En las dos últimas décadas se ha producido un rápido aumento del cáncer de garganta en Europa, debido a un gran aumento de un tipo específico llamado “cáncer orofaríngeo” que afecta a la zona de las amígdalas y la parte posterior de la garganta.
Su principal causante es el virus del papiloma humano (VPH), que también está detrás de muchos casos de cáncer de cuello uterino. En la actualidad, el cáncer orofaríngeo es más frecuente que el de cuello uterino en Estados Unidos y Reino Unido.
En España, por ejemplo, el cáncer orofaríngeo se encuentra entre los diez más diagnosticados, con alrededor de 8.000 nuevos casos anuales. Así lo asegura una publicación científica Hisham Mehanna, profesor del Institute of Cancer and Genomic Sciences de la Universidad de Birmingham, compartido por el medio especializado en investigaciones The Conversation.
A su vez, el artículo asegura que en Centroamérica y Sudamérica es un problema cada vez más grave, hasta el punto de que se prevé un aumento del 17,2 % en la mortalidad por cáncer oral para 2030.
Más allá de que el VPH se transmite por vía sexual, en el caso del cáncer orofaríngeo el principal factor de riesgo es el número de parejas sexuales a lo largo de la vida, especialmente por la práctica de sexo oral.
Las personas con seis o más parejas sexuales orales a lo largo de su vida tienen 8,5 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de orofaringe que las que no practican sexo oral, según detalla la investigación.
El 80 % de los adultos practica sexo oral
Junto a su grupo de investigación, Hisham Mehanna incluyó en el estudio la encuesta a “cerca de un millar de personas sometidas a amigdalectomía por motivos no oncológicos en el Reino Unido”, y reveló que el 80% de los adultos declaró haber practicado sexo oral en algún momento de su vida. No obstante, aclaró que solo un pequeño número de esas personas desarrolla cáncer de orofaringe.
Aunque aún no está del todo claro de qué depende, la teoría predominante es que la mayoría de las personas contraen infecciones por VPH y son capaces de eliminarlas por completo.
Sin embargo, un pequeño número de personas no pueden deshacerse de la infección, quizás debido a un defecto en un aspecto particular de su sistema inmunológico.
En esos pacientes, explica el especialista, el virus es capaz de replicarse continuamente y, con el tiempo, se integra en posiciones aleatorias en el ADN del huésped, algunas de las cuales pueden hacer que las células del huésped se vuelvan cancerígenas.
Es por esto que se ha implantado en muchos países la vacunación de las jóvenes contra el VPH, como una forma de prevenir el cáncer de cuello de útero. “Ahora hay cada vez más pruebas, aunque todavía pruebas indirectas, de que también puede ser eficaz para prevenir la infección por VPH en la boca”, expresa el artículo.