El desarrollo argentino del ibuprofeno inhalable con aporte de Mendoza ganó un premio de la ONU

El laboratorio que lo concretó fue uno de los 7 ganadores entre 700 participantes. Parte del equipo fueron investigadores del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (Imbecu), del Conicet y la UNCuyo.

El desarrollo argentino del ibuprofeno inhalable con aporte de Mendoza ganó un premio de la ONU
El desarrollo argentino con aporte de Mendoza del ibuprofeno inhalable ganó un premio de la ONU

Una investigación argentina de la que participó un equipo mendocino fue premiada por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, que pertenece a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Quedó seleccionada entre las 7 mejores propuestas entre 700 participantes.

Se trata del equipo que desarrolló el ibuprofeno inhalado, que se usó como terapia antiinflamatoria para personas con Covid-19 y fue de gran utilidad durante la pandemia.

El premio fue otorgado al laboratorio Luar, que realizó el desarrollo junto a equipos de científicos de Córdoba y Mendoza. Fue primero distinguido como uno de las 25 finalistas entre casi 700 candidatos de 107 países por la entidad.

Formulación. El luarprofeno está formulado para que se pueda nebulizar.
Formulación. El luarprofeno está formulado para que se pueda nebulizar.

Esta organización presta servicios a los innovadores y creadores del mundo, garantizando que sus ideas se difundan y contribuyan a mejorar la vida de las personas.

El desarrollo fue seleccionado por su destacada gestión de la propiedad intelectual y el impacto social de sus inventos.

En una nueva instancia realizada en Ginebra, quedaron seleccionados 7 proyectos. La elección estuvo a cargo de un jurado internacional conformado por prestigiosos expertos.

Trabajo en equipo

La marca comercial de este ibuprofeno inhalado es Luarprofeno y es el resultado de la vinculación entre Laboratorios Química Luar y especialistas del Centro Científico-Tecnológico de Referencia de Córdoba (CEPROCOR), del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (Imbecu), de doble dependencia Conicet-UNCuyo. Este último, de Mendoza, cuyo equipo estuvo liderado por Claudia Castro, Doctora en Bioquímica, investigadora independiente del Imbecu y profesora asociada de la FCM.

El equipo local se completa con la doctora Isabel María Quesada, investigadora adjunta; la doctora Maria Soledad Álvarez, investigadora asistente; la doctora Luciana Mazzei, investigadora asistente y el doctor Leonardo Salvarredi, investigador de Fuesmen, la Fundación Escuela de Medicina Nuclear

Entre los postulantes había empresas que representan diversos sectores, como alimentación, salud y medio ambiente, entre otros de las que se destaca su contribución para mejorar la vida de las personas.

“Es la primera vez que una empresa de nuestra región accede a esta instancia de premiación. Pero esto no es casualidad, sino el fruto de años trabajando junto a la ciencia, para descubrir nuevos procesos y efectos de los medicamentos y ayudar a que generen mejores resultados o que puedan contribuir para el tratamiento de otras condiciones”, sostuvo el doctor Dante Beltramo, Director Científico de Laboratorios Química Luar (ex investigador principal del Conicet).

Se destaca la participación colaborativa del sector empresario y científico. “Este trabajo multidisciplinario, entre lo público y lo privado se ajustó a las normas de gestión de la innovación (IRAM/ISO 56.002) y a los estándares internacionales de gestión de la propiedad intelectual (IRAM/ISO 56.005). Pues se realizaron estudios de contexto antes de cada proyecto, estudios de patentabilidad y vigilancia del entorno y de la competencia para valorizar, mediante una protección estratégica de patentes de invención, con el objeto de internacionalizar el proyecto para que este medicamento llegue a todos los continentes” aseguró Marcelo Grabois, CEO de ITERA, empresa de Inteligencia Estratégica, responsable de la gestión de la propiedad intelectual de Laboratorios Luar desde hace más de 10 años.

Para qué se usa el ibuprofeno inhalado

Este medicamento, que se ha identificado como Luarprofeno, está en fase de investigación clínica como antiinflamatorio pulmonar.

En relación a la Propiedad Intelectual, ya cuenta con patentes concedidas en diversos países tales como Estados Unidos, y la Unión Europea, mientras que está en proceso de patentamiento en el INPI de Argentina.

Castro explicó a Los Andes que hay que hacer una primera prueba antes de poder utilizarlo en humanos, “y ahí es donde entra mi laboratorio, tomando los resultados y haciendo la fase preclínica, que es hacer todas las pruebas en células o quizás en animales.

Claudia Castro, Doctora en Bioquímica, investigadora independiente del Imbecu y profesora asociada de la FCM.
Claudia Castro, Doctora en Bioquímica, investigadora independiente del Imbecu y profesora asociada de la FCM.

La experta señaló que tiene diversas utilidades, entre ellas, dijo que prácticamente no hay medicación para la fibrosis quística. “Nosotros teníamos células de epitelio pulmonar que tenían una de las mutaciones que produce la fibrosis quística y empezamos trabajando con ese modelo; entonces vimos que tenía no solamente efectos antiinflamatorios, sino que también disminuía mucho lo que se llama el estrés oxidativo, que es un proceso que se da mucho en las células cuando es atacada, digamos, por alguna infección o algún proceso inflamatorio crónico. En ese contexto ocurre la pandemia”, recordó.

Otras áreas ya lo estaban probando en pacientes con Covid, en un contexto en el que la aprobación de productos farmacéuticos se aceleró ante la emergencia. Esto permitió corroborar su efectividad, sus virtudes respecto de otras terapias y además contar con un buen bagaje de información para seguir con las investigaciones.

Entre las virtudes del producto señaló que el ibuprofeno en esta formulación está a muy baja concentración. Para tener una noción, el que viene en la ampolla (para inhalar) es de 10 mg mientras que el usual que se vende en las farmacias es de 400 mg y 600 mg. Esto, según explicó la investigadora, permitió observar que con baja dosis se lograba el objetivo y así evitar efectos secundarios, como afectar la mucosa del estómago, que pueden presentarse con mayores dosis.

“El ibuprofeno per se, la molécula, no es soluble en agua. Entonces, lo que hace Ceprocor es generar una molécula de ibuprofeno que es soluble, hace una sal de ibuprofeno, de hecho. Entonces, eso puede ser nebulizable y a baja concentración va directo al pulmón, no tiene que pasar, como cuando uno toma un comprimido, del estómago, al intestino y a la sangre, sino que acá directamente va al pulmón. Y eso era una ventaja frente a otros medicamentos porque actuaba con mayor inmediatez”. En definitiva, usa baja dosis, con un efecto más inmediato, directamente sobre el foco del cuadro y con menos efectos colaterales.

El producto tiene potencialidades ya que puede ser útil para otras patologías que provocan inflamación pulmonar.

Los investigadores afirman que el mecanismo inflamatorio observado en la neumonía producida por Sars-CoV-2 se encuentra presente en un gran número de patologías pulmonares como EPOC, IRAB, y muchas otras patologías pulmonares donde la inflamación persistente o aguda termina provocando estrés oxidativo y daño tisular.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA