El Negro Roca: el guardián del teatro griego Frank Romero Day

Desde hace 27 años, este hombre hijo de una costurera vendimial, custodia el Frank Romero Day, al que siente como su propia casa.

El Negro Roca: el guardián del teatro griego Frank Romero Day
Néstor Roca: el hombre de las “llaves” del Frank Romero Day.

Los espacios icónicos de la Vendimia tienen un poder de identificación tan poderoso para los hacedores culturales de la provincia, que son capaces de entrelazar historias y vidas completas, que atraviesan generaciones y se transmiten igual que los rasgos hereditarios.

Un buen ejemplo de esto es Néstor El Negro Roca: hijo de una histórica costurera de trajes vendimiales llamada María Miranda, recibió desde niño la herencia del amor por la fiesta, y conoció desde niño la magia de la fiesta celebrada en el teatro griego Frank Romero Day. Con los años, como si de algo natural se tratase, se convirtió en un habitante común de esas gradas, esos vestuarios, ese escenario, ese lago que forman parte de las formas del lugar, hasta convertirse nada más y nada menos que en su guardián. Y esto no es una metáfora: El Negro Roca es literalmente el encargado del Frank Romero Day, el que porta sus llaves, el custodio de este sitio que este año está cumpliendo sus primeras seis décadas.

Néstor recuerda que barrer fue la primera tarea que le asignaron. Con pocos años y mucha inquietud, se fue interiorizando sobre cada aspecto del trabajo y así fue que, poco a poco, se convirtió en el ayudante de confianza de Mariano Angélica, quien era por entonces el encargado general que lo antecedió en el puesto hasta su jubilación. Fue entonces cuando Néstor Roca quedó al frente de esta enorme responsabilidad, que tanto lo apasiona y de la que se declara enamorado: “Amo este lugar, venir cada día aquí es un regalo”.

En el ámbito laboral, desde el Ministerio de Cultura y Turismo se lo conoce informalmente como “el dueño de las llaves del teatro griego”. Él sonríe y dice: “Sí, las llaves las tengo yo, pero siento de corazón que este majestuoso lugar es propiedad de cada mendocino, porque aquí año a año vemos nuestra idiosincrasia expresada artísticamente”.

Sobre los elogios que recibe por su gran solvencia, dice: “Al conocer cada movimiento, el lugar puntual de cada cosa, es un poco ser el responsable de cuidar y proteger todo”. Son más de 50 llaves que Roca distingue como si fuesen de su propia casa y conoce a ciegas dónde pertenecen y cuál es su utilidad. Hoy, como cada año, se encuentra con el desafío de una nueva Fiesta Nacional de la Vendimia por delante, trabajando intensamente para que este fin de semana (sábado, domingo y lunes), el teatro griego luzca en su máximo esplendor.

Néstor Roca: el hombre de las “llaves” del Frank Romero Day.
Néstor Roca: el hombre de las “llaves” del Frank Romero Day.

“Sé que mi trabajo es importante porque sé cada detalle, desde dónde sale el agua o desde dónde parte la energía para cada tablero. Cada vez que viene alguien o tiene que realizar alguna obra, estoy predispuesto para ayudar y resolver de la manera más ágil. Reitero, amo este trabajo y lo asumo con alegría y responsabilidad”, dice conmovido Néstor.

Sus días durante la Vendimia transcurren en asistir con distintas tareas a las personas que comienzan a llegar para montar escenográficamente el espectáculo de Vendimia, y también para el desarrollo de las obras de mantenimiento y mejoras del lugar. Néstor es el primero en abrir las puertas tempranísimo y está pendiente de asesorar para cuidar las instalaciones, para respetar y preservar el patrimonio de los y las mendocinas. El resto del año, realiza tareas generales, destinando el tiempo necesario para que no haya deterioros.

Siendo Néstor muy joven, su madre, una costurera con mucha experiencia y muy querida por sus compañeros, le comentó que estaban convocando gente para trabajar en la Vendimia. Fue así que decidió presentarse, sin imaginar que con el tiempo encontraría allí su segundo hogar.

Con el paso del tiempo, fue lógicamente en la propia Vendimia que conoció a su compañera de vida y madre de sus hijos, quien comenzó trabajando en utilería y que actualmente se desempeña como planchadora vendimial. Cuando la familia creció, sus propios hijos también pasaron por la experiencia.

“Vendimia es para mí casi un todo, porque vivo acá todos los días y siempre con mucha satisfacción. Creo que el día que no pueda estar acá, no sé qué voy a hacer. Realmente me encanta este lugar, te tiene que gustar mucho este trabajo, porque o estás al sol todos los días o en invierno padecés todo el frío. Es más, luego de la pandemia, con la primera Vendimia presencial, yo me instalé acá desde enero y desde entonces me quedé en el teatro griego para evitar contagios, porque soy el único que conoce cada lugar, cada punto. Prácticamente, vivo acá y soy una persona feliz en mis dos hogares, como digo”, señala ahora con una gran sonrisa.

La puesta en escena de la Fiesta Nacional de la Vendimia son los días más importantes en el Frank Romero Day. Particularmente el día del Acto Central, cuando el público llena las gradas y el Canto a Mendoza se apodera del lugar, que luego se replica durante dos días más.

Néstor El Negro Roca, con una emoción que lo desborda, confiesa: “Escuchar la canción de fondo cuando comienza la Vendimia y se apagan las luces es algo que no se puede explicar, se me pone la piel de gallina hasta el día de hoy, después de tantos años”.

Cada una de las personas que hace posible la Fiesta Nacional de la Vendimia, ya sean artistas, técnicos, personal de apoyo y cada uno de los y las trabajadoras, está abocada a su rol. Pendiente de cada detalle para ofrecer al público un espectáculo único, considerado entre los más importantes que se realizan a cielo abierto en el mundo.

Desde su propia experiencia, Néstor afirma: “Nunca veo la Fiesta. Veo los ensayos y es recién en alguna repetición que tengo el espacio para disfrutarla, porque el día del Acto Central es cuando todo debe salir bien y no hay lugar para el azar. Por eso estoy pendiente de todo y trato de estar en muchos lados, porque me lo he propuesto así. Es una responsabilidad asegurarme que las luces estén apagadas, que la gente esté cómoda, que los sanitarios estén en óptimas condiciones y todo lo necesario para que sea una noche única y especial para todos”. / Fuente: Gobierno de Mendoza

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