El 21 de julio de 2021, la Nación publicó el decreto 476/2021 que incorporaba legalmente la posibilidad de optar por la “X” tanto en el DNI como en el pasaporte para identificar a aquellas identidades que no se sintieran representadas dentro del binomio “Masculino / Femenino”. De esta manera, Argentina se convirtió en el primer país del continente en dar la posibilidad de obtener un DNI No binario. Desde entonces, y según el Registro Nacional de Personas (Renaper), en el país 528 personas tramitaron su DNI No binario y, de ellas, 5% viven en Mendoza (lo que equivale a 27 mendocines). Si bien desde ese 21 de julio Mendoza tuvo un marcado protagonismo –entre los primeros Documentos No binarios entregados estaba el de le mendocine Gerónimo Carolina González Devesa-, en la provincia los antecedentes se remontan a 2018.
Ese año, Jan Strappa y Caro Gero fueron las primeras personas nacidas en Mendoza que obtuvieron su renovada partida de nacimiento donde no se consignaba el sexo. Mendoza se convirtió en la primera provincia de Argentina que reconoció legalmente el género No binario y aceptó que se incluya una sucesión de líneas punteadas en la partida de nacimiento donde se debía anotar el “Sexo”, incluso tres años antes de que el país oficializara la presentación del DNI No binario. El detalle es que Jan, Caro Gero y otras personas que habían obtenido su nueva partida de nacimiento desde 2018 en Mendoza estuvieron hasta tres años sin tener un DNI que representara su verdadera identidad.
Desde 2018 a la fecha, el Registro Civil de Mendoza ha emitido 50 partidas de nacimiento No binarias. Jan y Caro Gero fueron las únicas dos personas que tramitaron las propias en 2018, mientras que en 2019 se sumaron otras tres. En 2022 hubo dos más, mientras que en 2021 y 2022 creció notablemente la cifra de actas de nacimiento No binarias con 22 y 21 certificados actualizados respectivamente en esos años.
“Descubrí que mi identidad era no binaria en 2017. En ese momento empecé a investigar y supe que la Ley de Identidad de Género no especificaba en ninguna parte que había sólo dos géneros. Yo quería y necesitaba que me dejaran de tratar por mi ‘dead name’ (NdA: ‘Nombre muerto’, en alusión el que llevaba de nacimiento), por lo que fui por mi cuenta al Registro Civil de Mendoza y entregué un formulario en donde no marqué nada donde decía ‘género’. No quería cambiar y que me llegara un DNI masculino, porque tampoco me hacía feliz”, rememora Jan Strappa (34), una persona no binaria y quien, tras casi tres años sin documento que se condiga con su partida, recibió su DNI No binario en octubre de 2021.
“Yo no quería tener género. Hoy estoy impulsando la idea de que necesitamos eliminar el apartado de ‘sexo’ del DNI y de la partida. Porque van en contra de la Ley de Identidad de Género y de la Ley de Protección de Datos Personales. Y es que, aún consignando la ‘X’, como todavía no somos muches en el país, en cualquier lugar que se ve la ‘X’ se sabe quién es la persona”, resume quien trabaja en investigación dentro de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) regional Mendoza.
Los primeros casos en Mendoza y el trabajo adelantado
Según los datos oficiales a nivel nacional, Mendoza se ubica en el tercer lugar de las provincias y jurisdicciones en que más personas optaron por solicitar su DNI No binario. De las 528 personas que lo hicieron en Argentina y según el Renaper, 227 son de la provincia de Buenos Aires, mientras que 110 residen en CABA. En Mendoza, en tanto, viven 27 de esas personas.
“Es un trabajo que comenzó hace más de siete años y que incluyó la capacitación de personas que están al frente de las oficinas del Registro Civil, así como también de funcionarios que tienen el claro cómo orientar a la gente que solicita el cambio de identidad”, destacó la coordinadora de Diversidad Sexual de Mendoza, Fernanda “Teté” Urquiza.
“Mendoza es pionera y la idea es hablar de la inclusión y de una zona libre de discriminación. Va a llegar el día en que dejemos de hablar de diversidad sexual y hablemos de una sociedad en general”, concluyó Urquiza.
Jan Strappa vive en la Ciudad de Mendoza y trabaja en el laboratorio de LICPaD de la UTN. En 2018 fue la primera persona mendocina que se presentó en el Registro Civil con un pedido que, por entonces, era inédito. Pero que estaba contemplado dentro de la Ley 26.743 (de Identidad de Género). Jan solicitó una partida de nacimiento donde, en lugar de figurar el sexo con el que había sido anotade el día en que nació, no figurara ningún género.
“Presenté el formulario con un guión donde decía ‘sexo’. No encontré ningún impedimento, pero conocí a algunas personas que me orientaron para hacer la presentación formal. En ese momento, el reconocimiento de identidades no binarias me parecía inalcanzable, pero para mí lo más importante era que me llamaran por mi nombre”, rememora.
“Si cuando vos nacés otras personas te asignan el género, ya se está yendo contra la Ley de Identidad de Género. La ley dice que cada persona elige su identidad”, reflexiona Jan.
“Durante los tres años en que no tuve DNI actualizado no me encontré en situaciones que no pudiera resolver. Pero sí era una cuestión interna, el tener que completar trámites legales sintiendo la carga de tener que dar explicaciones u ocultarme y sufriendo violencia institucional. No necesitaba el DNI para validar mi identidad, porque la identidad es algo de cada persona. El DNI no es una herramienta de identidad, sino de identificación”, resume.
También en 2018, con una solicitud idéntica, se presentó Caro Gero, quien había sido inscripta en su partida de nacimiento con “Sexo: Femenino”.
“Hicimos la petición de una nueva partida de nacimiento en julio de 2018. Aunque no había ninguna hecha hasta ese momento, creíamos que la ley contemplaba la posibilidad de una partida de nacimiento no binaria. Luego de varias gestiones, se admitió que sea emitida sin consignación de sexo en noviembre de 2018″, explica la actual asesora regional de Bioética y Ética de las Ciencias de Unesco
En ese momento, a Caro Gero se le entregó la partida de nacimiento nueva y se tramitó la renovación de un DNI en donde no figurara ni la “M” ni la “F”. “Se le renovó el DNI, pero nunca se expidió el nuevo. Caro estuvo cerca de tres años sin tener un DNI válido. En ese momento empezamos las conversaciones con el Renaper y el Ministerio del Interior. Se empezó a estudiar la situación y se optó por la opción de la ‘X’, ya que es la forma que se garantiza la movilidad internacional”, acota Lamm.
“El hecho de poder consignar una ‘X’ en el DNI es un paso muy grande y que contribuye a aceptar y visibilizar la diversidad, la pluralidad y la existencia de tantas identidades como personas en el mundo”, reflexiona.
“La verdadera igualdad va a llegar el día en que no se consigne al sexo como categoría jurídica. El día en que a las personas, al nacer, no se las catalogue y se les permita desarrollarse en libertad, plenitud, con autonomía, y no haya juguetes, baños o tratamientos diferentes”, se explaya. “Ese día vamos a tener una sociedad mucho más inclusiva, igualitaria y efectivamente más plural”, sintetiza.