Bruno Capello habla de Mendoza, su provincia, con nostalgia y alegría. Recuerda el Club Regatas, Los Reyunos, Valle Grande y El Nihuil y no puede evitar emocionarse.
No es para menos. En la Tierra del Sol y del Buen Vino vivió casi toda su vida, sembró grandes amigos y se formó en un rubro que lo llevó a triunfar lejos de casa, precisamente en Playa del Carmen. Ademas, en Mendoza viven dos de sus cinco hijos y otros familiares.
Hijo de una sanrafaelina y un cordobés, Bruno nació en Río Cuarto aunque de muy niño se instaló en esta provincia. Estudió la primaria en la Escuela Bombal de calle Montecaseros y Lavalle y el secundario en el colegio Tomás Godoy Cruz. Luego cursó Administración de Empresas en el Instituto Avellaneda y Contador Público en la Universidad de Congreso.
-¿Dónde y cuándo empieza el mundo de los hoteles en su vida?
-Trabajé en Hyatt & Regency Casino, donde fui parte del equipo de apertura y estuve ocho años hasta que me ofrecieron desempeñarme como gerente de área a Sheraton & Casino Enjoy, ya dentro del equipo de apertura, previo a inaugurar. Permanecí siete años hasta que la misma empresa me ofreció ir a la Isla de San Andrés en Colombia. Fueron dos años en aquel lugar hasta que una empresa de México me hizo una oferta como director de operaciones corporativo. Después de una gestión muy enriquecedora desde lo profesional y personal, decidí emprender un negocio personal, favorecido por la pandemia.
-¿El salto lo dio solo?
-No, logramos un crecimiento exponencial en solo un año con un grupo de amigos que son mis socios, inversionistas y directores corporativos. Casi todos son mendocinos: Gustavo Córdoba, Hugo Frascheri, Flavio Spinelli, Andrés Arango y Jorge Paredes, este último, chileno. A todos ellos los conozco desde hace mucho tiempo. Hoy, ellos y sus familias son mi propia familia en Playa del Carmen.
-¿Qué empresas lograron crear?
-Tenemos un grupo de empresas; la principal es una operadora de 12 hoteles en Playa del Carmen que sigue creciendo y otras cinco firmas más. Todo este crecimiento estuvo favorecido por nuestro Fondo de Inversiones donde muchos mendocinos invirtieron sus ahorros para rentabilizarlos. Los hoteles son construidos por grandes inversionistas y nosotros los alquilamos para explotarlos o por contrato de operación, como las grandes cadenas hoteleras. Todo el negocio es nuestro menos la propiedad. En Business Force Group (BFG), la empresa que fundé en la pandemia, tiene también cuatro restaurantes, una empresa de mantenimiento y construcción, una agencia de tours, una lavandería industrial y desarrollo inmobiliario.
-¿Cómo logró ese salto al mundo empresarial?
-Creo que desarrollé esa habilidad gracias a la experiencia. Tuve que prepararme mucho para desarrollar la mentalidad de empresario y emprendedor invirtiendo miles de horas en libros y cursos ya que es totalmente diferente ser asalariado y empresario. Hoy también soy escritor y conferencista en desarrollo de negocios, liderazgo y espiritualidad.
-¿Este crecimiento era imposible en la Argentina?
-Lo que me trajo a México fueron mejores posibilidades profesionales. Tuve que elegir entre permanecer allá o seguir creciendo. Luego elegí venir a vivir a Playa del Carmen porque me encanta el Caribe con este mar maravilloso y clima inigualable.
-¿Cómo observa a la Argentina desde lejos?
-Veo a la Argentina como un país joven que está creciendo en experiencia. Considero que es cuestión de tiempo para que vuelva a posicionarse como una potencia mundial por su riqueza y la capacidad que tiene la gente de reinventarse y salir adelante.
-¿Se sigue sintiendo mendocino?
-Me siento muy mendocino y de hecho sigo hablando con la misma tonada de siempre. Desde los cuatro años y hasta los 37 viví en Argentina. Mis cinco hijos y mi esposa son mendocinos y tengo muchos amigos y familia que siempre extraño. Cada vez que voy y recorro las calles, el parque San Martín y el Club Regatas, donde pasé muchos años de mi infancia y, claro, siento mucha nostalgia.
-¿Qué añora de la provincia?
-Recorrer lugares que disfruté mucho, como Valle Grande, El Nihuil, Los Reyunos y San Rafael aparte de Mendoza capital, siempre tan bella.