Mirtha Legrand se sometió este jueves a un estudio de rutina luego de que los médicos le detectaran una arritmia, por lo que decidieron someterla a la aplicación de dos stents que faciliten su circulación, para un mejor estado de salud.
Según informaron en el parte médico que dio a conocer el mismo sanatorio, la diva de los almuerzo se encuentra en buen estado de salud y de buen ánimo. Allí mismo señalan que tras un estudio se encontró una obstrucción coronaria: “Se le realizó una cinecoronariografía encontrándose una obstrucción coronaria, resolviéndose con la colocación de dos stents”.
Qué es un stent y para qué sirve
Un stent es una prótesis vascular que tiene forma de malla tubular metálica cilíndrica y se monta sobre un “balón”, es decir, una pequeña manguera que se coloca dentro del stent y luego se infla. Al hincharlo a nivel de la obstrucción coronaria hace recuperar el diámetro de la arteria tapada y de ese modo normaliza la circulación de la sangre, así lo explica el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).
Estos dispositivos se emplean para desobstruir las arterias coronarias que se cierran o tapan y que son las encargadas de llevar la sangre al corazón, además de que reducen el riesgo que el área tratada vuelva a obstruirse.
Hay tres tipos de stent. El primero es el convencional, que normalmente es de acero o cromo-cobalto, se trata de los más simples y económicos, pero tienen el inconveniente de que existe un riesgo de que se vuelvan a cerrar (lo que se conoce como restenosis). Sumado a que durante un mes es necesario administrar conjuntamente dos fármacos antiagregantes plaquetarios para evitar que el stent se coagule.
Luego están los stents liberadores de fármacos, que algunos pueden estar recubiertos con fármacos antiproliferativos. Este lo que hace es proporcionar el mismo soporte estructural que los stents convencionales: libera lentamente un fármaco que ayuda a su vez a impedir que las arterias se vuelvan a cerrar. Suelen ser más caros que los convencionales y requieren tratamiento con dos antiagregantes plaquetarios durante un tiempo más prolongado.
Por último existe el stent farmacoactivo bioabsorbible. Estos son similares a los anteriores, pero la estructura del stent está formada por un material que con el tiempo se reabsorbe y desaparecen completamente de la pared de la arteria coronaria. Sin embargo, estos tienen algunas limitaciones que hace que solo puedan ser usados en casos muy determinados.
Cómo se colocan
Los médicos deben punzar una arteria, en la que introducirá un tubo flexible, es decir un catéter, dentro de la misma que puede ser en la muñeca, el brazo o la ingle. Estos catéteres se introducen en el origen de la arteria coronaria y llegan hasta el corazón. A veces se hacen con anestesia local, estando el paciente sumamente consiente, mientras que en otras oportunidades los especialistas optan por colocar anestesia total.
Este procedimiento de desobstrucción de la arteria se denomina intervención coronaria percutánea, más conocida como angioplastia coronaria.
Durante el médico también utiliza imágenes de rayos x en vivo para guiar cuidadosamente la colocación del catéter. Una vez colocado, el tiempo de recuperación suele ser entre 24 y 48 horas.