El predio completo de lo que alguna vez fue el histórico hospital Emilio Civit –primero, provincial y luego, infantil– comprende 8.600 hectáreas en el parque General San Martín. En la actualidad, a excepción del espacio de fotografía Máximo Arias (con entrada sobre calle Padre Contreras, a mitad de cuadra) y un sector que se encuentra en “préstamo” a la UNCuyo para el funcionamiento de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, todo el predio está en desuso. Pero, de acuerdo a la meta que se ha propuesto el Gobierno de Mendoza, para 2023, allí se espera que esté funcionando un flamante Polo Cultural y Turístico, que contará con un parque botánico y espacios culturales y gastronómicos integrados física y conceptualmente.
En el predio, donde alguna vez funcionó también a finales de la década del 90 y comienzos del siglo XXI el popular Parque de la Ciencia y tecnología Eureka, hay en total seis edificios históricos que son patrimonio arquitectónico provincial. Y cada uno de estos bloques tendrá su función bien delimitada y definida.
“Si bien el predio lleva tiempo en desuso, se encuentra en buen estado. Por esto mismo la idea es trabajar en la puesta en valor y recuperación, y se ha pensado en trabajarlo de manera integral. Todo el predio es del Ministerio de Turismo y Cultura. Y ya estamos trabajando en refuncionalizarlo e instalar en el lugar el anhelado proyecto de un jardín botánico. Se trata de un espacio avalado científicamente, que responde a modelos de jardines botánicos a nivel mundial y que buscan dar a conocer y proponer para el disfrute público un espacio donde la vegetación tiene una coherencia científica”, destacó el director de Patrimonio de Mendoza, Horacio Chiavazza.
Además del jardín (que estará en lo que actualmente son los patios y los espacios al aire libre del predio), cada uno de los edificios del lugar tendrá su función específica, y englobará algún plano particular de la cultura mendocina. “El Gobernador nos encomendó el desarrollo de este proyecto integral que abordamos con los equipos de Patrimonio y de Infraestructura. Estamos trabajando para lograr la recuperación y la puesta en valor de este espacio de importancia patrimonial e histórica a fin de ponerlo al servicio de la cultura para múltiples propuestas, el desarrollo de talentos y el turismo”, acotó a su turno la ministra de Turismo y Cultura, Nora Vicario.
Polo cultural
Según destacó el director de Patrimonio, hace cerca de un año y medio se comenzó a trabajar en el lugar. “Desde Patrimonio hemos desarrollado todo el proyecto. Hemos trabajado en el plan de uso de estos espacios, que es muy importante para el desarrollo de análisis. Ya cuenta con la valoración patrimonial también y están en marcha los estudios estructurales de los edificios, así como también la obra de ingeniería y el proyecto integral de las franjas paisajísticas, para las que participaron investigadores del Centro de Servicio Tecnológico del Conicet (CCT). Todo esto deberíamos tenerlo listo para entrar en etapa de elaboración de pliego que, se espera, sea a fines de abril”, resaltó Chiavazza.
En lo que tiene que ver con el jardín botánico propiamente dicho, los investigadores del CCT fueron los encargados de desarrollar el proyecto. Incluye vegetación autóctona, así como también introducida y proveniente de ambientes áridos de distintas partes del mundo. Según resaltaron desde el Ministerio de Turismo y Cultura, se trata de una tipología de proyecto validada que va a servir para disfrute del público en general, pero también para investigación científica. “Se pretende involucrar a este jardín botánico dentro de las redes mundiales. Mendoza no tiene un jardín botánico y la cercanía al Parque San Martín convierte al contexto en ideal”, resaltó el director de Patrimonio.
Sin embargo, este polo no se limita exclusivamente al jardín. En ese sentido, se recuperarán y pondrán en valor los edificios del viejo hospital.
De las seis construcciones distribuidas en todo el lugar, la que se encuentra en mejor estado de conservación y mantenimiento es la del Espacio de Fotografía Máximo Arias (alguna vez fue la entrada principal y los consultorios del hospital Emilio Civit). “Este espacio ya está recuperado. Se van a hacer tareas de mantenimiento y se van a mejorar ediliciamente los techos y los pisos”, destacó Chiavazza.
