A cuatro meses exactos del inicio de la búsqueda del mendocino Carlos Juárez, cuya embarcación desapareció en el Mar Caribe los primeros días de octubre último mientras realizaba una misión humanitaria, su hermano Sergio se refirió a una posible ruta de narcos.
En diálogo con Los Andes, dijo hoy que si bien no hay antecedentes de piratas en esa zona, “hemos escuchado que coincidía con una posible ruta de narcos”.
Con el firme propósito de que el caso no quede en la nada, mencionó que actualmente sólo se realiza una búsqueda pasiva, es decir, que se envían reportes a las fuerzas marinas y se sale en la búsqueda exclusivamente en casos de información certera.
“El 28 de septiembre pasado tendrían que haber llegado, los primeros días de octubre se comenzó la búsqueda. Han pasado más de cuatro meses sin novedades”, lamentó.
Desde México, donde se radicó años atrás junto a su familia, Sergio Juárez agregó: “Personas expertas en el mar aseguran que si el barco se hubiese hundido, a la fecha se hubieran encontrado algunas partes del mismo ya que suelen flotar, por lo que se creería que fueron abordados”, especuló.
“Desde el primer momento sólo se tomó en cuenta que el barco podría estar a la deriva y se descartaron otras posibilidades. De parte de la Marina y el Estado de México me parece que fue un error la actuación de los primeros días, que son cruciales, para dar con su localización”, apuntó. Y sostuvo que la Fiscalía de México no inicia aún una investigación.
Respecto de sus padres, Carlos y Adriana, quienes viven en la Ciudad de Mendoza, el hermano del hombre desaparecido dijo que si bien son días difíciles para ellos, “siempre mantienen la esperanza. Nos han venido a visitar y son personas fuertes gracias a Dios”.
Separado, padre de Génesis, de 20 años y de Juliet, de 17, Carlos había partido hace muchos años a Estados Unidos. Tanto él como Renzo Spasiano, de 20 años, también argentino, viajaban en el yate desaparecido junto a un ciudadano cubano y otro mexicano de regreso de un viaje a Haití, adonde fueron para llevar alimentos, medicamentos y hasta un hospital de campaña.
El último contacto con el yate M.O.I Guadalupe se tuvo el pasado martes 28 de septiembre luego de que la embarcación dejara Jamaica, donde se detuvo a recargar combustible.
La madre de Carlos, Adriana Corradi, dio a conocer meses atrás, a través de Los Andes, un duro comunicado. “Soy la mamá de Carlitos y estoy viviendo una situación indescriptible, necesito encontrar a mi hijo , tengo mucha fe pero mis manos están atadas, nada puedo hacer puedo hacer desde mí lugar, solo implorar a quienes tengan el modo de colaborar con la búsqueda, lo hagan”, dijo.
“Pido que sea urgente, que no pase más tiempo, por favor, ellos están necesitando que los rescaten de lo que puedan estar viviendo. Sé que me van a escuchar y por eso ya les agradezco de antemano, así como a todas las personas que de una manera u otra se mueven para que vuelvan a casa”, expresó.