El fin de semana largo llegará con expectativas moderadas en el sector turístico. Es que el nivel de reservas “viene tranquilo” y hasta “bajo”, aunque con algunos puntos que usualmente generan más interés que concentran mayor demanda.
Lo cierto es que, igualmente, en el sector reconocen que esta fecha no es un plato fuerte en el calendario. Además hay diversos factores que pueden atentar contra las intenciones de dar un paseo corto, como así también otras variables que pueden resultar tentadoras.
Se espera que desde mañana comience a sentirse el movimiento de cara al feriado del viernes 8 de diciembre por el Día de la Inmaculada Concepción de María, que se sumará al sábado y domingo posteriores. Será el penúltimo fin de semana largo, aunque el de Navidad seguramente tendrá menos movimiento por las Fiestas.
Las expectativas son relativas, teniendo en cuenta la zona que se considere. En general, aceptan que por ahora las reservas vienen bajas y el movimiento puede estar impulsado por el turismo interno y la llegada de chilenos, ya que en su país también es feriado el viernes. El turismo extranjero -de otros países fuera de Chile- también es una apuesta pero aclaran en el sector que se trata de algo más permanente, no un impulso ocasional de un fin de semana.
Creen que la ocupación estará dentro de los parámetros normales para la época. “En términos generales está flojo”, admitió Ricardo Beccaceci, presidente de la Cámara de Turismo.
Explicó que en los distintos relevamientos que se han hecho desde la Cámara, “para los asociados el nivel de reservas que tienen es bastante flojo, así que no estamos con expectativas de un buen fin de semana largo”, según apuntó.
La comparativa la hizo en relación al movimiento que ha habido durante este año y no al mismo fin de semana de otros años. “Porque se van produciendo circunstancias que modifican los escenarios e impiden comparar un año con otro porque las mismas condiciones no son comparables”, explicó Beccaceci.
“El ámbito hotelero, que es el primero que refleja la demanda, no está con expectativas altas”, señaló. Sumó que no tienen una evaluación amplia hecha aún del nivel de reservas en la provincia.
Beccaceci detalló que éstas, segmentadas por categorías, están al 30% en alojamientos de 1 a 3 estrellas y al 50% en hoteles de 4 y 5 estrellas nutridos en gran medida por el turismo externo.
Agregó que hay que sumar los alojamientos informales, a los que ellos no tienen acceso. Se trata de aquellos que se comercializan a través de las plataformas digitales, que tienen ofertas quizás más accesibles y que Beccaceci aceptó que han crecido mucho últimamente, teniendo en cuenta las condiciones económicas.
También señaló que uno de los factores que se han ido modificando es que la devaluación ha favorecido la llegada de extranjeros. En este sentido, los chilenos han sido sin dudas, por la cercanía, quienes han llegado de manera masiva. Y este fin de semana pueden ser quienes impulsen el turismo receptivo dado que también allí será un fin de semana largo.
De todas formas, Beccaceci aclaró que el turismo extranjero no viene normalmente por un fin de semana sino que destina cinco o seis días para su permanencia, en cambio Mendoza es uno de los destinos elegidos por el turismo nacional, que es el que se desplaza por tres días o dos noches.
Desde el Ministerio de Cultura y Turismo provincial indicaron que esperan un 80% de ocupación en las áreas más demandadas y un 70% promedio a nivel provincial.
Puntos convocantes
Según el titular de la Cámara de Turismo, hay puntos que pueden presentar un nivel de reservas superior porque son aquellos que tienen alta convocatoria de turistas, no sólo de fuera de la provincia sino de mendocinos.
Se trata de la zona de montaña, San Rafael y Valle de Uco y Beccaceci incluyó Malargüe que, aunque dijo que tiene poca capacidad hotelera, también es un punto de interés.
Por eso, un punto de vista más optimista, aunque sin dejar de reconocer que será un fin de semana normal para la fecha, fue el de Diego Stortini, vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM) y responsable del área de Turismo dentro de la entidad, ya que además es referente de la Cámara de Comercio y Turismo del Valle de Uco. Señaló que esa zona típicamente turística por sus encantos llegará a 80% de ocupación “con certeza”.
Stortini estimó que en el resto de la provincia es probable que se alcancen niveles similares. Por ello, cree que habrá buen nivel de ocupación en Mendoza. “Es un fin de semana que está muy cerca de las Fiestas y muy cerca de las vacaciones. Históricamente no ha sido el mejor fin de semana, entonces va a comportarse igual que se comporta todos los años, con una ocupación del 80%. Creo que este año va a estar más o menos en ese nivel”, concluyó.
A favor y en contra
Este próximo fin de semana tiene puntos a favor y en contra para el movimiento turístico.
Este es el penúltimo fin de semana largo del año, pero quizás el último fuerte en términos turísticos. Es que luego queda el de Navidad, que será sábado 23, domingo 24 y lunes 25 de diciembre, pero que suele ser una fecha en la que muchos prefieren quedarse a celebrar en su entorno, con sus allegados.
Por eso la apuesta a este fin de semana para quienes buscan hacerse una última escapada antes de cerrar el año, teniendo en cuenta que la tendencia a viajes cortos se instala cada vez más. Como plus el buen tiempo de la época permite disfrutar más de entornos naturales, uno de los platos fuertes de Mendoza y con el valor agregado de disfrutar del agua en ríos, embalses y piletas.
Otro aliciente es que a las puertas de la temporada alta y con buenas temperaturas, sin la intensidad de enero o febrero, quizás muchos opten por viajar ahora cuando aún es temporada baja y los servicios tienen costos más accesibles. En este sentido, quizás funcione como una tentación para quienes no han planeado vacaciones en verano por cuestiones de costos y de este modo puedan tomarse un “break” breve y más barato.
“Algo positivo es que día a día se incrementa la oferta de enoturismo como variable importante, es un atractivo único en el país y esto puede convencer a muchos para elegir Mendoza”, apuntó Beccaceci.
Pero, hay otros factores que pueden jugarle en contra. Por un lado, la cercanía con la temporada alta de verano puede hacer que muchos desistan de viajar tan solo unas semanas antes si es que ya las planificaron.
El deterioro de las condiciones económicas y la pérdida de poder adquisitivo sin dudas son un condicionante a lo que se suma la incertidumbre ante los cambios que se avecinan tras la asunción del nuevo gobierno nacional el próximo domingo y sobre los cuales solo hay esbozos pero se desconocen. Por eso, hay expectativa de una especie de parate en muchos sectores, a la espera de conocer cuál será el rumbo de las medidas. Además, tampoco se cuenta con el aliciente del programa PreViaje.