Otro de los bloques es el que funcionó en los años de esplendor del hospital como “La Casa de Monjas”. Este cuerpo se encuentra sobre calle Padre Contreras, entre la entrada y la esquina con Lencinas (hacia el Norte). El objetivo allí es trabajar y dar forma a un espacio que, en el mundo, se conoce como “economuseos”. “Son nuevas tendencias que tratan de vincular producciones locales y autóctonas con buena calidad. Suelen ser espacios donde se muestran las tradiciones gastronómicas y artesanales. Y, además de puntos de venta, hay lugar para mostrar cómo se llevan adelante y se crean estos productos. La idea es crear en el lugar un espacio gastronómico bajo este enfoque”, explicó el funcionario.
El tercero de los edificios históricos dentro del espacio es “La Capilla”, ubicada exactamente en la esquina de Contreras y Lencinas. En este sector se ha previsto la instalación de un “templo de la música”, lugar que contemple la ejecución de piezas musicales en instrumentos creados por lutieres locales. “Se busca que haya un perfil interpretativo de las distintas colectividades de Mendoza, que recientemente fueron declaradas como patrimonio. Entonces aquí habría un combo de producción cultural, económica y con certificación”, explicó Chiavazza.
En el punto central de lo que alguna vez fue el hospital Emilio Civit y luego el parque de la ciencia, se encuentra el edificio donde estaba el área de radiología del centro asistencial. Es uno de los edificios más nuevos (data de las décadas de 1980 y 1990), y allí la intención oficial es que se desarrolle un espacio de la memoria visual de Mendoza, “Allí estaría la fotografía y la cartografía histórica de Mendoza. Incluiría los planos oficiales de la arquitectura y que hoy están archivados en no muy buenas condiciones. En cuanto al archivo fotográfico, buscamos recopilar grandes colecciones y generar un área de conservación de bienes patrimoniales gráficos, así como también la restauración y exposición de uso público”, se detuvo en este apartado el director de Patrimonio. Este espacio en particular complementaría el ya existente Archivo Histórico de la provincia (ubicado en Belgrano y Sargento Cabral).
En el mismo edificio, ya en la parte superior, la meta es instalar un café y unidad de servicios gastronómicos. Sería un punto clave, ya que al estar en el corazón del predio y en el medio del jardín botánico, se podría tener el control visual de todo el entorno.
El quinto edificio es el que lleva por nombre José Federico Moreno que, en tiempos del hospital, era el área de aislamiento para las embarazadas. Allí se ha pensado -aunque por ahora es solo un proyecto- en un espacio dedicado en su totalidad al creador de Mafalda, Joaquín Lavado, Quino. “Estaría vinculado con el espacio Máximo Arias y las artes visuales. Quino tiene un carácter autóctono mendocino y, a la vez, es autor de una obra de alcance mundial. Entonces la idea es tratar de vincular la visión avanzada de Quino con los conceptos de ecología y lo cultural”, sostuvo Chiavazza. Aquí los trabajos ya comenzaron, aunque -por el momento- la idea de convertirlo en un Espacio Quino es un gran anhelo.
Y, por último, está lo que fue en su momento la nueva maternidad del Emilio Civit, un edificio que se encontraba al lado del Moreno. Siempre de acuerdo a la intención del Ejecutivo, la idea es que allí se encuentre el centro de interpretación del jardín botánico, el punto de investigación con mirada científica y todo lo que corresponda a la difusión.
Un predio con historia
A principios del siglo XX, en este predio ubicado en pleno Parque San Martín, se construyó el Hospital Emilio Civit. En 1907 se instaló la piedra basal de un centro asistencial que fue levantado con la idea de reemplazar al Hospital San Antonio, construido en siglo XVIII en la zona de la Colonia, Guaymallén.
“El Hospital Emilio Civit vino a complementar todas las obras de políticas modernizadoras de la provincia. Se trataba de un predio significativamente grande, asociado al parque y se consideraba que los aires sanos del sector occidental y sur mejoraban la salubridad”, recapituló el director de Patrimonio de Mendoza, Horacio Chiavazza.
Ya en la década del 70 el hospital provincial mutó su función a uno de niños y allí funcionó hasta que fue inaugurado el Hospital Humberto Notti (en la década del 90). “Con la inauguración del Notti, quedó en desuso el predio. En la década del 90 surgieron algunos proyectos culturales y educativos –como el parque Eureka– que permitieron recuperar el lugar, mientras que ahora está la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCuyo”, concluyó el funcionario.