Este miércoles por la tarde, el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, partió desde el aeropuerto internacional de Ezeiza con destino a la ciudad de Roma (Italia), previa escala en Ámsterdam. En la ciudad neerlandesa, Colombo pasará todo el día jueves, mientras que llegará a la capital italiana el jueves por la noche para participar de la multitudinaria despedida que el mundo le dedica al Papa argentino.
"El viernes espero poder visitar la capilla ardiente, que es donde está el cuerpo de Francisco y espero poder llevar con mi oración la de tantos argentinos. El sábado, en tanto, será la celebración de exequias y la sepultura", siguió el arzobispo.
"La figura de Francisco, como muchos reconocen, excede el ámbito de la Iglesia Católica para convertirse en una referencia insoslayable de la humanidad en búsqueda de la paz. La figura del Papa, poniendo de relieve el mundo de los pobres y la necesidad de ayudar y acompañar a frágiles, vulnerables e invisibilizados es un llamado de atención a nuestra clase política y sus dirigentes", destacó el también presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, antes de partir a Roma para participar de la celebración de las exequias y la sepultura de Francisco.
Traslado del féretro del papa Francisco a la Basílica de San Pedro
Traslado del féretro del papa Francisco a la Basílica de San Pedro
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"Todas las religiones han tenido en él un interlocutor y han sabido recibir una palabra de aliento. Para todas las religiones, el legado de Francisco ha quedado en tres dimensiones. Primero, en la primacía del servicio. Las religiones están para servir a las personas en el camino de su encuentro con Dios. La segunda dimensión es la que hace precisamente a la importancia de la cercanía con Dios, aquella que une a los pueblos y busca la paz. Y la tercera es la invitación a cuidar la Tierra, para que sea aquella creación que Dios nos dejó para disfrutar. Por ello su compromiso con el cuidado del medio ambiente", concluyó Colombo.
El 2 de mayo, Colombo regresará a Mendoza y a los días comenzará la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, con la particularidad de que no habrá Papa como referente máximo de la Iglesia.