Aunque la situación económica no acompañe, miles de mendocinos y argentinos le buscan la vuelta para poder concretar un viaje anhelado y tener la posibilidad de conocer nuevos horizontes como turista.
El viajar, conocer y recorrer se han convertido en un estilo de vida a tal punto que existen rituales para favorecer la concreción de dichos proyectos. Tal es el caso de Francisco Mendoza (38), un agente de turismo que durante sus primeros años como trabajador quedó fascinado con el gesto que una pareja de europeos tuvo en nuestro país y a partir de allí no paró de aplicar la “fórmula mágica” para recorrer el mundo.
El ritual de la valija nació en Bariloche
La noche del 31 de diciembre de 2004 Francisco se encontraba en Bariloche. Era uno de los coordinadores de viajes de egresados que estaba acompañando a un contingente de estudiantes en la paradisíaca ciudad patagónica.
Ya con los primeros segundos de 2005 y luego del brindis por Año Nuevo, Francisco observó a una pareja de islandeses que salía del lobby del hotel con una valija cada uno. Minutos después, los europeos volvían a ingresar con el equipaje en una acción aparentemente sin sentido.
Ante la sorpresa, el joven mendocino le preguntó a los europeos qué habían hecho y los viajeros le contestaron que era una costumbre de ellos salir a las 00 del primero de enero con una valija y dar una vuelta a la manzana. En ese gesto rememoraban antiguos viajes, personas que conocieron y compañeros de aventuras; era una suerte de homenaje a las experiencias vividas recorriendo el mundo y augurando nuevas travesías.
Los islandeses le insistieron a Francisco para que él también realizara el ritual porque “traía suerte”, cosa que hizo desde esa misma noche y nunca paró. Ni de realizar la vuelta con la valija ni de viajar.
La “vuelta de la valija”, un rito que se repite año a año
Desde ese año, Francisco incorporó el ritual de dar una vuelta con la valija durante los primeros segundos de cada año nuevo. No importaba el lugar en el que estaba: en su casa, en casa de amigos y hasta alrededor de la Plaza España de Ciudad –en 2021- el consejo de los islandeses se trasformó en una materia obligada.
Creer o reventar, para el mendocino la buena vibra del “procedimiento” dio resultado y poco a poco sus horizontes de viajero fueron corriéndose cada vez más. Acompañado por su oficio, pasó de ser coordinador a vendedor de paquetes de viajes y ahora tiene su agencia propia –Munditis-.
Según lo detalló a Los Andes, solo en 2023 pudo viajar al exterior al menos 10 veces y tomó casi 70 vuelos.
El boom de la valija en 2024
“El ritual de la valija” -tal como lo cataloga Francisco- es una tradición que introdujo en Mendoza sin proponérselo. Él la define como una ‘fórmula’ para atraer viajes y en la edición 2024 tanto él como su familia aprovecharon la cena de Año Nuevo para realizar la vuelta más numerosa hasta el momento.
Dicha cena familiar para recibir el 2024 contó con unos 40 comensales, quienes en su mayoría habían acordado asistir con una valija para realizar el ‘procedimiento’. Así, luego de las 00 de este lunes, casi 30 personas salieron a las calles del Barrio Bombal de Godoy Cruz –Patricias Mendocinas y Beltrán- para reeditar el ritual.
“Mis primos iban cantando, pasaban vehículos y nos tocaban bocina. La verdad que estuvo bueno”, detalló el creador de tan singular desafío.
“A mí me gusta que la gente viaje, me compre a mí o no. Por eso hacemos el ritual, para que conozcan, viva experiencias con la familia y amigos”, cerró.