La segunda ola de coronavirus en Argentina y, en particular, en Mendoza no arroja cifras alentadoras en lo que se refiere a cantidad de personas fallecidas por esta enfermedad.
En el contexto del acto por las víctimas de coronavirus que realizó el presidente Alberto Fernández, quien recordó los 92.000 muertos en el país, bien vale hacer un repaso de lo ocurrido en nuestra provincia.
Para empezar, hay que recordar que 2020 cerró con 1250 muertos por coronavirus en Mendoza, mientras que en lo que va del año se han registrado 2.000 haciendo un total de 3.234 fallecimientos por Covid-19 desde que se declaró la pandemia.
Es decir que, durante los seis primeros meses de este año se han registrado más personas fallecidas por la enfermedad viral que en los 9 meses y medio (desde que se comenzaron a tomar medidas contra la enfermedad, en marzo, hasta diciembre) de 2020.
Los peores meses
Además, desde que comenzó la segunda ola - se considera que esto ocurrió en abril de 2021- se dispararon los reportes sobre fallecidos en el territorio provincial. Si se toma en consideración el mes de mayo, hasta ahora el peor mes de la pandemia en Mendoza, se produjeron 764 víctimas (23% del total) y el pico de fallecidos fue el 27 de mayo, cuando se perdieron 42 vidas por el Covid-19. En lo que va de junio ya han perdido la vida 624 personas (19% del total) siendo el pico el 3 de junio con 35 fallecidos.
Y en abril hubo 325 muertes (10% del total), es decir, 251 menos de las que ya se han registrado en junio y menos del doble de las que se produjeron en mayo.
Vale recordar, sin embargo, que este mes fue uno de los más complicados para el sistema de salud y en los que se habló de estar “al borde” del colapso sanitario ya que la ocupación de camas UTI en el Gran Mendoza llegó a estar en 98%.
También es importante añadir que la tercera semana de junio parecía que la tendencia iba a cambiar ya que luego de una larga temporada el registro de decesos se mantuvo por debajo de los 20 durante cinco días. Así, el 18 de junio hubo 19 muertes por Covid-19, mientras que el 19 de junio fueron 14. Al día siguiente volvieron a registrarse 19 decesos pero el lunes (feriado) fueron sólo 11 quienes perdieron la vida a causa del virus. Y el martes se sumaron 15 decesos. Pero luego, nuevamente las muertes volvieron a superar la barrera de las 20 víctimas.
Es por esta razón que se indica que las cifras de fallecidos siguen siendo muy altas, sobre todo si se considera que el pico de muertes de 2020 fue de 494 en octubre (15% del total) – el pico diario fue de 38 muertos el 17 de octubre- contra los 167 decesos de septiembre de ese mismo año. Y que en marzo de 2021, previo a la llegada de la segunda ola, se registraron 71 muertes, 85 en febrero y 115 en enero, es decir alrededor de entre un 12% y un 20% de los registros actuales.
Adultos mayores, más expuestos
Según el parte semanal del 18 al 24 de junio, el último que se emitió, al observar el porcentaje de fallecidos según el grupo etario, Mendoza cuenta con una Mortalidad de 1.676,42 por millón de habitantes y de Letalidad 2,34 por total de confirmados por Covid-19.
Asimismo, el grupo etario más vulnerable frente a la enfermedad sigue siendo el de los adultos mayores. El 74,2% de los fallecidos tiene entre 60 años y 89 años y las personas de más de 90 años representan el 6%.
Por último, resta decir que la provincia continúa con varios de sus departamentos en alto riesgo epidemiológico sanitario, esto es que si bien menguan las medidas restrictivas más duras se está lejos de abandonar una situación crítica. En esta escala aparecen los departamentos de Junín, Lavalle, Rivadavia, San Rafael, Tunuyán, Capital, Godoy Cruz, Guaymallén, Las Heras, Luján de Cuyo y Maipú. Mientras que con medio riesgo epidemiológico sanitario aparecen los departamentos: General Alvear y San Martín.
Para la infectóloga Victoria Codina, que la mortalidad se mantenga tan alta está influido por varios factores. En primer lugar, por un factor de medición ya que el proceso de la enfermedad y fallecimiento se prolonga durante un mes en promedio.
“Es decir que los pacientes que hoy fallecen llevan contagiados, con la enfermedad desarrollada y con el diagnóstico de la enfermedad entre tres y cuatro semanas previas. Y también hay un retraso en los reportes de las muertes, porque se notifica en el sistema SISA con días de retraso y así se van juntando muertes que previamente no estaban”, indicó la especialista.
Por otro lado, la infectóloga dijo que también tiene que ver que hay nuevas cepas más virulentas y eso se suma a que hay mucha población no vacunada o con el esquema de vacunación incompleto. Y subrayó que “esto puede producir que el número de muertes diarios se mantenga elevado”.