Hoy 180.000 alumnos volverán a las clases de manera virtual, tal como fue en la primera parte del año, teniendo en cuenta que en Mendoza ha aumentado la cantidad de casos de coronavirus. En paralelo y con un costado más político, la tensión entre el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) y la Dirección General de Escuelas (DGE) sigue latente, por lo que se ha promovido desde el gremio para esta jornada y la de mañana una “retención de tareas”, como medida de fuerza en pedido de apertura de paritarias y también mejorar las condiciones de trabajo de los docentes. Desde el Ejecutivo, se mostraron “sorprendidos” de la situación, y aseguran que lo manifestado por la conducción sindical “no es lo que piensa la mayoría de los docentes”.
El pedido expreso del gremio desde comienzo del año es la apertura de paritarias, que fueron suspendidas por el Gobierno provincial por la pandemia del coronavirus. La caída abrupta en la recaudación a nivel nacional y local impactó en el rojo de las cuentas públicas. De ahí que la gestión de Rodolfo Suárez depende en gran parte de lo poco que se pueda recaudar en la lenta salida de la cuarentena, de la ayuda nacional a través de Adelantos del Tesoro Nacional (ATN) o préstamos; y de lo que pueda renegociar en las obligaciones con bonistas.
Para el SUTE, las explicaciones dadas por el Gobierno y la DGE no alcanzan, y señalan que “no hay voluntad política” para tomar decisiones a favor de los docentes y trabajadores estatales. “Insistimos que plata hay: en las grandes fortunas y en los presupuestos millonarios que el Estado destina al pago de deuda”, señaló el Sindicato en un comunicado, y agregaron que el gobierno “descarga la crisis sobre quienes menos tienen”.
El planteo propuesto va en sentido a exigir que el Estado se fondee mediante impuestos a las grandes fortunas y el no pago de la deuda, para volcar esos recursos en una recomposición salarial. Esa recomposición se debería dar según el SUTE con las propias paritarias, más un aumento de emergencia, pago completo del aguinaldo “y de todas las deudas atrasadas”. Para la DGE, sorprende la postura combativa del gremio, en un contexto complejo como el que se vive a nivel nacional y mundial.Apuntan directamente contra Henríquez y cuestionan su liderazgo y poder en el SUTE, al indicar que “esa postura no es la de la mayoría de los docentes”.
“Ellos han entendido el contexto complejo económicamente y de pandemia que estamos viviendo”, acotaron, e indicaron que el pago diferido del aguinaldo “no es una medida que se quiere tomar”, pero agregaron que es la manera en la que se puede seguir pagando los salarios. Desde el Gobierno se recuerda la “discriminación” en el reparto de los recursos discrecionales desde la Nación, en la cual Mendoza está última en el promedio per cápita: “Si hubiésemos recibido los $3.000 millones que se pidieron, podríamos haber hecho el pago en tiempo y forma”.
Situación laboral
Más allá de lo estrictamente salarial, el sindicato liderado por Sebastián Henríquez pone como fundamentos a la “retención de tareas” los problemas que ha generado la pandemia en la situación laboral de los docentes.
Según especifica el SUTE, la DGE “impuso unilateralmente el teletrabajo o trabajo a domicilio virtual sin entregar y poner a disposición de los trabajadores las herramientas de trabajo”. Comentaron que con esta modalidad para dar clases “amplió la carga horaria y tarea de docentes, directivos y preceptores, haciendo que ‘reemplacen’ en cargos y horas sin personal y sin retribución salarial”.
Ante esto, desde el organismo que conduce José Thomas, destacaron que “no hubo ningún tipo de imposición”, sino que Mendoza “adhirió a dos paritarias nacionales, y hemos cumplido con todo lo establecido”.
En tanto, respecto de la ampliación de la carga horaria, comentaron que “se ha pedido que en cada escuela se pueda autorregular el tiempo para que no se trabaje más ni menos. Todos estamos aprendiendo de esta modalidad y de los nuevos desafíos que tenemos enfrente”.