Solo 4 de cada 10 alumnos logra una correcta comprensión lectora entre quienes asisten a la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). Es decir que 6 de cada 10 afirma que más o menos frecuentemente requiere leer varias veces lo que lee para comprenderlo.
Se desprende de una encuesta realizada en 2020 por la Secretaría Académica de la UNCuyo y pone en evidencia las situaciones que afectan las trayectorias.
En tanto, un tercio (33,5%) dijo que tiene dificultades para distinguir entre ideas principales y secundarias mientras que casi la misma proporción expresó que tienen dificultades para comprender las consignas de los exámenes.
Además, 57,6% es decir más de la mitad de los consultados, señaló que le cuesta expresar por escrito lo que ha estudiado, mientras que casi la mitad afirma lo mismo en cuanto a la expresión oral (52,5%). Incluso podría ampliarse si se considera la proporción que sostuvo que eso le sucede ocasionalmente.
Al ser consultados sobre las dificultades que percibe en su proceso de aprendizaje, solo 24,5% dijo que no las tiene para comprender lo que lee. El casi 75% restante asumió que esto le pasa ocasionalmente o con más frecuencia, incluso 4,5% dijo que esto le sucede siempre o casi siempre.
Puede sumarse, aunque en otro plano, que 58,8 % de los y las estudiantes logra concentrarse solo por periodos breves.
Entre otros, estos aparecen como factores que determinan un deterioro del desempeño académico, que terminan por desalentar, frustrar, atraso y posterior abandono.
Al ser consultados, 6 de cada 10 alumnos consideró estar atrasado en el cursado de la carrera y 65% adeudaba exámenes de años anteriores. Además, 11% de los estudiantes no se inscribió durante un ciclo lectivo y 21,3 % tuvo rendimiento académico negativo al menos una vez, es decir que no aprobaron dos o más materias en un ciclo lectivo.
Impacto en las trayectorias
“Hay un déficit en las competencias de comprensión lectora y de producción de textos escritos”, sostuvo Aldo Altamirano, doctor en Educación, profesor de Pedagogía y Educación Social en la Facultad de Educación de la UNCuyo. “Esto lo notamos los profesores del ingreso de los primeros años y repercute directamente en las trayectorias educativas porque vemos que hay un desgranamiento muy importante en primer año”, destacó.
Remarcó que además hay que decir que el déficit en estas competencias está acompañado por la falta de hábitos de estudio, que también ven claramente, y esto sumado a problemas sociales que afectan a los jóvenes y que también tienen un impacto fuerte en sus trayectorias educativas.
Señaló que cuando se habla de competencias en lectura se hace referencia a algo vinculado a lo académico porque pocos pondrán en duda que los jóvenes entienden lo que leen en redes sociales y que allí producen textos escritos. “Hay habilidades que tienen que ver con las competencias comunicativas y las tecnologías de las comunicación les permiten hacer un desarrollo de estas competencias pero a veces dista mucho de lo que la institución escolar espera de los sujetos”, destacó.
Y remarcó: “Hay que tener en cuenta que la escuela ha privilegiado históricamente la cultura escrita y hoy los jóvenes se mueven en una cultura y lenguaje más audiovisual”. En este punto se preguntó qué lugar ocupa ese nuevo lenguaje y cuánto se ha adaptado el ámbito educativo para que sea significativo para los jóvenes.
Para las autoridades educativas locales hay una relación directa entre la lectura y el desempeño escolar. Una de las apuestas fuertes ha sido el Censo de Fluidez Lectora que defienden como un gran recurso. Para el director General de Escuelas, José Thomas, se trata de un primer escalón necesario y como parte de un abordaje más amplio. Tras evaluar resultados concluyeron que la fluidez lectora es un predictor de bajos resultados en el desempeño.
En primaria, entre quienes obtuvieron un desempeño crítico o básico en fluidez lectora, 85,4% obtuvo bajo desempeño en el relevamiento de aprendizajes. Esa proporción desciende entre quienes mostraron un nivel medio o avanzado en lectura, ya que entre ellos 54,5% expresó bajo desempeño en el Relevamiento Provincial de Aprendizajes (RPA).
En tanto, en la secundaria, el escenario fue similar: 80,4% y 50,5% respectivamente. En definitiva: “8 de cada 10 estudiantes que están en un nivel crítico o básico de fluidez lectora se encuentran en los grupos de bajo desempeño en el RPA”, destaca un informe del área.
Arrastre de años
Un detalle no menor es que si bien se señala que la no presencialidad del dictado de clases tuvo consecuencias negativas sobre los aprendizajes, los datos de la encuesta muestran que las falencias ya se arrastraban desde antes. Lo que hizo la pandemia fue profundizar la problemática con algunos condimentos extras asociados a cuestiones extra académicas.
Patricia Puebla, ex secretaria académica de la facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo y electa vicedecana, señaló que lo que hizo la pandemia fue agravar situaciones que ya existían, incluso arrastradas durante años de trayectoria escolar que no terminó de aportar a los alumnos las competencias necesarias para afrontar las demandas universitarias.
“Hemos detectado que tienen poca resistencia al fracaso entonces cuando tienen problemas deciden abandonar en vez de fortalecer”, resaltó.
Dado que la facultad ha tenido un descenso en la cantidad de ingresantes decidieron hacer un abordaje para saber en qué condiciones llegan, es decir conocer qué competencias básicas tenían los aspirantes como comprensión lectora y resolución de problemas en matemáticas. Detalló que con un total de 1.400 estudiantes que hicieron ese examen con temáticas muy sencillas incluso algunas que vienen de primaria, 92% no pudieron superarlo.
Otros factores que influyen
En la encuesta de la universidad, se ponen en evidencia otros factores que inciden en un buen desempeño en el nivel superior. Mucho tienen que ver los condicionantes de su vida personal y familiar.
Los y las estudiantes de la UNCuyo que son sostén económico del hogar constituyen el 13,8 % y 35% trabaja además de estudiar. Además, el 11,7% tiene hijos o hijas y 51,6 % colabora con el cuidado de algún miembro de la familia. La mitad de los y las estudiantes confirmó que esta situación de cuidado de algún familiar afectó en el estudio.
Se realiza el segundo Censo de Fluidez Lectora de 2022 en Mendoza
Ayer se inició en Mendoza el segundo Censo de Fluidez Lectora para evaluar y buscar mejorar esta habilidad en los alumnos del sistema educativo local.
En una primera etapa, hasta el 19 de agosto, el foco estará puesto en alumnos de 3º, 5º y 7º grado de nivel primario y 1º año del nivel secundario. Luego se extenderá al resto del alumnado. Con este operativo, La Dirección General de Escuelas espera llegar a unos 12.000 estudiantes y se extenderá hasta el 9 de septiembre.
En tanto, la segunda etapa del operativo se realizará del 22 de agosto al 9 de septiembre y serán las escuelas, tanto de nivel primario como secundario, las que completen las mediciones de lectura a la totalidad de la matrícula restante de 2º a 7º grado en escuelas primaria y de 1º a 6º año en secundarias.
Es una de las estrategias fuertes de la DGE y que, según observa, da resultado: según sus datos, respecto del abordaje realizado en 2021, en séptimo grado y primer año del secundario el nivel crítico descendió de un 30% a un 16% este año.