“Mi pan su su sum; su su sum…”
Una canción prácticamente a capella -a excepción de alguna que otra percusión que acompaña de fondo- y por demás pegadiza (de esas que quedan en la cabeza y no nos abandonan por días). Mientras suena la atrapante melodía -que pareciera no decir nada-; en el video que acompaña se ve una llama animada en 3D -o la misma llama, duplicada y hasta triplicada en la pantalla-; bailando con mucho swing y actitud.
El video se convirtió en viral en las últimas semanas; y es uno de los tantos virales que nos ha dejado la cuarentena (entre los más recientes, pelea cabeza a cabeza con el hipnótico jingle de Norbert Degoas “Buenos Aires, El Cóndor, Mar del Plata”). Porque, además, el audio está disponible en la red social TikTok para que sus usuarios se animen a bailar como “la llamita” a modo de desafío.
Todos la escuchamos y a todos nos quedó en la cabeza durante horas y hasta días. Pero, ¿cuál es el origen del “Mi pan su su sum, su su sum”?
Cereales desde Rusia
El desembarco del “tema de la llamita” en TikTok llegó de la mano del usuario ruso @itzmilpops , quien incluyó la melodía inspirada en el jingle de los cereales “Miel Pops” (o “Honey Pops Cracks”).
El comercial original incluye a un grupo de abejas que bailan en el interior de un panal esta canción; practicando una coreografía mientras manipular los cereales. A diferencia de la versión viral, las voces de a canción original no son tan aflautadas; y tiene más arreglos instrumentales. Además, el “Mi pan” es reemplazado por “Miel Pops”; justamente el nombre del producto. Y el “su su sum” es la fonética de lo que realmente en ruso significa “¡qué delicioso es!”.
El comercial también tiene su versión en español. “Miel Pops, zzzzum zzzum zzzzum (emulando el zumbido de las abejas)”, se distingue en la primera frase; mientras que luego se intercalan el nombre del producto con onomatopeyas que connotan lo crocante (“crack” o “grunch”) con las que indican que es delicioso (“ñam”).
El comercial dio su salto a la fama en forma de meme cuando el tiktoker europeo subió por primera vez un extraño e incoherente video donde se escucha la melodía de fondo -ya en su versión a capella y con voz finita-; mientras dos personajes virtuales la bailan; acompañados de cuadros de diálogo en ruso.
Desde ese momento, las versiones fueron variadas. Primero, le agregaron la llama animada bailando; luego le cambiaron hasta los colores y -como no podía ser de otra forma- hasta tiene su versión en cumbia, made in Argentina.
Y, como suele pasar con todo aquello que alcanza un éxito sobredimensionado y vertiginoso; tampoco faltan los youtubers que se encargaron de reproducirla al revés en búsqueda de mensajes subliminales.