden llamar a Fundación Cricyt 2614270458 para auspiciar y apoyar esta investigación. Sería muy bueno que desde Mendoza podamos avanzar en este desarrollo”.

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