¿El fin de la quimioterapia? Los nuevos tratamientos para el cáncer tienen menos toxicidad y mejores resultados

Se trata de terapias dirigidas, algunas ya instaladas y una buena parte en investigación. Están disponibles para varios tipos de enfermedades oncológicas, muchas son vía oral y permiten mejor calidad de vida para los pacientes, además de menos incidencia de segundas neoplasias. Mendoza es sede de las Jornadas Cuyanas de Hematología en la que los expertos intercambian sobre las perspectivas al respecto, entre otros temas.

¿El fin de la quimioterapia? Los nuevos tratamientos para el cáncer tienen menos toxicidad y mejores resultados
Mendoza es sede de las Jornadas Cuyanas de Hematología en la que los expertos intercambian sobre las perspectivas al respecto, entre otros temas. Laura Viudez, es hematóloga y presidenta del evento

La ciencia se ha abocado fuertemente los últimos años a uno de los grandes desafíos para la salud pública: el cáncer. Gracias a esto se han logrado mejores diagnósticos, con detecciones más específicas y, sobre todo, mejores tratamientos, con mejores resultados de largo plazo y menos efectos secundarios. La investigación al respecto está en auge, a tal punto que hay quienes se preguntan: ¿Está más cerca el fin de la quimioterapia? Claro, sin dejar de agradecer a esta terapia sus revolucionarios aportes y logros y todo lo que le queda por dar hasta que ganen terreno nuevas alternativas.

Justamente esta pregunta está planteada en una de las ponencias de las Jornadas Cuyanas de Hematología que se realizan entre hoy y mañana en Mendoza, específicamente en el hotel Huentala de Ciudad.

¿Se puede pensar en el fin de la quimioterapia? Fue la pregunta de Los Andes a la doctora Laura Viudez, médica oncohematóloga del Hospital Central y el COIR, la Fundación Centro Oncológico De Integración Regional y presidenta de las jornadas.

En muchas patologías cada vez se usa menos quimioterapia y más terapias target, terapias dirigidas o terapias blanco”, señaló en relación a los nuevos desarrollos, “porque con el mayor conocimiento de las bases moleculares que desarrollan la enfermedad -continuó explicando- se puede ir desarrollando drogas que actúan a ese nivel solamente y no usar quimioterapia que son drogas que generalmente destruyen ADN para matar las células”.

En el mismo plano afirmó: “Cada vez van saliendo drogas mejores, más eficaces, menos tóxicas, aunque muchas todavía no están en el mercado”.

Laura Viudez, hematóloga
Laura Viudez, hematóloga

Justamente, estas nuevas terapias tienen diversas virtudes y una de ellas es tener menos efectos secundarios, menos toxicidad y actuar más específicamente sobre el tumor.

Estas drogas actúan a un nivel muy específico, inclusive a nivel de vías de señalización intranucleares sumamente específicas con lo que hacen que se finalice la replicación de esas células”, refirió.

Más chances de controlar el cáncer y mejor calidad de vida

Pero además, de acuerdo a lo que se puede observar hasta ahora, porque están en estudio, parecen tener mejores resultados a largo plazo. Viudez explicó que la mayor parte de estas terapias están mostrando que generan el fin de esa replicación celular. Esto implica que mientras se reciba este tratamiento no se reproduce más el tumor o la leucemia o la enfermedad oncológica que se esté tratando.

Lo que se ha visto es que muchas de estas terapias generan menor número de segundas neoplasias como genera una quimioterapia”, apuntó.

Como contrapartida, a diferencia de la quimioterapia que se recibe por un tiempo determinado, la especialista señaló que, en líneas generales, la mayor parte de las terapias target son indefinidas, es decir que se toman de manera constante, no limitadas en el tiempo. De todas formas, esto se sigue estudiando para ver qué sucede cuando dejan de ser administradas. “Hay algunos estudios que, por ejemplo, en ciertas patologías crónicas se está evaluando recién ahora qué pasa con estos pacientes a largo plazo, cuando han recibido el tratamiento durante 5 o 10 años, si pueden dejar de tomar definitivamente la medicación o no”, comentó.

Además de ofrecer un mejor tratamiento con mejores resultados de largo plazo, estas nuevas estrategias también permiten pensar en darle mejor calidad de vida a los pacientes. Es que entre sus diferencias con los tratamientos de generaciones anteriores, estas nuevas alternativas tienen menos efectos secundarios.

Es que sucede que al administrarse quimioterapia los pacientes experimentan efectos que alteran su cotidianidad pero además, en el afán de controlar el cáncer, pueden producirse otros daños.

Tal cual explica la Sociedad Americana de Cáncer, las células cancerosas crecen rápidamente, y los medicamentos de quimioterapia eliminan las células que crecen velozmente. Pero estos medicamentos circulan por todo el cuerpo y por ello pueden afectar a las células sanas y normales que también crecen rápidamente. “La causa de los efectos secundarios es el daño ocasionado a las células sanas, los efectos secundarios no siempre son tan graves como se podría esperar, pero es normal preocuparse por este aspecto del tratamiento contra el cáncer”, refiere la entidad. Detalla que algunos medicamentos de quimioterapia pueden dañar las células del corazón, los riñones, la vejiga, los pulmones y el sistema nervioso. Pero como contrapartida, a veces, se pueden tomar medicamentos junto con la quimioterapia para ayudar a proteger a las células normales del cuerpo mientras que también hay tratamientos para aliviar los efectos secundarios.

