Celular en las aulas de Mendoza: reconocen el valor educativo y buscan regular el uso

Un relevamiento de la DGE mostró que el dispositivo gana posicionamiento como recurso: 8 de cada 10 docentes cree que es una herramienta pedagógica y las autoridades reconocen su valor educativo.

Celular en las aulas de Mendoza: reconocen el valor educativo y buscan regular el uso
Autoridades y docentes de Mendoza consideran que el celular es un recurso pedagógico y reconocen su valor educativo. Ocho de cada 10 docentes lo considera una herramienta pedagógica y de hecho, 75% lo propone como recurso para realizar tareas. Foto: gentileza

Autoridades y docentes de Mendoza consideran que el celular es un recurso pedagógico y reconocen su valor educativo. Ocho de cada 10 docentes lo considera una herramienta pedagógica y de hecho, 75% lo propone como recurso para realizar tareas. Es el resultado de un relevamiento realizado por la Dirección General de Escuelas (DGE) que arrojó una radiografía de la incursión del dispositivo en las escuelas.

Sin embargo, los docentes también creen que es necesario regularlo. Es que reconocen que también puede funcionar como distractivo. Por ello, desde la DGE trabajan en elaborar ciertas recomendaciones de uso, mientras que aspiran a que cada institución fije sus propios parámetros. En la encuesta, 94% de los docentes consideró que es necesario establecer normas para su uso.

Un relevamiento de la DGE mostró que el dispositivo gana posicionamiento como recurso: 8 de cada 10 docentes cree que es una herramienta pedagógica
Un relevamiento de la DGE mostró que el dispositivo gana posicionamiento como recurso: 8 de cada 10 docentes cree que es una herramienta pedagógica

El avance contrasta con la decisión del gobierno de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que en agosto dispuso la prohibición de su uso en el aula. “Una de las razones centrales de por qué los chicos no están aprendiendo en clase es por el celular, que es una máquina de distracción. Queremos que el control del aula lo tenga el docente y no el celular”, indicó Jorge Macri, jefe de gobierno.

Lo cierto es que es indudable la presencia relevante que el celular tiene en la vida cotidiana de la mayor parte de la población activa y por ende, como parte de un recurso que se usa en la enseñanza y el aprendizaje. En la provincia, más de 95% lo utiliza con mayor o menor frecuencia y la edad de inicio es de entre los 10 y 13 años, otro dato que arrojó el abordaje.

Pero asimismo, su uso en educación no ha estado exento de debates, de miradas críticas y avales y, según se aprecia, la discusión no está saldada. De todas formas, tras la pandemia quedó claro que su rol es relevante y comenzó instalarse una mayor tendencia a la aceptación del uso de la tecnología en la enseñanza y el aprendiza, incluso como una necesidad, una forma de enriquecerla y una perspectiva indispensable para proveer herramientas para mediar los canales de comunicación e información actuales.

Cómo usan el celular los docentes

La provincia avanzó entonces en esta encuesta, que abarcó a estudiantes, padres y docentes y permitió esbozar qué uso y apreciación tienen del polémico dispositivo. Fueron relevados 2.261 docentes, 10.405 estudiantes y 7.018 familias de toda la provincia.

La principal conclusión es que la mayoría de los docentes y las familias reconocen su valor educativo y proponen que se ordene la manera en que se utiliza.

Entre los datos surge que en Mendoza, más de la mitad de los docentes (56,6%) consideró necesario que los estudiantes tengan celular en el aula. Las respuestas dan cuenta de que aquellos que utilizan el celular con sus alumnos manifiestan que en gran medida lo hacen para desarrollar actividades o trabajos a partir del uso de fotos o videos, búsqueda de información, leer documentos digitales en clase, buscar información en internet y trabajar en colaboración con los compañeros.

Cómo usan el celular los estudiantes

En cuanto a la mirada de los estudiantes y sus familias, la encuesta fue respondida en 50 escuelas secundarias de Mendoza, entre orientadas y técnicas de gestión estatal y privada.

Del total, 95,7% dice usar teléfono celular y 80% de los estudiantes señala llevar el teléfono al colegio. Las tres plataformas más usadas son WhatsApp (95%), Instagram (84%) y Tik Tok (80%). Los momentos del día en que el teléfono es más usado son la tarde y la noche.

Un relevamiento de la DGE mostró el uso que hacen los estudiantes del celular en Mendoza
Un relevamiento de la DGE mostró el uso que hacen los estudiantes del celular en Mendoza

El 66% dice que lo usa en el aula para hacer tareas, ver la hora, buscar información, leer o enviar mensajes.

Además, en cuanto a la relación que los chicos tienen con su celular, los datos indican que 83% lo lleva consigo a todos lados y 33% dice que lo tiene encendido las 24 horas. El 68% señaló que usa el teléfono al menos tres horas diarias entre semana, y que el tiempo frente a la pantalla es aún mayor los fines de semana.

En cuanto a los hábitos, el promedio de tiempo en pantallas es de entre 3 y 5 horas diarias durante la semana, mientras que los fines de semana la mayoría incrementa su uso.

En tanto, 45% de los estudiantes admite haber perdido horas de sueño por estar frente a la pantalla y 59% revisa su teléfono aunque no suene.

Otro de los ítems consultados fue el de las apuestas on-line y juegos de azar, que ha preocupado últimamente a autoridades y especialistas por el abuso en menores de edad. Según informó la DGE, 82% de las familias ve riesgos en estas actividades, 79% de los chicos afirma no haberlo hecho nunca y solo 2% dice hacerlo regularmente.

