Justamente un día como hoy se inauguró hace 45 años, el Estadio Malvinas Argentinas, un espacio de gran valor para Mendoza desde el punto de vista histórico, social, deportivo, cultural y patrimonial. Ese día cayó, como en esta oportunidad, un domingo. Como no podía ser de otro modo, esa jornada hubo fútbol, la esencia para la que fue creado, pero con el correr de los años, el espacio albergó otro tipo de actividades como espectáculos artísticos, religiosos y hasta académicos. Ahora, será subsede del Mundial Sub-20 que se disputará en el país entre el 20 de mayo y el 11 de junio. Allí se jugarán 12 partidos en la fase de grupos y 2 de octavos de final.
Se trata de un lugar con alto valor patrimonial para la provincia, muy apreciado por los mendocinos, pero también por los turistas. Recibe nada menos que 50.000 visitantes por año, quienes llegan para transitar entre su arquitectura, sus recuerdos y la historia que resguarda.
Sus pasillos, su campo de juego, sus camarines han recibido a reconocidas personalidades nacionales e internacionales. Sting, Tracy Chapman, Bruce Springsteen y Peter Gabriel dejaron sus huellas en su suelo en el inolvidable concierto de Amnesty Internacional de 1988. Incluso, hasta el mismísimo Papa Juan Pablo II llegó hasta el estadio local en el recordado Congreso Mariano de 1980.
En el lugar, un equipo de guías recibe a los visitantes. Son personas que lo conocen en detalle, unos apasionados de este entorno del que según relatan, los visitantes salen “encantados” e incluso vuelven.
“Es uno de los destinos más solicitados de la provincia”, aseguró Julián Toscano, un profesor de Geografía que trabaja en el lugar dependiente del área de Turismo de la subsecretaría de Deportes.
A quienes llegan al lugar se les hace un recorrido por el museo, que cuenta la historia a través de líneas del tiempo, hay fotos y publicaciones de valor histórico, una réplica de la copa del mundo y una camiseta con el número 14 de Leopoldo Jacinto Luque.
Sus virtudes
Si hay algo que lo destaca es que desde afuera nadie podría imaginar que allí hay un estadio si no fuera por las altas luminarias que surgen desde abajo en el terreno. Es que a diferencia de otros estadios con su inmensa estructura y sus altas gradas, este está construido hacia abajo de la superficie del terreno.
Por eso, quienes llegan a hacer una vista se lo encuentran de repente y resulta impactante.
Es justamente una de sus virtudes y por lo cual ha sido destacado por especialistas a nivel nacional e internacional. Es que además no contamina la visual del pintoresco entorno, el parque General San Martín.
La Copa Mundial de Fútbol de 1978, que se realizó en el país, impulsó la construcción de estos espacios y así, la provincia tuvo la oportunidad de contar con su propio estadio.
Aquel 14 de mayo, fue inaugurado con un partido entre las selecciones de Mendoza y San Rafael conformadas por jugadores de diferentes clubes de la zona. Ganó San Rafael, apuntó Toscano.
Queda muy cerca de la ciudad y a los pies del Cerro de la Gloria, otro punto turístico identitario local.
“Se empieza a construir en el 76, en tiempo record , había dos provincias en puja para la construcción de una sede que le faltaba a ese mundial: Mendoza y Tucumán”, relató el profesor.
Mendoza apostó por aprovechar este espacio que le permitió ganar tiempo: es que en ese mismo lugar antes estaba asentado el ex autódromo General San Martín, que también aprovechaba esa depresión del terreno, llamada hoya natural.
“Se construyó de abajo hacia arriba, por eso desde afuera no se ve, sino que está como en un pozo”, detalló.
Por encontrarse en una zona propensa a los movimientos telúricos, su construcción es antisísmica y se destaca una inmensa viga de 120 metros de largo sin sustento en el medio. Justamente cuando estaba en proceso de edificación, se produjo el terremoto de Caucete, en San Juan. Los ingenieros inmediatamente temieron por la integridad de semejante estructura lo que hacía peligrar la posibilidad de llegar a tiempo con las obras, antes que Mar del Plata. Sin embargo, para su sorpresa, no sufrió daño alguno.
“La vienen a ver de todo el mundo”, apuntó Toscano, quien además hizo hincapié en que, pese a los años transcurridos, el lugar prácticamente no ha sufrido daños y todo funciona.
El nombre actual le llegó después. Tras ser bautizado “Estadio Ciudad de Mendoza”, en 1982 se le cambia el nombre por el de “Estadio Malvinas Argentinas”, en honor a la gesta argentina en las islas de aquel año.
