Cardenales amarillos, águilas coronadas, lechuzas, zorros, hurones y hasta animales de corral. Todas estas especies son las principales y más frecuentes víctimas de ahogamiento en los tanques y reservorios de agua del siempre difícil y caluroso campo mendocino. Ni hablar en contextos de ola de calor -como la que atraviesa Mendoza por estos días y es la más extensa de toda su historia-, en los que estos espejos de agua se convierten en la única forma de paliar el calor para estos y otros animales.
Ya sea cuando se acercan para beber algo de agua o para refrescarse con un efímero chapuzón -principalmente las aves-, son muy frecuentes los casos en que los animales quedan atrapados en el lugar. Y, aunque luchan con todas sus fuerzas y energías para salir, desafortunadamente mueren en estos reservorios.
Por esto mismo es que, desde hace ya varios años, comenzaron a instalarse en zonas rurales de Mendoza rampas de escapes. Se trata de dispositivos fabricados con alambre y creados para ayudar a que los animales tengan una vía de fácil salida de los reservorios de agua. Además de contribuir a preservar la biodiversidad de los ecosistemas, esta herramienta ayuda a mantener la calidad del agua de los reservorios al reducir los tiempos de limpieza de los tanques (ya que, cuando fallecen ahogados, sus cadáveres en descomposición contaminan el agua).
Estos dispositivos -de simple fabricación e instalación- son obligatorios en los campos mendocinos desde fines de 2021 y fueron reconocidos a nivel internacional como una de las 18 iniciativas y oportunidades que se han implementado para mejorar la conservación de especies en peligro.
En ese sentido, las rampas de escape se han convertido en una herramienta fundamental para que comiencen a observarse nuevos ejemplares de cardenales amarillos -por ejemplo- en sitios y parajes en los que antes no se habían visto.
Hasta el momento, en campos de toda la provincia de Mendoza, se han instalado 200 rampas. Se encuentran distribuidas en 500.000 hectáreas rurales y de 4 departamentos (La Paz, Santa Rosa, San Rafael y General Alvear), donde mayores muertes de fauna silvestre por ahogamiento se registran. Las últimas 20 fueron instaladas en General Alvear en las últimas semanas.
“Hemos decidido continuar impulsando este exitoso proyecto. Si bien es una tarea que debe de ser implementada por los productores, el departamento de Fauna Silvestre – del Ministerio de Energía y Ambiente- junto a la Fundación SOS acción Salvaje, el Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en Argentina acompaña (CECARA), Aves Argentinas entre otros aliados, trabaja coordinadamente en reforzar esta acción que protege a la fauna silvestre local”, destacó el subsecretario de Ambiente, Sebastián Melchor.
En cuanto a los reservorios y piletones de agua -y la amenaza que implican para estos ejemplares-, desde el Centro Argentino de Estudio y Conservación de Aves Rapaces (Cecara) estiman que cientos de miles de aves se ahogan cada año en estos estanques de las zonas rurales. Y, en la misma sintonía que Melchor, el jefe del Departamento de Fauna Silvestre Adrián Gorrindo resaltó la importancia de esta iniciativa y del trabajo en conjunto entre actores públicos y privados.
UNA HERRAMIENTA PARA SALVAR VIDAS RECONOCIDA MUNDIALMENTE
La sequía mantenida a lo largo de los últimos años y en las zonas ganaderas más importantes de Mendoza ha llevado a que, prácticamente, resulte imposible concebir cualquier campos productores grande sin la presencia de tanques o reservorios de agua.
Grandes piletones, tanques tipo australiano y otras alternativas son una constante en las principales extensiones de campos de Sur y Este mendocinos, dedicadas a la cría vacuna –principalmente-. El problema es que muchas veces estos espacios, indispensables para la provisión de agua para consumo de los animales y también para el riego de las grandes superficies, se convierten en trampas mortales para especies silvestres que caen a estos reservorios cuando intentan saciar su sed y mueren ahogadas.
Luego de que se pusieran en práctica pruebas pilotos –con especial hincapié en el noroeste de La Pampa, y también en campos mendocinos-, en la segunda mitad del 2021 la por entonces Secretaría de Recursos Naturales y Renovables de la Secretaría de Ambiente de Mendoza –por medio del área de Fauna Silvestre- dispuso la obligatoriedad de colocar rampas metálicas en estos tanques y que permitan ser una vía de escape para las especies que queden atrapados en estos lugares. Además, iniciaron una campaña de concientización y capacitación dirigida a los propios productores para que puedan construirlas por sus medios.
Este sistema de rampas de escape en reservorios y tanques de agua en zonas rurales y ganaderas fue distinguido a nivel internacional en enero de 2022 por la Fundación Fondo Whitley para la Naturaleza (WFN según su sigla en inglés).
“El proyecto liderado por José Sarasola dio sus frutos cuando el Gobierno de Mendoza (Argentina) hizo obligatorias las ‘rampas de recuperación’ para los depósitos de agua . El simple hecho de permitir un escape seguro de los tanques de agua con paredes enrejadas tiene un impacto a gran escala en la supervivencia de especies, desde el águila coronada (también conocida como Águila del Chaco) hasta el gato andino, que dependen del acceso al agua potable en la medida que la agricultura se expande hacia los biomas semiáridos de América del Sur”, resaltaron oportunamente desde la organización de estas distinciones.
ANIMALES AHOGADOS, UN PROBLEMA MÁS QUE PREOCUPANTE
La problemática en los reservorios como trampas mortales se intensifica en verano, justamente con el considerable aumento de la temperatura en puntos donde –de por sí- la sequía ya golpea con fuerza y no suelen abundar los espejos naturales de agua.
En estos campos, cerca de 90% los de ahogamientos se dan justamente en primavera y verano. Y en las distintas observaciones que se han hecho en las zonas más secas, se han encontrado ahogadas cerca de 50 especies de aves, cifra que asciende a 60 sumando a otros mamíferos y especies de fauna silvestre.
CÓMO SON LAS RAMPAS DE ESCAPE PARA EVITAR AHOGAMIENTOS
Existen distintas alternativas para diseñar estas rampas. En la resolución 199/20 (la que hace obligatoria precisamente la instalación de estas plataformas) se incluye el diseño de un modelo simple y que se puede colocar en cualquier modelo de tanque o reservorio.
Se trata de una malla de metal, de diseño cuadriculado, con una luz de malla de 5 x 5 cm, en un cuadrado de un metro por un metro de lado. “Una vez doblados los extremos, esta malla toma la forma de una sección piramidal con tres lados: uno frontal y dos laterales. El lado frontal está orientado hacia el centro del reservorio y los laterales quedan dispuestos de forma que se apoyan sobre la pared del reservorio. Así, se permite el acceso desde y hacia la superficie del agua desde cualquiera de sus lados. El ancho del lado frontal es de 10 centímetros aproximadamente”, explicaron desde la dependencia.
Las rampas de escape se colocan de forma que cubran todo el rango de altura, desde el borde hasta el fondo del reservorio, independientemente del nivel del agua en cada momento.
Mendoza se convirtió en la primera provincia del país en implementar esta medida como obligatoria en todo su territorio, con el objetivo de proteger y conservar la fauna silvestre que temporal o permanentemente habita también el territorio nacional.
Productores o interesados en sumarse a esta campaña, deben contactarse a través del correo: fauna-drnr@mendoza.gov.ar . O bien comunicarse telefónicamente a (261) 3853400 (Interno Fauna Silvestre: 3411), de 8 a 13.
