Pese a haber sido sacudida por movimientos sísmicos, Mendoza guarda un rico patrimonio edilicio e histórico en sus iglesias.
Para quienes disfrutan de ese tipo de visitas, ofrece un recorrido diverso en diferentes zonas que está abierto para locales y visitantes. Justamente, muchas de ellas forman parte de lo que se enmarca en el turismo religioso, para otras, habrá que trasladarse varios kilómetros pero sin dudas valdrá la pena.
En esta nota te contamos cuáles son las que no te podés perder si querés sumergirte en ese amplio mundo. Destacamos las más cercanas al Gran Mendoza.
San Vicente Ferrer
Imponente y majestuosa, ese es el impacto visual que provoca la parroquia San Vicente Ferrer ubicada en Godoy Cruz frente a la plaza departamental. Su magnífica estructura es el único exponente en todo Cuyo del estilo neogótico -en boga a comienzos del siglo XX- lo que la posiciona como un lugar privilegiado dentro del patrimonio de la provincia y la región.
Fue inaugurado en 1912 por lo que se trata de un edificio de 111 años.
Su estética es impactante, propia de su estilo arquitectónico. Pero a esta virtud se suma el valor histórico, ya que allí descansan los restos de personas que tuvieron roles destacados. En el interior, los de Tomás Godoy Cruz, quien fuera diputado por Mendoza en el Congreso de Tucumán. En el exterior, los del Tropero Sosa, colaborador de San Martín en su campaña libertadora.
El impacto de la apariencia exterior se traslada a la arquitectura interior, que sin embargo presenta sencillez en los ornamentos detrás del altar. Por el contrario, los pasillos laterales atesoran grandes y antiquísimos retablos (altares), construidos en madera con el mismo estilo neoclásico.
Originalmente fue el oratorio de la familia Coria, que luego se abrió a la comunidad
En 1804, ante el avance que presentaba la villa, fue designada parroquia, pero el terremoto de marzo de 1861 lo destruyó. Así fue que en 1906 comienza a edificarse en el actual emplazamiento sobre calle Lavalle, obra que se inaugura el 9 de mayo de 1912.
La última remodelación de 1979 incluyó vitrales, pintura y tecnificación para mejorar la acústica.
Nuestra Señora de La Merced
Está ubicada en calle Montecaseros 1647 de la Ciudad de Mendoza.
Los Mercedarios fueron una de las primeras órdenes en llegar a Mendoza y fundaron el convento de la Santa Catalina en Mendoza hacia 1576, bajo la jurisdicción de la Purísima Concepción de Chile.
“Es una iglesia muy valiosa desde el punto de vista histórico y por la ubicación que tiene; ha recibido varias intervenciones de restauración y tiene una particularidad: la manzana mercedaria es la única que se conserva en manos del mismo propietario, ininterrumpidamente desde fines del s XVI”, destacó Horacio Chiavazza, director de Patrimonio de la provincia.
Explicó que luego de fundada la ciudad los mercedarios se instalan en ese lugar.
Hubo un primer templo, levantado en el siglo XVII. El segundo templo data de 1740, construido en ladrillo y cal, y que estuvo en pie hasta el terremoto de 1861, que lo redujo a escombros. Milagrosamente, la histórica imagen de la Merced quedó ilesa elevada en una columna entre las ruinas, por eso desde entonces se la conoce como la “Virgen del terremoto” y ha quedado sobre el altar mayor.
Luego, en 1866, el padre Apolinario Vázquez levantó otro templo que estuvo en pie hasta 1895.
En tanto, el edificio actual data de 1909 y descansa sobre los restos de los anteriores.
Chiavazza, refirió que mediante excavaciones arqueológicas se descubrieron los restos de las antiguas edificaciones. “Es muy destacable la cúpula sobre todo, que tiene mayólicas blancas y es una iglesia muy amplia y luminosa”, detalló.
Tal cual describe la Municipalidad de la Ciudad, el estilo de la fachada es manierista, con dos torres truncas, donde se destaca la cúpula sobre tambor cilíndrico recubierta por mayólicas blancas y azules.
El templo, en su interior, es de estilo neo-renacentista con capiteles corintios y consta de tres naves; su unión forma una hermosa cúpula de 28m de altura decorada con frisos. Tiene 12 altares, decorados con imágenes talladas en madera y bajorrelieves.
Este templo fue declarado Patrimonio Histórico y Cultural de Mendoza en 1983.
Nuestra Señora de la Carrodilla
Esta iglesia es el lugar de culto que concentra las celebraciones y visitas por la Semana Santa, justamente porque enfrente se encuentra el Calvario, un recorrido al aire libre por las estaciones de Jesucristo en su camino hacia la cruz.
Además, la imagen de esta advocación de la Virgen María representa un hito fundamental en la historia mendocina, sobre todo en época de Vendimia, ya que es la patrona de los viñedos. Este templo ha sido declarado monumento nacional y está dedicado a ella.
Se encuentra en la ruta 15, donde comienza Luján de Cuyo.
“Hacia el sur, dentro del área metropolitana se destaca la iglesia de la Carrodilla, perteneciente en su momento a la familia Solanilla, una capilla familiar pero que tiene una historia vinculada al desarrollo vitivinícola y a la advocación a la Virgen de la Carrodilla, en el ritual y la petición del buen tiempo para las buenas cosechas, al lado de esa capilla está la casa Solanilla y son edificios del siglo XVIII, de los más antiguos”, dijo el director.
Justamente, la Familia Solanilla trajo la milagrosa imagen en el siglo XVIII, desde Estadilla, Aragón, España, en su carro, con silla, vestidos y cabellos naturales.