Cómo intervienen las familias en el uso del celular

La encuesta además mostró algo que tanto se plantea desde los análisis de género: la DGE advirtió que hay una participación mayoritaria de las madres en las actividades y requerimientos escolares, ya que cerca de 90% de las respuestas de esta muestra fueron proporcionadas por ellas. El 96,1% afirma que sus hijos/as usan celular y casi la totalidad (95%) tiene teléfono propio.

Al indagar sobre el uso del celular antes de dormir, 65,7% afirma permitirlo aunque 46,4% considera que su hijo/a pierde horas de sueño por estar conectado. En tanto, el 58% refiere que los momentos de convivencia a veces son interrumpidos por uso del celular.

De todas formas, aunque algunos padres reconocen problemas relacionados con el uso excesivo, la mayoría no ve conflictos en casa o en la escuela, lo que deja ver la normalización de la presencia de dispositivos en el día a día.

Pros y contras del celular en el aula

En agosto del año pasado, la Unesco advirtió sobre aspectos negativos de su uso y destacó que es esencial mediar su utilización para que sea con fines pedagógicos. Lo hizo sin dejar de reconocer los beneficios que las nuevas tecnologías han traído aparejadas a la enseñanza y aprendizaje. El Informe GEM 2023 “Tecnología en la educación: ¿Una herramienta en qué términos?” tomó en cuenta las brechas de acceso dentro de la sociedad e incluso el desafío que implica incorporar tecnología para los países de menores ingresos.

La entidad remarcó que el uso abusivo o con fines ajenos a lo académico lo transforman en un distractor que termina por afectar el aprendizaje mientras que le restó peso como elemento sustancial para éste. Asimismo consideró que interfiere en el contacto humano y consideró que su uso adecuado es parte de garantizar derechos de los niños y jóvenes que deben convocar a la escuela para aportar indispensables competencias digitales. Y es en este contexto que se plantea un debate complejo con posiciones.

Especialistas y profesores consultados en Mendoza estuvieron de acuerdo en que hay aspectos que pueden resultar negativos del uso del celular en el aula, que se convierte en un ámbito en el que el profesor tiene que luchar contra el celular para captar la atención. En definitiva, tal situación no está exenta de conflictos. Pero por otra parte, señalaron que a los docentes les facilita muchas acciones y pensar en no utilizarla es imposible en condiciones en que los alumnos son nativos digitales. Es parte de su lenguaje cotidiano, es el medio por el que se comunican y se informan, la escuela no puede evadir su rol en la conformación de una ciudadanía digital y dotar de recursos para una utilización adecuada y segura. También se puso en evidencia el impacto sobre las habilidades para socializar.

Un relevamiento de la DGE mostró que el dispositivo gana posicionamiento como recurso: 8 de cada 10 docentes cree que es una herramienta pedagógica
Un relevamiento de la DGE mostró que el dispositivo gana posicionamiento como recurso: 8 de cada 10 docentes cree que es una herramienta pedagógica

Fabiana Rodríguez, profesora de Economía, destacó que sin dudas la tecnología es un gran facilitador, “pero la parte negativa es más generalizada me parece - observó- porque los chicos, desde que llegás están con el teléfono, no te dan bolilla, los saludas, captás su atención, se sientan y siguen con el teléfono, y ¿cuál es el tema? Que a veces ni siquiera es que chatean o conversan con otros, sino que están jugando a los jueguitos y como ahora tenés juegos en línea, es peor, porque están jugando de una punta con otra. Entonces vos estás explicando, te das vuelta y tenés seis, siete jugando, o contestando, o con fotos”, relató. “Es una lucha constante que tenemos los docentes para captar la atención”, subrayó.

“No podés pensar hoy a los niños sin el uso de la tecnología, cuando en realidad la tecnología nos atraviesa, por eso hay que pensar de qué estamos hablando cuando pensamos en el uso de la tecnología. Hoy el comunicarse con un compañero por WhatsApp implica también trabajar la lengua escrita como herramienta. Entonces, enviar un mail o un WhatsApp puede ser una estrategia educativa para poder trabajar, por ejemplo, signos de puntuación, ortografía, todo siempre va a depender de cómo vos lo arbitres”, comentó en una nota con Los Andes, Ana Sisti, decana de la Facultad de Educación de la UNCuyo.

Regulación del celular en el aula

Ante este escenario, en la DGE dieron cuenta de la solicitud y avanzaron en generar estrategias de regulación. Por un lado, con la elaboración de una guía para profesores y otra para las familias. Por otro, se busca lograr una propuesta consensuada por cada comunidad educativa para ordenar el uso de los teléfonos celulares como herramientas pedagógicas. Es decir, delegar en los colegios la conformación de parámetros propios, algo que viene sucediendo los últimos años para que las disposiciones estén adaptadas a las particularidades de cada comunidad educativa.

“En sintonía con lo que los docentes manifestaron en la encuesta, nosotros creemos que utilizándolo adecuadamente es una herramienta que puede ayudar”, opinó el ministro a cargo del área, Tadeo García Zalazar.

Destacó que la propuesta apunta a que “cada institución educativa establezca su propio manual de uso pedagógico y determine entre sus normas de convivencia la modalidad, el tiempo de uso y el resto de las sugerencias que se quieran aportar”.

Por último, recordó que, a partir de esa encuesta, “ya lanzamos una serie de recomendaciones a las familias respecto de cuáles son los peligros de la exposición prolongada en las distintas pantallas por edad y cuáles son algunas plataformas educativas que pueden ayudar, ya que tienen un impacto positivo en la educación”.

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