Un guardaparques de Villavicencio fotografió al felino, que miraba desde cerca otra cámara ubicada en un trípode. En el llamativo registro pareciera que el puma está tomando sus propias fotos.
El puma fotógrafo: divertida secuencia de fotos de un puma mirando por una cámara en medio de la cordillera. Foto: Gentileza @cuyo.birding.3
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Un viejo axioma, en el periodismo y que se aplica para la vida en sí, sostiene: "Que un perro muerda a una persona no es noticia. Pero si una persona muerde a un perro, ello sí lo es". Pues bien podría aplicarse esta lógica para describir la inédita y divertida secuencia de fotos en que se ve a un puma parado detrás de una cámara y como si estuviera a punto de tomar "la foto" de su vida en lugar de ser el objetivo de la toma.
Las 4 fotos, capturadas por el guardaparques y fotógrafo Martín Pérez-quién otro si no- en la zona de Paramillos (dentro de la Reserva Natural Villavicencio, en plena Cordillera de los Andes mendocina) son por demás llamativas. Y es que se ve al puma detrás de la cámara, un lugar opuesto al que -por lo general- suele ocupar este felino predador tope. Y es que el puma suele ser la "presa" preferida por los fotógrafos al momento de tomar la foto, así como también el protagonista central de las postales. Pero esta vez se ubicó, literalmente, detrás de la cámara.
Con sus fotos de naturaleza viva, Martín Pérez ya es una figura y un personaje por demás popular. Este guardaparques y fotógrafo es conocido en toda la región por las imágenes que captura y que comparte a diario en su cuenta de Instagram @cuyo.birding.3 , y donde suelen destacarse aves, zorros, guanacos y -por supuesto- pumas.
Es en sus recorridos de control y rutina por Villavicencio donde suele tomar estas fotografías. Y en estas circunstancias fue que, a principios de marzo, logró tomar las llamativas fotos del puma parado detrás de una de sus cámaras de fotos.
"Encontramos un guanaco que había sido cazado por los pumas y, a lo lejos, vinos que el felino lo estaba comiendo. Con mi compañero nos mantuvimos a la distancia y, cuando el puma se alejó de la presa, nos acercamos un poco y yo dejé una de las cámaras en un trípode, con un lente angular y con el intervalómetro activado", resume Martín sobre las circunstancias en que obtuvo la llamativa postal.
Dejando la cámara ubicada en el sitio y configurada para tomar fotos cada 20 segundos, Pérez y su compañero se alejaron nuevamente de la zona donde estaba el guanaco. Y, cuando regresaron minutos después, no encontraron rastros del predador.
"Estuvimos un rato recorriendo la zona y alertas para asegurarnos de que el puma no estuviera en la zona. Y cuando nos disponíamos a ir a buscar la cámara que había dejado, ahí vimos que había aparecido un puma y estaba parado detrás de la cámara, como si estuviese sacando una foto o mirando el visor", reconstruye Martín.
Sin pensarlo dos veces, y rápido de reflejos, Pérez tomó su segunda cámara y capturó las postales que acompañan esta nota. Allí se lo ve al puma, curioso, chusmeando la cámara. Muy probablemente, por primera vez, este felino haya estado del otro lado del lente con que Pérez suele fotografiarlo (a él y a sus compañeros).
El "puma fotógrafo" estuvo algunos minutos rondando la cámara, mientras que un segundo puma había regresado para seguir alimentándose del guanaco que habían cazado en los instantes previos. Incluso, cuando el ejemplar que estaba "chusmeando" la cámara intentó acercarse para rescatar algún trozo de carne del guanaco, quien se había acaparado todo el botín adoptó una actitud de rechazo y lo mantuvo alejado.
Minutos después, los dos felinos emprendieron la huida hasta volver a perderse ocultos en esa zona alta de Villavicencio. Y fue en ese momento en que Martín Pérez pudo finalmente regresar a por la cámara que había dejado en el trípode. En tanto, con el otro equipo, ya había tomado las fotos del puma posando detrás de la primera cámara.
En Mendoza, el puma es una especie protegida por ley, por lo que su caza se encuentra prohibida y penada. Y si bien los avistajes son posibles, es importante destacar que son raros y muy eventuales. Es decir, no hay chances de programar visitas a la Reserva Natural Villavicencio (ni a ningún lado) para hacer avistaje de pumas.
Si bien los pumas son animales que suelen evitar a toda costa a los humanos, ello no quita que en ocasiones puedan generarse encuentros casuales.
Tanto en Villavicencio como en otras áreas protegidas, los pumas suelen mantenerse en las áreas intangibles (aquellas a las que no pueden acceder los visitantes -o no deberían-). Y, si salen a merodear, estos felinos suelen hacerlo durante la noche o a primera hora de la mañana.
En la cartelería pública dispuesta en la Reserva Natural Villavicencio, en toda la ruta 52 y en otras áreas protegidas donde frecuentan estos ejemplares (la Pampa del Leoncito –San Juan-, al lado de Uspallata es una de ellas, por ejemplo) se detallan las principales recomendaciones referidas a cómo actuar en caso de toparse con un puma.
Estas son:
Ante casos de avistamientos, avisar al 911 o a través de www.ambiente.mendoza.gov.ar