Allí se encuentra además el Museo de Tallas Indígenas, donde se exhiben imágenes religiosas de un alto valor histórico y cultural. Estas tallas realizadas por los indios huarpes datan de los siglos XVII y XVIII, lienzos pintados de origen cuzqueño de 1750 y libros del siglo XVII, entre otras piezas notables.
La riqueza de este sitio permite hacer una lectura de usos y costumbres del mendocino entre los siglos XVIII Y XX.
Santuario Nuestra Señora de Lourdes
Se encuentra en el distrito de El Challao, en Las Heras, en un entorno particular.
Consta de una pequeña capilla antigua afectada por movimientos sísmicos junto a la cual se edificó el nuevo santuario, de particulares características arquitectónicas, ya que no obedece a la estructura habitual de las iglesias clásicas, y es de grandes dimensiones.
Se trata de uno de los sitios religiosos más convocantes de la provincia que recibe la vista de innumerable cantidad de fieles por año.
Los visitantes, quienes no son asiduos, agradecen la vista, el entorno y la luminosidad del imponente templo. Es que está vidriado en una buena proporción de su estructura con enorme techo a dos aguas y gradas a modo de anfiteatro. “Hermoso lugar lleno de luz para encontrarse con Dios”, describe uno de los fieles.
El santuario con la imagen de la Virgen es un lugar de devoción, de hecho está entre los recorridos del turismo religioso que se hacen en la provincia.
“En medio del desierto pre cordillerano se encuentra este bello santuario mariano digno de ser visitado por todos los creyentes y aún los no tanto para encontrarse con Dios y con uno mismo”, advierte entre los comentarios de los visitantes, Jorge, oriundo de Valparaíso en una publicación digital.
Basílica de San Francisco
Para Chiavaza, trata de un edificio que debe estar entre los destacados: “Es monumento histórico nacional, esta iglesia construida luego del terremoto de 1961 que destruyó la ciudad posee un valor arquitectónico muy significativo y se ubica frente a la plaza San Martín (en Ciudad) en el marco de lo que va a ser la configuración del nuevo urbanismo”
Explicó que es una iglesia a la que se trasladaron los franciscanos luego de que el terremoto destruyera las que hoy se conoce como ruinas de San Francisco, en el Área Fundacional, y que fuera construida por los jesuitas. Ellos tuvieron que dejarla en 1777 producto de la expulsión de los jesuitas antes del terremoto, pero cuando este se produjo estaban en manos de los franciscanos.
Efectivamente, la comunidad franciscana se instaló en Mendoza a fines del siglo XVII y levantó su convento y templo en la esquina de las actuales calles Montecaseros y Chacabuco. Producida la expulsión de los jesuitas, los franciscanos recibieron el templo y ex colegio de la Compañía ubicados en Ituzaingó y Beltrán en 1798.
Tras el terremoto, los franciscanos se trasladaron a San Francisco del Monte, posteriormente a la iglesia de San Nicolás de Tolentino y finalmente a la esquina de Avenida España y Necochea donde en 1875 se colocó la piedra fundamental de la actual Basílica. Fue inaugurada en 1893.
Consta de tres naves, una central y dos laterales en las que se ubican capillas consagradas a diversos santos. El altar mayor está presidido por la imagen de la Virgen del Carmen de Cuyo, proclamada Patrona y Generala del Ejército de los Andes por el general San Martín el 5 de enero de 1817.
En un mausoleo a la izquierda de la entrada descansan los restos de la hija del Libertador, Mercedes Tomasa de San Martín, de su esposo Mariano Balcarce y de la hija de ambos, María Mercedes Balcarce, trasladados desde Francia en 1951.
En el camarín, en un cofre especial a la vista del público, se expone el bastón de mando del General San Martín ofrendado por éste el 12 de agosto de 1818 «por su decidida protección a las armas patriotas». Está fabricado de palisandro y ostenta un topacio en su empuñadura.
La Basílica de San Francisco fue declarada monumento histórico nacional por Decreto Nº 528 del 30 de junio de 1938.
Iglesias antiguas imperdibles de Mendoza
Chiavazza remarcó que son muchas las iglesias que hay que destacar en Mendoza.
Entre los recorridos, “el más interesante que hay es el que se conoce como la capillas del desierto, algunas datan del siglo XVIII, donde probablemente se asentaron en el siglo XVII, una construcción vernácula en adobe como la Capilla del Rosario, la de San José y la de Asunción”, mencionó.
Dijo que tienen un gran valor histórico por lo que representan en el proceso de evangelización de las poblaciones huarpes y por otra parte, las tecnologías de manufactura son muy particulares, con techos a dos aguas, estructuras de adobe y poseen altares con retablos interesantes, con figuras religiosas que son muy antiguas y que son objeto de devoción actualmente.
“Por otro lado, una muy interesante, ya del siglo XX que estaba al costado del hotel de Puente de Inca, que tiene una historia muy interesante, es una iglesia hecha de piedra , muy valorada por los vecinos del lugar, al que lamentablemente, por las condiciones del propio puente, solo pueden acceder en situaciones de festividades especiales. Pero tiene la historia de que con el alud que destruyó el hotel, se salvó y sobre eso hay una mirada del valor milagroso que tiene”.
Dijo que otra de las que considera una de las más valiosas desde el punto de vista patrimonial, por su antigüedad, es el oratorio de Alto Salvador en San Martín, allí la particularidad es que gran parte de la capilla está al aire libre. Es monumento histórico nacional y se asocia a la época de desarrollo de los caminos.