Algunos de los efectos secundarios pueden ser cansancio, caída del cabello, tendencia a presentar fácilmente moretones y sangrados, infecciones, anemia (recuentos bajos de glóbulos rojos), náuseas y vómitos. También pueden presentarse problemas en boca, lengua y garganta como úlceras (llagas) y dolor al tragar, problemas en músculos y nervios como entumecimiento, hormigueo y dolor, problemas renales, puede afectar la capacidad para concentrarse y enfocarse y cambios en el deseo, la función sexual y problemas de fertilidad, entre otros.

En este mismo sentido, Viudez destacó que las nuevas terapias tienen menos efectos secundarios, como por ejemplo, menos infecciones y menos toxicidad a nivel hematológico.

Pero hay algunas que tienen además otra gran virtud: que se toman vía oral, por boca, el paciente en su casa, sin necesidad de ir a un hospital, lo cual claramente es un cambio rotundo en el día a día del paciente. “Cambia la calidad de vida del paciente en cuanto a la independencia de tener que ir a un lugar, ponerse una vía, pasarlo por venas, las horas que eso lleva”, destacó la experta.

Acceso a tratamientos oncológicos

El asunto, es que se trata de tratamientos muy costosos. Hay una buena proporción que están disponibles y otros están en etapa de investigación. Estos dos aspectos, costo y disponibilidad en el mercado, llevan a preguntarse sobre el acceso de los pacientes a estas nuevas estrategias. Sobre el asunto Viudez dijo que hay acceso. En las que ya han sido aprobadas, ya sea por cobertura de las obras sociales o el sistema de salud público, a través del plan oncológico provincial, que según dijo la especialista, da muy buena cobertura.

La ciencia se ha abocado fuertemente los últimos años a uno de los grandes desafíos para la salud pública: el cáncer. Gracias a esto se han logrado mejores diagnósticos, con detecciones más específicas y, sobre todo, mejores tratamientos, con mejores resultados de largo plazo y menos efectos secundarios.
La ciencia se ha abocado fuertemente los últimos años a uno de los grandes desafíos para la salud pública: el cáncer. Gracias a esto se han logrado mejores diagnósticos, con detecciones más específicas y, sobre todo, mejores tratamientos, con mejores resultados de largo plazo y menos efectos secundarios.

En las que están en investigación, lo cual puede llevar una década -de allí su altísimo costo- la hematóloga dijo que se trata de que, cuando hay pacientes que pueden resultar beneficiados por estas nuevas moléculas, ingresen a investigaciones clínicas. Se trata de alternativas que, sostienen, son seguras y que permiten el acceso a drogas que aún no están disponibles en el mercado, con cobertura total y además con la oportunidad de tener un meticuloso seguimiento.

Viudez contó que hace investigación clínica en COIR y que hay muchos tratamientos a los que solo tienen acceso los pacientes a través de un estudio de investigación clínica. “Todas las guías nacionales e internacionales, desde la segunda línea de tratamiento, ponen como opción terapéutica un estudio de investigación clínica. Y a su vez, estos estudios de investigación clínica generan cada vez más”, refirió. Y agregó cómo se trabaja en Mendoza en ese sentido: “Lo que se busca a nivel provincial es limitar los tratamientos, o sea, ser cautos a la hora de protocolizar los tratamientos que podemos hacer los médicos para estos pacientes, pero a la vez impulsar la investigación clínica en el país porque de esta manera tenemos opciones para el paciente que de otra manera no tenemos. De esa manera ahorramos un montón en salud, en cuestiones de política de salud, porque un paciente que ingrese en protocolo deja de pagarle todo. El sponsor cubre desde el gasto de traslado, viáticos, hasta todos los tratamientos y todos los métodos diagnósticos, cubre todo”.

Estos estudios se realizan en fase 3. “Esto significa que la droga ya se probó voluntariamente en gente sana (...) En la fase 3 es cuando ya se probó eficacia de la droga, se probó seguridad, y ahora se está comparando con otra droga para ver qué mejor es que otro tratamiento que ya tenemos disponible. Esa sería la fase 3. O sea, que es una droga conocida y que ya sabemos cómo es y qué tan eficaz es. Ahora lo que estamos haciendo en el protocolo que tenemos la posibilidad de tener acá, o en Argentina, es qué tan buena es con respecto a lo que ya venimos usando”, detalló.

En tanto, resaltó: “Uno tiene la posibilidad de que ingresen en un protocolo de este tipo con una mejor droga o que quizás al paciente le fue mal con la droga que le cubren, que tenemos de primera generación o de segunda generación, y tenemos la posibilidad del protocolo de investigación para entrar a una droga de tercera generación donde vemos mejores resultados, más eficaz y más segura”.

En cuanto a los tipos de enfermedades que ya cuentan con estas alternativas dijo que son muchas. Señaló que en líneas generales, son para oncohematológicas crónicas, como por ejemplo linfomas de bajo grado, leucemias linfáticas crónicas y leucemia linfática crónica. Dijo que para leucemia mieloide crónica es en lo que más avanzados están y “ya se toman pastillas hace más de 10 años, solamente pastillas, ya no se toma más quimioterapia”.

En tanto, recordó que para leucemias agudas todavía no hay mucho. “Hoy por hoy casi la base del tratamiento, sobre todo para pacientes jóvenes, es la quimioterapia”, afirmó.

En cuanto al Congreso que preside, es organizado por la Sociedad Cuyana de Hematología, una sociedad con fines académicos que tiene 27 años en la provincia, con sede aquí pero que reúne también profesionales de San Luis y San Juan. Respecto de los temas, que son muy específicos, resumió que se toca una gran diversidad, tanto de pacientes pediátricos como adultos. “Es bastante amplio y se abordarán muchas patologías, como leucemia linfoblástica aguda, trasplante de médula ósea, linfomas, mielomas”, enumeró.

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