El director general de Escuelas, José Thomas, explicó esta tarde que el regreso a las aulas en Mendoza todavía no tiene fecha concreta y la misma está supeditada a la opinión de las consultas que se le realizará a la comunidad educativa a fines de julio más la evolución de la curva de contagios.
Por su parte el funcionario señaló que una vez que se establezca el retorno a las escuelas, este se llevará a cabo con importantes modificaciones como la cantidad de alumnos en los establecimientos, el distanciamiento social, los procesos de limpieza y el desplazamiento de docentes.
Thomas explicó que el protocolo “va a llevar tranquilidad de que hay un piso mínimo de mediadas que se deben tomar antes de volver a algún tipo de presencialidad”.
“El marco que indica el protocolo indica una gran posibilidad de acción para cada comunidad educativa y que lo importante es que cada comunidad educativa estén absolutamente de acuerdo con lo que va a ocurrir en cada una de las escuelas”, detalló. Además aseguró que será muy importante la vinculación de cada comunidad educativa con otras instituciones sanitarias y gubernamentales.
En cuanto al protocolo mencionó que las instituciones deberán prepararse para “que estén a al altura de las circunstancias” y que hay que formar a “los docentes, no docentes, a los directivos, a los alumnos y a los padres” sobre al forma de moverse en la escuela, lo que no será de un día para el otro.
El escalonamiento del regreso dependerá del contexto epidemiológico, con lo cuál habrá decisiones que se tomarán “semana a semana”, expresó el director e hizo hincapié en la heterogeneidad de situaciones que contempla la realidad local, como los factores socio-demográficos “ya que no es lo mismo una escuela rural, una albergue, o de los centros urbanos más importantes. Mendoza tiene una particularidad en esto que puede complicar en algún punto y es que muchos docentes se mueven de distintas regiones a otras regiones y lo van a tener que tener en cuenta cada comunidad educativa”, puntualizó.
La ‘nueva escuela’ también contemplará la reducción de estudiantes en las instituciones, lo que representará la modalidad semi presencial que consiste en brindar clases a algunos estudiantes en la institución y el resto desde sus casas. En este punto se contempla la libre elección de los padres sobre el envío de sus hijos a las escuelas, y quienes decidan no hacerlo podrán continuar la escolarización a distancia.
El funcionario también reconoció que a partir de la segunda mitad de año cobra fuerza la bimodalidad, consistente en que los docentes deberán impartir clases presenciales a una parte de los estudiantes y clases virtuales al resto de los alumnos que por una u otra circunstancia no acudan al colegio.
También destacó que el regreso a clases se plantea en horarios modificados y escalonada para que no se superponga con el uso del transporte público por parte de trabajadores de otros rubros. En tanto, sobre los docentes que trabajan de forma interjurisdiccional aclaró que si uno vive en una zona con circulación de virus y debe desplazarse a otra sin circulación de virus, eso no se podrá hacer y habrá que buscar solución a esas circunstancias.
Y sobre el final expresó que la población de riesgo está exceptuada de asistir presencialmente a los establecimientos.