Arquitectura
Su construcción se inició en 1976, en el marco de los preparativos para el mundial, que le daría a Argentina su primera copa mundial, luego llegaría México 1986 y la muy reciente Qatar 2022.
La obra estuvo a cargo del reconocido arquitecto uruguayo Rafael Viñoly y su estudio de arquitectura de Buenos Aires.
Adaptado al entorno, cuenta con 5 niveles. “Para nosotros, en Patrimonio, es una construcción arquitectónica de sumo valor, incluso en el contexto nacional, es el único estadio que ha permanecido con la mínima cantidad de reformas desde el mundial 78″, destacó Horacio Chiavazza, director de Patrimonio de la provincia.
“Desde el punto de vista del diseño arquitectónico fue de avanzada, plenamente integrado al paisaje, en este caso el parque General San Martín con el contraste del Cerro de la Gloria, en un diseño sumamente inteligente desde el punto de vista paisajístico y que traza una línea de continuidad con lo que fue el diseño del parque San Martín y el Cerro de la Gloria”, explicó.
El campo de juego es de 106 metros de largo por 68 metros de ancho y la capacidad, de aproximadamente 48 mil espectadores.
La arquitecta Graciela Moretti, de la dirección de Patrimonio Cultural y Museos del Ministerio de Cultura, refirió que por su diseño arquitectónico no genera impacto visual al parque y señaló que la viga pretensada que era como un alarde tecnológico, se hizo especialmente para ese sector que otros estadios no tenían.
“Para el momento en que se construyó fue un ejemplo de arquitectura deportiva: la obra fue publicada en la revista Summa, la principal revista de los arquitectos en su momento, fue destacado con todos los detalles arquitectónicos y también por el mobiliario”, expresó. Ha sido destacado por expertos internacionales.
“Es un estadio bellísimo, no tenes alambrado, acrílico, nada que obstaculice la visión , ya desde ese punto de vista de la óptica desde cualquier lugar lo diferencia, el entorno donde está inserto es increíble, lo que tenés que pasar para llegar aquí, que no lo veas desde afuera y te lo encuentras de golpe, acá hay turistas incluso niños cuando salen y se lo encuentran de repente, se emocionan”, relato el geógrafo.
Cuenta con 22 bocas de salida, con la particularidad de que todas son ascendentes y estaban pensadas para evacuar lo más rápido posible y reducir riesgos de empujones y avalanchas que podrían darse en dirección descendente.
Los asientos en un principio no tenian respaldo y eran de color verde, luego, en 2011, se cambiaron por butacas con respaldo y tiene nlos colores naranja, blanco y azul. La elección obedeció a una intencionalidad de neutralidad ya que se trata de colores que no tiene ningun club de la provincia,
Toscano recordó que la pantalla Led llegó con la Copa América del 2011 y reemplazó al viejo autotrol. “Esa pantalla hasta el 2014, fue la más grande de Latinoamérica, tiene 126m2″, destacó.
Versatilidad
Aunque no tiene declaración como tal, en Mendoza es considerado como patrimonio provincial. Moretti dijo que es considerado así desde que cumplió 30 años, en cuya oportunidad se organizó una muestra que buscan recrear en este nuevo aniversario. “A pesar de no tener una declaratoria, para el ciudadano y la comunidad ya es un patrimonio”.
“Ha sido un centro, un polo de actividades culturales y deportivas que han quedado en la memoria de los mendocinos”, remarcó Chiavazza.
Desde 1993 allí se jugaron las copas de Oro y en 2001, el Mundial Sub-20 de fútbol. Además, entre los recitales que allí se realizaron se cuentan los de Soda Stereo a fines de los 80, Joan Manuel Serrat y Luis Miguel.
En 2002, con el marco de la crisis económica que atravesaba el país, se hizo allí una austera Fiesta de la Vendimia que estuvo a pleno de público.
También abrió sus puertas al Videlazo, un evento de la movida tropical, en el que la gente bailaba tanto en el campo como en las gradas, según relatos de asistentes.
También se hacía Argentina en Mendoza, un espectáculo gauchesco, que como contrapartida dejaba bastante dañado el césped.
En ese espacio también funcionó la facultad de Derecho de La UNCuyo, entre 1989 y 2001, hasta que tuvo su propio edificio.
En una ocasión hasta se montó un ring de box para que peleara el mendocino Pablo Chacón.
El lugar también se transforma en cancha de rugby, todos los años se realiza el Torneo de las 4 naciones, resaltó Toscano quien apuntó que el 8 de julio próximo se enfrentarán Los Pumas con los All Blacks.
También ha sido usado para eventos religiosos más allá del catolicismo.
