Desde el inicio de la cuarentena, a mediados de marzo, el Gobierno Nacional usó diferentes herramientas para asegurar que todos los estudiantes argentinos tuvieran acceso a la educación.
Así surgió “Seguimos Educando”, un programa que se emite en varios canales del país y que se produce en el Tv Pública. Sin embargo, la iniciativa ha sido muy criticada por algunos errores que se les han escapado a las maestra a cargo del contenido educativo.
En una oportunidad, en una clase sobre dinosaurios una maestra escribió en el pizarrón la palabra “hervívoros” en vez de herbívoros para referirse a la dieta basada en plantas. En otra clase, otra maestra escribió cepillo con “s” y el más reciente fue el de otra maestra que multiplicó 4,35 X 10 y puso que da 40,35.
A raíz de esto, Laura Sirotzky, subsecretaria de Educación Social y Cultural del Ministerio de Educación, quien tiene a su cargo “Seguimos Educando”, realizó un extenso descargo donde se refirió a esto.
“Desde el 16 de marzo, que se interrumpieron las clases presenciales, produjimos más 1200 horas de radio y televisión con contenido educativo, a razón de 14 horas por día de tevé y 7 de radio. En 64 días de producción en vivo hubo 6 errores, que fueron corregidos en el mismo momento”, explicó.
“Con un buen abordaje del error también se construye conocimiento. Cuestionar la formación docente por estos errores es, en principio, apresurado. Los que están al frente de las cámaras son docentes reales. El desprestigio de la profesión le hace mal al sistema educativo y se deja de reconocer el enorme esfuerzo que están haciendo los docentes en este contexto en todo el país, con compromiso y profesionalismo”, agregó la subsecretaria.
En diálogo con diario Clarín, Sirotzky dijo que se trata de situaciones que pueden suceder en un vivo y que no son “estructurales ni sistemáticos”. Además, afirma que en pedagogía la cuestión no es el error sino “qué se hace con el error, cómo son abordados”.
“No digo que esté bien el error, pero hay que ponerlo en contexto. Fueron 6 en más de 1.200 horas de producción y siempre se corrigió”, afirmó.
“La cuestión es qué les enseñamos a los alumnos sobre el error. Del error se aprende, habilita la posibilidad de construir otros aprendizajes”, agregó.