En Mendoza se roban 200 litros de agua por segundo

Equivale al 20% de la producción de la planta potabilizadora Potrerillos. Con esa cantidad, se podría abastecer a 50 mil personas. Cómo es la trama del saqueo. Aysam presentó una denuncia en la Justicia.

En Mendoza se roban 200 litros de agua por segundo

El desmedido avance habitacional es uno de los desencadenantes de la grave situación que se arrastra desde hace casi dos décadas, y que fue denunciada hace unos días en la Justicia por las autoridades de Aguas Mendocinas: el robo del agua potable.

A lo largo de siete kilómetros de los dos caños del acueducto Potrerillos que pasa por la zona, varias familias ubicadas en el piedemonte lujanino desvían -por medio de conexiones clandestinas- una quinta parte del agua que produce esa planta.

“Se está robando 20% de la producción de Potrerillos. Si tenemos en cuenta que la planta produce 1.000 litros por segundo, se roban cerca de 200 litros por segundo”, destacó el presidente de Aysam, Alejandro Gallego, quien resaltó que, con el agua que se pierde por estas conexiones clandestinas, se deja de abastecer a 50.000 personas.

Áreas de las conexiones clandestinas.
Áreas de las conexiones clandestinas.

De forma directa, las consecuencias de este hurto se sienten en zonas de Vistalba (principalmente sobre calle Sáenz Peña), Chacras de Coria y algunos barrios del oeste lujanino que sí cuentan con el servicio legal de Aguas Mendocinas. Pero, de forma indirecta, repercuten también en la provisión de agua al oeste de Godoy Cruz, Cuarta, Quinta y Sexta Sección de Ciudad, y también al oeste de Las Heras. Esto es porque ese acueducto nutre a la planta de Alto Godoy.

“Al tratarse de un sistema cerrado, esta situación afecta a todos los usuarios, aunque estén alejados”, destacó Gallego, quien dejó bien en claro que en la denuncia no se incluye a todos los vecinos que viven en la zona. De hecho, con pasar toda una mañana en los terrenos donde se evidencia esta situación crítica, se puede observar cómo hay barrios que reciben camiones de agua habilitados, ya sea porque ellos los contratan o porque la comuna de Luján de Cuyo los envía.

Lo llamativo es que, entre los denunciados, hay una persona que está señalada, no sólo como uno de los ladrones del agua sino que, además, es propietario de todo un sistema de extracción, acopio y distribución para otras viviendas del lugar. Algo así como una “industria de la clandestinidad”. “Yo no sé nada. Le alquilo mi terreno a la persona que ha hecho la conexión acá”, fue la escueta explicación del dueño del inmueble ubicado en el distrito Vertientes del Piedemonte, que figura en la denuncia.

Un queso gruyere

Los caños que han sido pinchados “como un queso gruyere” (de acuerdo con la descripción que aportan el gerente de Operaciones del Gran Mendoza, Carlos Sifuentes, y el jefe de Comunicación y Asistencia al usuario, Alejandro Coll) son dos. El primero es de 750 mm de diámetro, mientras que el otro es de 350 mm. En todos se observan conexiones clandestinas, que se desprenden de pinchaduras y caños de PVC conectados de forma transversal, junto a múltiples comandos. De esas pinchaduras se ramifican mangueras y hasta caños más pequeños, que distribuyen el agua a difrerentes zonas. A tal punto que no sorprende encontrar casas en construcción o lotes ya delimitados con los extremos de las mangueras que suministrarán agua potable asomando desde la tierra.

De todos los barrios que se encuentran en la zona de incidencia, únicamente 56 viviendas cuentan con el servicio de agua potable legal y son ésas las primeras damnificadas con las consecuencias del robo. “Además de ponerse en riesgo la estabilidad estructural de los acueductos con las pinchaduras, también el agua potable queda expuesta a la contaminación ante esta manipulación”, advirtió Sifuentes.

Muchas de estas conexiones incluyen bombas eléctricas que permiten extraer el agua, como para que el mecanismo del robo tenga todos los engranajes aceitados. Algunas de esas bombas de succión son muy costosas y de última generación. “No sé. A mí me mandaron de aquella casa naranja a buscarla. Pero no sé si es agua robada”, se justificó un joven que salió a buscar el equipo cuando advirtió la presencia del auto de Aguas Mendocinas.

El vendedor

La propia denuncia, presentada ante la Justicia mendocina, identifica a un supuesto vendedor del agua que él mismo extrae. “Se trata de un hombre que tiene su casa sobre el tendido por el que pasa el caño de 750 mm del acueducto Potrerillos. Allí lo pincha, con todo un sistema que ha instalado y lo desvía a tres tanques”, resumieron desde Aysam sobre este vendedor identificado.

Cómo continúa

Ya oficializada la denuncia, el avance de la causa está ligado ahora a los tiempos judiciales. “No existe ningún fallo judicial previo sobre este tema, y estamos dispuestos a mantener la denuncia y llegar hasta las últimas consecuencias. Nuestro objetivo es que la persona que esté robando y perjudicando a otros usuarios, sea identificado”, sintetizó el presidente de Aysam. Mientras tanto seguirá la falta de agua y los problemas que genera en la población.

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