El ciclo lectivo ya está en marcha: 445.488 estudiantes desde nivel inicial a secundaria asisten a clases desde el 27 de febrero en un año marcado por estrategias que se consolidan tras ser probadas los años previos. El objetivo: que los chicos aprendan más y mejor tras los magros resultados que muestran las evaluaciones de aprendizaje provinciales, nacionales e internacionales.
Con la alfabetización en lectoescritura como la vedette de esta “edición”, este año se estrena la última gran apuesta de esta ficha que juega el gobierno escolar local: el Plan Estratégico de Alfabetización, la nueva ley aprobada a fin de año en la Legislatura.
Sus lineamientos marcarán el camino este año a través de tres ejes y una herramienta sustancial. Entre otras cosas, se medirá por tercer año consecutivo la fluidez lectora e incluso se dará un paso más: quienes tienen un desempeño avanzado pasarán “de nivel” para comenzar a entrenarse en comprensión lectora. Además, se fortalecerá el desarrollo de habilidades para la organización y el aprendizaje a través de la incorporación y puesta en práctica de recursos que se considera deben tener los estudiantes para mejorar sus procesos académicos, en lo inmediato y a largo plazo.
Ejes que se ramifican
Los tres ejes que apuntalarán las propuestas están consignados en la nueva norma. Se trata de abordajes que apunten al desarrollo del sistema cognitivo, atención a las trayectorias y evaluación para la mejora continua.
“Sistema cognitivo es ver qué nos va diciendo la ciencia en relación a la manera en que los chicos aprenden, que no es la arbitrariedad de un método u otro sino los modos que la ciencia valida para aprender”, detalló Silvina del Pópolo, Directora de Planificación de la Calidad Educativa de la Dirección General de Escuelas (DGE). Refirió que comprender cómo funciona el sistema cognitivo es entender cómo los chicos aprenden, “sin esa información es difícil lograr una mejora en los aprendizajes”.
Señaló que hay proyectos que hacen foco en habilidades de pensamiento, que cuando se habla de fluidez y comprensión lectora se está abordando una manera de comprender y conocer y también cuando se habla de funciones ejecutivas. Justamente dentro de estas últimas se enmarcan los recursos que se busca que incorporen los alumnos para poder organizarse y planificar sus procesos de aprendizaje.
“La atención a trayectorias es observar cómo los chicos se van moviendo dentro del mismo nivel, en relación a la lectura, la alfabetización, las habilidades de pensamiento. Y la evaluación para la mejora permanente es no solo la evaluación pedagógica, es decir yo como docente evaluando de manera permanente a mis estudiantes y teniendo un diagnóstico continuo a partir de esa evaluación sino también un pasito más arriba que es la evaluación institucional, los sistemas de información y de datos cómo contribuyen a esa mejora”, agregó.
La funcionaria explicó que esos tres ejes se van a ramificar en muchas opciones para los distintos niveles y en las distintas disciplinas.
Señaló que por ejemplo dentro del sistema cognitivo se trabaja fluidez y comprensión lectora, escritura, habilidades de pensamiento, en Matemática, en la Historia, en la Geografía y otras áreas. Además por ejemplo, habilidades de pensamiento en el nivel inicial, primario y secundario.
Asociado a esto, este período tendrá otra novedad: jornadas optativas remuneradas para los docentes. En ellas se profundizará justamente sobre estos aspectos y se dictarán los días sábados. Se trata de una estrategia que se había probado en la segunda mitad del año pasado con buenos resultados. Pero además, se enmarca también en lo que estipula la nueva normativa: formación para los docentes bajo sus preceptos.
Herramienta fundamental
La DGE cuenta con la que considera una herramienta fundamental de los últimos años de gestión. El Censo de Fluidez Lectora, relevamiento que involucra a todos los alumnos de primaria y secundaria y fue implementado en principio como prueba piloto tras los drásticos cambios y consecuencias que dejó el primer año de pandemia, en 2021. De este modo, la tercera edición será uno de los recursos sustanciales de la cruzada, sobre el cual las autoridades señalan que ha dado amplias muestras de sus beneficios.
En esta oportunidad, incluso, suben la apuesta y avanzarán en lo que consideran una instancia superadora: los alumnos que muestren un buen desempeño en fluidez lectora subirán un escalón para trabajar comprensión lectora. Con esto, apuntan a las críticas que cuestionaban que enfocar en la lectura no incidiría en el desempeño académico.
