La escultura del Cóndor del Acceso Este, un símbolo patrimonial de Mendoza, ya está volviendo a ser el de antes, gracias al trabajo de refacción en su estructura y principalmente porque ya tiene la cabeza soldada.
La cabeza de esta estatua había sido arrasada por una tormenta granicera a principios del año 2022, que también afectó parte de la mampostería y que desde fines del año pasado se inició el proceso.
El director de Patrimonio de Mendoza, Horacio Chiavazza, confirmó que ya está la tercera etapa de reconstrucción, de las cinco que estaban planificadas para poner en valor al Cóndor de Guaymallén.
Los artistas que son coordinados por Orlando Leytes están trabajando a 10 metros de altura y hubo un retraso en los tiempos por complicaciones que no estaban previstas.
“Los artistas están trabajando en un piso que es como una sala, para poder trabajar en la intervención del monumento y tener una mejor visión desde ese lugar”, detalló el funcionario.
Después de varios meses de obras se estimó que en agosto podría quedar inaugurada, aunque también se aventuró que en junio podrían estar los detalles más gruesos de la escultura.
La reconstrucción de la cabeza fue realizada con cemento y resinas, materiales que alivian el peso y garantizan la durabilidad. La cabeza posee una estructura de hierro que será anclada al cuerpo del Cóndor.
El artista encargado de la obra
La obra, en su totalidad, ha sido desarrollada por el arquitecto, escultor y restaurador mendocino Orlando Leytes.
Entre sus obras, se destacan el escudo de Godoy Cruz, escultura metálica realizada en base al concurso de rediseño de la obra. Este escudo formó parte de la restauración y puesta en valor del Concejo Deliberante realizada por el área de Patrimonio y Arte en 2016.
También participó en trabajos de restauración de molduras artísticas en la antigua Escuela Mitre. Como escultor, se destacan:
- Derecho animal, una imponente jirafa de metal que busca concientizar que se trata de una especie en riesgo de extinción por la cacería.
- Zorros salvajes, escultura de cemento, en homenaje a los animales de la región. La majestuosa obra, de 15 metros de largo por 7 de alto, es maciza y pesa 120 toneladas. Un trabajo tan impactante como hipnótico que se puede disfrutar en la finca Huentala Wines.