Los mendocinos ya nos acostumbramos a las variaciones climáticas con los últimos sucesos de estos meses. En plena primavera, pasamos de las temperaturas veraniegas que dejó el Zonda el último fin de semana a las gélidas tormentas en la cordillera y la lluvia en algunos departamentos de la provincia de las últimas horas. Pero, de a poco, el verano va anticipando su llegada: a partir del domingo la temperatura ascenderá notablemente, con máximas de hasta 34 grados, mientras que este sábado la máxima llegará a 28. Según expertos, es una de las consecuencias del fenómeno El Niño.
El último fin de semana de octubre estuvo signado por las condiciones climáticas adversas del viento Zonda, por las que se sufrieron daños e incendios en diferentes puntos de la provincia. Entonces, la temperatura máxima superó los 34 grados en algunas zonas y, como era de esperar, luego ingresó un frente frío el domingo y lunes, con temperaturas mínimas desde los 6 grados y máximas de 17, además de presencia de lluvias en el Gran Mendoza y heladas parciales en el Sur y el Oeste mendocino.
Al finalizar las fuertes ráfagas que azotaron durante el fin de semana, en los departamentos sureños comenzó un temporal sorprendente para la época en la que nos encontramos y durante el último jueves preocupó el riesgo por heladas tardías en el Valle de Uco y la zona Sur, con temperaturas bajo cero, que podían afectar a los cultivos, según explicó a Los Andes el meteorólogo Fernando Jara.
Anticipo de verano
Según la Dirección de Contingencias Climáticas de Mendoza, para este domingo se espera poca nubosidad con ascenso de la temperatura y vientos leves del Noreste. El mercurio trepará hasta los 31 grados y la mínima será de 11 grados.
Según el meteorólogo Carlos Bustos, el lunes puede haber Zonda en cordillera, por lo que parece que el viento seco seguirá haciendo gala de su presencia en su temporada fuerte. “Estará caluroso al igual que el martes”, comentó el especialista. Para el primer día de la semana se espera una máxima de 34 grados y una mínima de 13, con poca nubosidad y vientos moderados del Noreste.
Mientras que para el martes, además de caluroso, estará algo nublado, con vientos moderados del Sudeste e inestable hacia la noche. La máxima se ubicará en los 33 grados y la mínima en los 17. Bustos agregó que desde el jueves 9 la temperatura se estabilizará y ya no volveremos a tener tiempo frío.
Nieve en plena primavera
La caída de copos de nieve en noviembre fue una sorpresa para muchos mendocinos, pero si tomamos en cuenta los cambios que ha experimentado el tiempo en este año, en parte por la incidencia del fenómeno El Niño, no resulta nada extraño. Aún en primavera, se pudo ver nieve en la zona Sur, en Valle de Uco y en Alta Montaña, situación que obligó a cerrar el paso fronterizo con Chile.
El último jueves Malargüe amaneció cubierto por un manto blanco, que llegó a Las Leñas, Las Loicas y otros sectores de la precordillera. En consecuencia también el paso Pehuenche permanece cerrado e intransitable por acumulación nívea en la calzada.
Ya en Tunuyán, el Manzano Histórico también recibió una copiosa nevada, al igual que San Carlos, puntualmente en la ruta 143, en Paso de las Carretas, que conecta con San Rafael, donde no se registraron nevadas pero sí abundantes lluvias. En el llano no nevó en los tres departamentos del Valle de Uco y los vecinos sólo reportaron algo de “escarcha” en las calles.
Las autoridades del paso internacional Cristo Redentor tuvieron que suspender el tránsito de vehículos varias veces, primero durante el fenómeno del viento Zonda, el cual dejó “varados” a miles de chilenos que habían cruzado a Mendoza por el fin de semana. Luego por el temporal de nieve que afectó la zona de Portillo del lado trasandino y el ingreso al complejo Los Libertadores de la parte mendocina.
Según fuentes de este cruce fronterizo, se espera que la reapertura del Paso, que finalmente ocurrió ayer, se mantenga los próximos días.
Qué esperar para los próximos meses
El meteorólogo Fernando Jara atribuyó los fenómenos al cambio climático y a la llamada Era de la Ebullición, que atravesamos a nivel mundial. A ellos se suma la influencia del fenómeno El Niño, una anomalía de temperaturas en el Pacífico ecuatorial, explicó a este diario.
Para los próximos meses habrá un aumento de días con precipitaciones, por lo que puede implicar también tormentas graniceras. “En lo que resta de la primavera y durante el verano, habrá precipitaciones en aumento, con mayor posibilidad de tormentas”, anunció el meteorólogo.
Algunos pronósticos estiman que el evento de El Niño podría durar hasta febrero o marzo de 2024.