El censo busca medir el desempeño en lectura y, en los casos necesarios, generar acciones de acompañamiento para su mejora con horas extra y/o jornada extendida.
La flamante norma declara la “Alfabetización como política educativa prioritaria para todo el territorio provincial”, estableciéndose “un Plan Estratégico de Alfabetización de Mendoza (PEAM), como política pública, responsabilidad indelegable del Estado”.
Apunta a la alfabetización en lecto escritura como una prioridad en la escuela primaria, medición y evaluación para hacer un diagnóstico y apreciar resultados y la formación docente, desde los primeros pasos y de manera continua.
El Censo fue el germen primigenio del Plan que se estrena, y se realiza en tres instancias en las que se cuentan las palabras válidas, adecuadamente leídas y acentuadas por el alumno, durante un minuto.
La primera instancia será entre el 15 de marzo y el 12 de abril, tanto para primaria como para secundaria. La segunda será entre el 26 de julio y el 16 de agosto, también para ambos niveles. En tanto la tercera medición tendrá diferentes fechas según el nivel: del 21 de noviembre al 7 de diciembre para primaria y del 8 de noviembre al 22 de del mismo mes para secundaria.
Como es usual habrá una población focal en la que la medición es realizada por equipos técnicos de la DGE, es decir, externos al colegio, a la que se realiza un seguimiento meticuloso. Unos 90 mil alumnos estarán incluidos en este grupo que abarca a tercero y sexto grado de primaria y primer año de secundaria. Pero lo cierto es que serán evaluados todos los estudiantes de estos dos niveles, lo cual harán los docentes de la misma institución. Esto incluye en total casi 383.000 alumnos: 235.775 en el Nivel Primario y 147.141 estudiantes en el Secundario.
Además, se avanzará en otro campo dentro del plan de alfabetización. En la DGE le llaman “nutrición del lenguaje”. Del Pópolo señaló al respecto: “Es un área que comenzamos a desarrollar en maternal (0 a 3 años) con el foco puesto en los primeros 1.000 días de vida y la relevancia que tiene en el desarrollo del lenguaje y que luego se transforma en sustrato para leer y escribir”. Se realiza en aquellas salas que articulan con colegios en los que luego se observan más complicaciones académicas.
Horas de clase
Otra particularidad de este año es que se trata de extender la cantidad de horas de clase a tono con la tendencia y acuerdos a nivel nacional. Así las cosas, los chicos tendrán este año 184 días de clase efectivos (con algunas excepciones que tendrán más). En este marco, se ha contemplado que no se pierdan días por jornadas docentes por lo que estas se han planificado para antes o después del periodo de clases, salvo las que se harán el 21 de setiembre, cuando los estudiantes tienen receso por ser su día. Fueron 6, 7 y 8 de febrero, luego el 21 de septiembre y las últimas serán 18 y 19 de diciembre.
Otra estrategia se juega en el nivel inicial al que se han sumado horas de clases. “El año pasado teníamos 100 salas con una hora más de clases, este año tenemos 1.000 horas. El año pasado teníamos $100 millones para Mendoza Educa, este año contamos con $500 millones. En el 2022 teníamos $1.000 millones para formación docente, este año tenemos $2.000 millones”, remarcó el director general de escuelas, José Thomas al inaugurar el ciclo. Además hay 180 escuelas con jornada completa ya que sumó 16 establecimientos más a los del año pasado.
Evaluaciones y otros congreso
Al censo mencionado se sumarán este año otras evoluciones. Por un lado el Relevamiento Provincial de Aprendizajes (RPA) que mide lo que aprenden los alumnos y lo cruza con otras mediciones. Se realizará en mayo o junio, abarcará a alumnos de 4° grado y 2° año de 60 escuelas en la prueba piloto y 180 en el operativo. Además, se realizarán como cada año las Pruebas Aprender nacionales, que según informó la DGE en 2023 serán en septiembre y tendrán un abordaje en primaria.
Este año no habrá relevamiento PISA ya que se tomaron el año pasado y son cada tres.
Otro hito será el 2º Congreso Internacional de Alfabetización, Lectura y Escritura, nueva edición del que se estrenó en 2022. Será el 21 y 22 de setiembre.