La madre de Federico Aramburu, el ex rugbier argentino que fue asesinado en Francia, publicó un sentido mensaje en las redes sociales dedicado a su hijo muerto.
Por estos días, Cecilia Aramburu se encuentra en Biarritz, la ciudad de Francia donde vivía su hijo junto a su esposa e hijas. Este jueves, por primera vez desde el crimen del argentino, usó su cuenta de Instagram para referirse al hecho.
La madre de Aramburu eligió un texto del poeta Hamlet Lima Quintana, llamado “Gente Necesaria”:
“Hay gente que con solo decir una palabra enciende la ilusión y los rosales, que con sólo sonreír entre los ojos nos invita a viajar por otras zonas, nos hace recorrer toda la magia. Hay gente, que con solo dar la mano rompe la soledad, pone la mesa, sirve el puchero, coloca las guirnaldas. Que con solo empuñar una guitarra hace una sinfonía de entrecasa. Hay gente que con solo abrir la boca llega hasta todos los límites del alma, alimenta una flor, inventa sueños, hace cantar el vino en las tinajas y se queda después, como si nada. Y uno se va de novio con la vida desterrando una muerte solitaria, pues sabe, que a la vuelta de la esquina, hay gente que es así, tan necesaria”.
El presunto homicida de Federico Aramburu
Loïk Le Priol, el principal sospechoso de la muerte del argentino de rugby Federico Martín Aramburu, es un exmiembro del cuerpo de élite de la Marina y una figura de la ultraderecha en Francia, reputado por su “violencia desenfrenada”.
El joven de 27 años fue detenido en la noche del martes al miércoles en Hungría, en la frontera con Ucrania, pocos días después de que supuestamente matara a tiros a Aramburu tras un altercado en un bar del céntrico barrio de París de Saint-Germain-des-Près.
Este militante del ultraderechista Grupo Unión Defensa (GUD) se formó en la escuela de la Marina francesa en Brest (extremo oeste) entre 2010 y 2011. Como miembro de las fuerzas especiales, participó en operaciones en Malí y Yibuti entre 2013 y 2015.
En julio de 2015, los médicos militares recomendaron su repatriación a Francia a raíz de un estado de estrés postraumático grave. Finalmente, acabó siendo expulsado por motivos disciplinarios, indicó la Marina francesa.
Loïk Le Priol ya fue condenado a los 19 años por violencia y a los 23 años se le sentenció a cuatro meses de prisión con suspensión de pena por violencia deliberada en grupo y conducción bajo los efectos del alcohol, según la revista Marianne.
Actualmente está acusado, junto a cuatro antiguos miembros del GUD, de “violencia agravada” en 2015 contra un expresidente del grupo de extrema derecha, nacido como sindicato de estudiantes en 1968 para luchar contra el izquierdismo en la universidad.