El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre

Maximino Arccidiacono cumplió 88 años y hace más de 60 vive por y para las flores. El sábado, con el inicio de la primavera, festejó los 60 años de la florería familiar en Las Heras. “Una flor es la alegría del alma”, describe el humilde hombre quien encuentra justamente en las flores y en la familia el motor de su vida.

El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre
El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes

Es imposible concebir a una primavera sin flores, así como resulta una incoherencia imaginar la vida de Maximino Arccidiacono sin ellas. Quizás, entonces, no sorprende que la florería a la que “Viti” -como llaman a Maximino- ha dedicado su vida (y la sigue dedicando) haya cumplido 60 años, casualmente el 21 de septiembre, mismo día en que empezó la primavera.

“Una flor para mí es la alegría del alma. Y Dios es amor”, reflexiona, sonriente y desbordante de ese entusiasmo que contagia, Maximino. Nacido a fines de 1935 y anotado legalmente el primer día de 1936, Maximino -o Maxi, o Viti- cumplió 88 años.

El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes
El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes

Y, acompañado de su hijo Hugo, este carismático hombre sigue firme del otro lado del mostrador de Flores San Martín, el negocio familiar ubicado en la esquina de su casa (Sargento Cabral y Avellaneda, Las Heras), y el mismo que cumplió 6 décadas hace unos días.

“No sé si me quieren todos”, reflexiona con humildad Maximino, precisamente instantes antes de que Don Lorenzo, otro vecino, entre a la florería solamente para saludarlo

“Inevitablemente, uno hace un examen de conciencia. Y yo sé que en algunas cosas he fallado, porque el único que no falla es el de arriba”, continúa con la paciencia de quien lleva casi 9 décadas vividas. “Pero yo siempre me inclino por la verdad, tampoco creo en la mentira piadosa. La verdad y la familia siempre son mi compañía”, agrega.

FLOR DE VIDA

Aunque Maximino Arccidiacono nació el 7 de diciembre de 1935, lo inscribieron el 1 de enero de 1936. Legalmente, su cumpleaños coincide desde hace 88 años con el comienzo de año.

Toda la familia -él, su padre Roque (quien llegó a Mendoza desde Italia), su mamá y su hermano mayor Salvador-, se mudó a General Alvear cuando Maximino tenía 8 años, después del terremoto de San Juan (1944).

El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes
El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes

“Mi papá empezó a trabajar en una viña. Y ahí aprendí a leer y escribir gracias a dos maestras que estaban en la finca de una familia amiga”, repasa.

Tras 10 años viviendo en General Alvear, los Arccidiacono regresaron al Gran Mendoza. Roque había comprado una chacra en San Martín y Dorrego (Las Heras), y siguieron trabajando allí.

Al poco tiempo, Roque Arccidiacono se quebró un brazo y una pierna, por lo que los hermanos Salvador y Maximino se convirtieron en los sostenes del hogar. Maxi tenía 18 años, y su amor y pasión por las flores ni siquiera estaba germinando todavía.

“Un primo me consiguió trabajo en un taller de chapería. Me dijo que era muy poquito el sueldo, pero necesitaba trabajar. Recuerdo que el primer pago fue de 7 pesos de la época”, rememora.

Los primeros brotes de la pasión por las flores en los Arccidiacono aparecieron del lado de Salvador, socio y compañero de su hermano Maximino desde el comienzo. El mayor de los hermanos consiguió trabajo en una florería cerca del Cementerio de Mendoza.

El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes
El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes

UN AMOR QUE NO SE MARCHITA

El 21 de septiembre de 1964, con el comienzo de la primavera, abrió sus puertas Florería San Martín, de Salvador y Maximino Arccidiacono. Su primera locación fue en San Martín y Jujuy, en Ciudad.

“Era otra época. Trabajábamos de lunes a sábado todo el día, y medio día el domingo. Salvador, gran contador de chistes, era el coronero, Chicho -cuñado de Salvador y gran amigo- se encargaba de terminar las entregas y era la sonrisa. Y yo hacía de todo”, repasa Maxi.

Por años, los Arccidiacono fueron los floristas por excelencia de Mendoza. Tanto que, en 1980, cuando se realizó el Congreso Mariano en Mendoza (en el estadio mundialista), Maximino Arccidiacono fue el encargado de los arreglos florales para esa fiesta religiosa.

Maximino se casó con Dolores -“Chicha”- el 23 de mayo de 1964. Esa historia de amor se mantuvo por décadas, tanto que cada año Maxi le regalaba a su esposa una pulsera.

“Cuando ya tenía 17 pulseras, nos dimos cuenta de que era peligroso que saliera a la calle así, por lo que empezó a dejarlas guardadas”, agrega Maximino. Y repasa que, como parte de esos obsequios, acostumbraban a escribirse cartas.

Uno de los grandes tesoros que aún guarda el florista mendocino es, justamente, la colección de cartas manuscritas que intercambiaba con “Chicha”.

Tras 51 años casados, el 24 de marzo de 2015 Dolores falleció. Pero antes, en 2013, Maximino mudó Flores San Martín a su ubicación actual. Se trata justamente de la esquina de la casa familiar, y ello le permitió estar presente hasta el último instante con Chicha.

El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes
El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes

MÁS ACTIVO QUE NUNCA

Maximino Arccidiacono nunca dejó de trabajar, ni tampoco está entre sus planes inmediatos. Junto a Hugo, todos los días están en la florería lasherinas. Como ya es un clásico, el 21 de septiembre tuvieron mucho trabajo. Porque, como ya se dijo, la primavera es sinónimo de flores, y las flores son sinónimo de Maximino.

“Cuando yo empecé, en el Gran Mendoza había no menos de 30 florerías y reparto a domicilio. Con los años fue cayendo y ya, con el post pandemia, se hizo mucho más difícil”, reflexiona.

Pero no todos son las flores en la vida de Maximino. El fútbol es fundamental en su día a día -fanático de River, como su hijo Hugo y su nieto, Julián-, y disfruta de acomodarse en el sillón y compenetrarse con algún partido que se pueda ver en televisión. Siempre con la familia como motor.

No solo entre las flores y la familia está repartido su amor, sino también en su flamante compañera. Se trata de Aurora Goroztiaga (87), a quien conoció cuando era un niño en Alvear, y con quien se reencontró luego de 63 años.

El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes
El señor de las Flores: Maximino, el hombre que hace 60 primaveras festeja su pasión cada 21 de septiembre. Foto: Los Andes

Aurora vive en La Paz, y Maximino va a visitarla cuando puede (incluso, va en colectivo si hace falta).

“Cuando quedé viudo, un día me acordé de los amigos que quedaron en Alvear, y empecé a buscarlos en la guía. La familia Goroztiaga era muy amiga, y con los hermanos de Aurora jugaba al fútbol. Di con unos Goroztiaga en Godoy Cruz, pregunté si eran algo de los de Alvear, y me reencontré”, cuenta Maximino.

Así fue como también se reencontró con Aurora. “Estamos en pareja, ¡de luna de miel!”, describe antes de dejarse llevar por las risas.

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