En Mendoza habrá más lluvias a partir de 2023

El último reporte de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera indica que hay condiciones favorables en un 70% de pasar de la sequía hacia una Niña neutral, es decir, paso previo al fenómeno de El Niño.

En Mendoza habrá más lluvias a partir de 2023
Sequía: golpea fuerte al sector caprinero de Mendoza. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Estamos en medio de una sequía. Pero si el fenómeno de El Niño se comporta como es habitual, hacia 2023 se iniciará levemente una tendencia que implicará un incremento de precipitaciones.

Así lo anticipó Raúl César Pérez, doctor en Física especializado en Atmósferas y Nubes y exdirector de Contingencias de nuestra provincia. Agregó, no obstante, que en tal caso sería prematuro hablar de duración e intensidad. La conclusión surge de un importe de la Administración Nacional de Atmósfera y Océano (NOAA), con sede en los Estados Unidos.

Ahora bien, ¿qué es El Niño? “Cuando se da este fenómeno, llamado así por el nacimiento del Niño Jesús, ya que generalmente se produce el 24 de diciembre, la superficie del Océano Pacífico se calienta por encima de las temperaturas habituales y, por lo tanto evapora agua en abundancia que sube a la atmósfera. Los vientos del oeste que llegan por encima de la Cordillera de los Andes lo vuelcan al continente americano y, así, El Niño produce la materia prima para generar muchas nubes y precipitaciones”, explicó.

Este fenómeno de evaporación de agua afecta en particular a la Argentina y a la provincia de Mendoza, y provoca la formación de nubes que precipitan en forma de lluvia, de nieve o de granizo.

Para Pérez, la tendencia indica que se está saliendo de La Niña hacia un fenómeno que se denomina usualmente “Niño neutro” y que explicó de este modo: “Cada período de Niña o Niño presenta un lapso de tres a siete años, es decir, a un período de Niña le continúa uno de Niño. Y el pasaje de uno a otro se denomina ‘neutro’. Esto equivale a condiciones climáticas promedio del continente americano”.

En las últimas horas, la NOAA, el único organismo que mide con censores las temperaturas del océano para estudiar la evolución del ENSO, indicó que el continente se encuentra en medio de una Niña muy débil y que va manteniéndose respecto del año pasado.

El comportamiento de La Niña

Detalló el especialista que cuando estamos en presencia de La Niña, el Océano Pacífico se enfría más de lo normal y se registra poca evaporación de agua, de modo que el aire del oeste que proviene de la cordillera no provee agua necesaria para formar lluvias y nubes. Por esta razón se producen, entonces, los períodos de sequía.

Si hay Niña, hay sequía en el continente americano; si hay humedad, estamos frente al Niño”, diferenció.

“El último (en relación al Niño) resultó muy intenso, llovió 7.005 milímetros por encima de los valores anuales de Mendoza y duró cinco años, incluso algo más, rozando el año 2018”, amplió.

Luego se inició la etapa neutra y, actualmente, como se sabe, La Niña provoca un período importante de déficit de lluvias desde el año 2019.

“Transitamos un período de escasas precipitaciones, pero si miramos los valores que publicó el organismo especializado, NOAA, indican que si bien tenemos una Niña se está debilitando cada vez más y es muy probable que el año que viene ingresemos en período neutro y luego sí hacia un Niño”, agregó.

Lo que traerá El Niño

“Si bien estamos frente a un período propio de Niña en cuanto a sus características, vamos saliendo. El Océano Pacífico se está calentando y tal vez nos dé la sorpresa el 24 de diciembre próximo y pase a neutro para, el año que viene, es decir, 2022, hacer lo propio hacia El Niño con temperaturas más húmedas”, vaticinó.

Agregó Pérez que todo hace pensar que para este año y el que viene se darán condiciones normales para lo que es la climatología de Mendoza.

Luego, probablemente para 2023, empezaría a ingresar El Niño al continente de Sudamérica.

“De todos modos –advirtió- hay que seguir testeando mes a mes los resultados de los censores, eso es importante”.

El físico aclaró que El Niño se produce en el Océano Pacífico a nivel de superficie. “No es un fenómeno atmosférico, sino que tiene consecuencias en la atmósfera y no se produce por vientos o centros de baja o alta presión, como erróneamente se cree”, aclaró.

Explicó que el vapor de agua que contiene el aire atmosférico es la materia prima para producir y formar nubes, las cuales generan precipitaciones de distinto tipo: líquida, en forma de lluvia, o sólida, equivalente a nieve o granizo.

Expresó además que el fenómeno de El Niño presenta oscilaciones en el Pacífico, aunque impacta en el sur del Hemisferio Norte mientras que, en el Hemisferio Sur, afecta hasta la altura de Mendoza y de Neuquén.

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A tener en cuenta

Mendoza es una provincia con clima semidesértico de montaña y su provisión de agua depende sólo del deshielo de las nevadas en el transcurso del verano.

Durante la temporada otoño-invierno solamente precipita el 15% de los días, mientras que a partir de la primavera, las lluvias llegan a modo de tormentas de granizo.

Es por eso que el agua representa no sólo una “bendición”, como suele decirse, para un clima riguroso como el que registra esta provincia, sino la condición ideal para el desarrollo de cultivos.

La sequía, como contrapartida, trae perjuicios en la producción y, en consecuencia, en la economía regional.

Tendremos una primavera seca

El Servicio Meteorológico Nacional indica que los meses de septiembre octubre y noviembre serán neutros y así se mantendrán, por lo tanto será un trimestre parecido a los meses transcurridos últimamente y hasta ahora, es decir, caracterizado por la sequía.

“No estamos todavía en el pase del fenómeno de La Niña. Por ahora transcurrimos lo que podríamos llamar el período ‘neutral’, y se mantienen las precipitaciones, que serán inferiores a lo normal en un 40% en este trimestre. No hay indicios de que se aproximen La Niña o El Niño”, sostuvo a Los Andes el meteorólogo Fernando Jara.

Las precipitaciones, por lo tanto, serán inferiores a las normales, coincidió Carlos Bustos, de la Dirección de Contingencias Climáticas, adelantó que existe un 65% de probabilidades que durante el trimestre que ya se comenzó a transitar se desarrolle el fenómeno de La Niña, que afectaría a Mendoza con tiempo más cálido y menor cantidad de precipitaciones.

Por supuesto, esta situación no será vivida exclusivamente por nuestra zona geográfica provincial. “El déficit de lluvias en primavera afectaría al centro y al este del país”, anticipó Bustos.

Fernando Jara insistió en que la estación que se inicia el próximo 21 tendría altas chances de que las lluvias desciendan en cantidad respecto de los valores promedio. Mientras que Bustos, por su parte, añadió que las temperaturas podrían presentarse ligeramente más cálidas que lo habitual.

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