Quienes defienden la idea de que los conductores no deberían beber antes del manejo se toman de los efectos que este produce. Es que se advierte que en esas condiciones se incrementan las chances de tener un siniestro vial y que, cuando sucede, las lesiones son más graves.
En Mendoza, 16% de los fallecidos en siniestros viales este año había consumido alcohol. Se trata de 17 personas sobre un total de 105 muertes que hubo en estas circunstancias hasta ayer. Desde el Ministerio de Seguridad les atribuyen “presunción de consumo” ya que explicaron que los siniestros viales presentan dificultad para corroborar fehacientemente la presencia de consumo de alcohol por ciertas particularidades del proceso de investigación. Pero señalan que se habla de presunción ya que las circunstancias llevan a ello, como la presencia de botellas o relatos de testigos. Es decir que el número incluso podría ser mayor cuando no hubo indicios.
Por otra parte, la proporción de mendocinos que conduce habiendo bebido alcohol previamente ha aumentado los últimos años. Casi un cuarto de los consultados en la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) sostuvo que manejó un auto, moto o bicicleta habiendo bebido alcohol al menos una vez en los 30 días previos a la consulta.
Se trata de 23,3% en 2018, por encima del promedio de Cuyo y la provincia con este indicador más elevado en la región. Además, está muy por encima del promedio nacional de 15,2%. Había sido 20,9% en 2005, 18,3% en 2009, y 22,1% en 2013. Pero, por otra parte, hay que considerar que en Mendoza la prohibición total no existe por lo que, dentro de lo permitido, están avalados legalmente.
Si se considera tal punto, la mirada adquiere otro tamiz. Entonces no es tanta la brecha sino, por el contrario, podría suponerse que hay muchos que se restringen por iniciativa propia o no beben.
La referencia a nivel nacional expresa que en uno de cada cuatro siniestros hubo consumo previo.
Con el tratamiento de un proyecto en el Congreso de la Nación, la restricción total del alcohol al volante está en debate y se ponen en juego posturas más radicales que la avalan y otras que consideran mejor endurecer las sanciones. Allí está el oficialismo de Mendoza.
“Conducir bajo los efectos del alcohol, incluso en bajas dosis, aumenta hasta tres veces las probabilidades de protagonizar un siniestro vial grave porque afecta las facultades visuales, disminuye la concentración y ralentiza los tiempos de reacción’', sostiene la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), que promueve la restricción.
Varones jóvenes, los más afectados
De acuerdo con los datos del Ministerio de Seguridad local, los varones y los jóvenes son los más afectados, esto asociado en gran medida a que suelen tener más conductas de riesgo.
De los fallecidos este año en la provincia, 82% eran de ese género. En tanto, la mayor parte se produce los fines de semana: 82% ocurrieron esos días.
Según la ANSV, las chances de siniestro con consumo de alcohol asciende a tres de cada 10 en jóvenes conductores entre 16 y 35 años.
El debate por el alcohol cero
El tema está en agenda mientras avanza en el Congreso de la Nación un proyecto que apunta al “alcohol cero en la conducción”. La iniciativa recibió dictamen en la Comisión de Seguridad Interior de Diputados el jueves y ya tenía aval de la Comisión de Transporte. Se votaría en el recinto en la próxima sesión, que podría realizarse la semana que viene. Hay quienes aseguran que tiene altas chances de lograr la media sanción.
La medida recibe el apoyo del Gobierno nacional y de familiares de víctimas de siniestros viales. De hecho, la ANSV es una de sus impulsoras. En cambio, en Mendoza no están convencidos y se inclinan por un endurecimiento de las sanciones.
En el país, la mitad de las provincias tienen esta prohibición. En tanto, Mendoza es una de las 12 jurisdicciones donde no hay una restricción absoluta para conductores no profesionales: a quien conduce se le permite tener hasta 0,5 gramos de alcohol en sangre.
Integrantes de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) se reunieron con el gobernador Rodolfo Suárez para proponer un proyecto de consenso que sea alternativo a la tolerancia cero al alcohol. Su postura es que se mantenga el límite actual de 0,5 y que sólo se reduzca a 0 para los principiantes y jóvenes.
Los diputados de Juntos por el Cambio que representan a la provincia (Julio Cobos, Jimena Latorre, Lisandro Nieri, Omar De Marchi, Pamela Verasay y Álvaro Martínez) insisten con su proyecto. “Nosotros mantenemos nuestro proyecto propio: mantener el 0,5 gramos por litro de alcohol en sangre, pero con un endurecimiento de las penas y sanciones de aquellos infractores que no cumplan con la normativa”, dijo Nieri a Los Andes.
Consideró que se observa una reducción de los siniestros en las jurisdicciones que toman esta medida y que hay que fortalecer con campañas de concientización y mayores controles.