Mendoza tuvo el día de agosto más lluvioso de su historia y de acuerdo a los datos de los últimos 69 años fue la novena lluvia para Santa Rosa. Según el Observatorio del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), no existen registros de que haya habido una jornada, en esta época del año, con precipitaciones tan altas como la de este viernes.
“Estamos observando un récord. Nunca se había registrado, en un solo día de agosto, precipitaciones que alcanzaron los 22 milímetros, según los datos que arroja el Observatorio de Mendoza”, explicó a Los Andes Cindy Fernández, meteoróloga y vocera del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La especialista agregó que el récord de lluvias registrado en un día y en el mismo mes fue en el año 2002, donde se alcanzaron los 19 milímetros. “Esto da cuenta de que esta precipitación fue bastante extrema para esta época del año”, agregó.
Fernández explicó que “lo normal” en agosto es que llueva alrededor de 10 milímetros durante todo el mes. Es decir que la última lluvia en Mendoza duplicó ese promedio de precipitaciones.
Lo que hace el Servicio Meteorológico es contabilizar la lluvia que cayó durante 24 horas. Siempre se hace hasta las 9 de la mañana de un día contemplando las 24 horas anteriores. Técnicamente –aclara Fernández- así se determina la lluvia que cayó entre este jueves y este viernes para obtener el registro de las precipitaciones.
Las causas del fenómeno
Si bien este tipo de precipitación extrema no se había registrado antes en la provincia, la meteoróloga aclaró que este fenómeno nada tiene que ver con el cambio climático.
Según Fernández, hay varios factores que han sucedido en simultáneo y que generan estas condiciones climatológicas. Explica la meteoróloga que hay un sistema de alta presión sobre el Océano Atlántico, al sur de la provincia de Buenos Aires y, ese centro de alta presión, está trasladando mucha humedad a todo el centro de Argentina. Es decir, toda esa masa de aire que hay en el centro del país, bastante cálida, también puede contener más humedad.
Por otro lado, desde el Océano Pacífico está ingresando un sistema de baja presión por la cordillera a la altura de San Juan y Norte de Mendoza.
“Entonces ese sistema de baja presión, al encontrarse con esa masa de aire que tiene mucha humedad, está generando condiciones de lluvia y situaciones de nieve, porque también ha estado nevando en la cordillera y alta montaña”, detalló Fernández.
¿Más o menos reserva de agua para el verano?
Según la vocera del Servicio Meteorológico, las consecuencias de las fuertes lluvias son en general buenas para el Gran Mendoza, ya que limpia el ambiente en una zona donde no suele llover tanto. Quizás cuando cae demasiada agua como este viernes puede generarse alguna crecida de ríos, sobre todo, cuando llueve en la montaña, advirtió.
En ese caso en particular, la meteoróloga señaló que sí hay que tener en cuenta cuando hay una excesiva precipitación en alta montaña, donde todavía hay acumulación de nieve. “Si ahí llueve mucho se derrite la nieve, entonces después, en la temporada cálida de primavera y verano, puede que se llegue con menos reserva de agua”.
“Si llueve mucho en alta montaña ocurre también que la precipitación se junta con el agua derretida de la nieve, entonces se suelen generar algunos deslizamientos y algunas crecidas muy rápidas porque el caudal de agua que baja de la montaña suele ser mayor que el de la lluvia”, agregó la vocera del Servicio Meteorológico.
En ese sentido, Osvaldo Valle, vocero del sistema Cristo Redentor, aseguró que no habría peligro en esta época del año porque con las bajas temperaturas las aguas siguen estando muy congeladas como para llegar a derretirse con la lluvia. “Acá está congelado por las bajas temperaturas. La nieve se derrite cuando hace mucho calor, es decir, diciembre, enero y febrero. Pero no ocurre en invierno, al menos, que sea un aluvión de agua como no ocurrió en alta montaña”.
Si bien Valle afirmó que hubo “algunos desplazamientos de roca y piedras por la cantidad de agua que hemos tenido”, aclaró que se ha registrado lo que se llama “chubascos de nieve”, puesto que no llegó a acumularse en la superficie. “Ahora está tranquilo y se mejoran las condiciones a partir de esta tarde (por este viernes)”, acotó.
En tanto, hay mucha acumulación de nieve y, por tanto, buena expectativa para el verano. “Hay que tener en cuenta que la situación de lluvia es totalmente rara”. Sin embargo, señaló que “hay mucha nieve en las partes más altas de la montaña” y que ésta no bajará, incluso con esta lluvia de agosto”.
“La época de recalentamiento es recién en enero y febrero. No vamos a tener problemas con las reservas de agua”, agregó Valle, quien confirmó que para este fin de semana se volverá abrir el Paso Internacional Cristo Redentor.
El mito de la tormenta de Santa Rosa
Los profesionales de la Meteorología se cansan de repetir que la denominada “tormenta de Santa Rosa” no aplica para el territorio mendocino. Eso es lo que se puede visualizar a través de las estadísticas.
En su red social X, el investigador en Ciencias Atmosféricas del Ianigla-Conicet Maximiliano Viale compartió, a mediados de esta semana, el gráfico que mostraba -de acuerdo a los datos de la estación ubicada en el Aeropuerto mendocino- que hasta 2021 sólo en ocho oportunidades había llovido un 30 de agosto en el Gran Mendoza.
El miércoles 28, el científico recuperó el posteo de hace tres años y actualizó la información: “Pareciera ser que será la novena vez con lluvia un 30 de agosto en 69 años de registros”.
