La noticia que muchos fieles estaban esperando fue confirmada hoy por el vocero del Arzobispado de Mendoza, Marcelo De Benedectis: las misas podrán volver a celebrarse desde mañana.
“Con mucha alegría quiero compartir que acabamos de salir de la reunión con el gobernador (Rodolfo Suárez). Estamos muy contentos porque desde mañana sábado se habilitan las celebraciones públicas hasta un total de 30 concurrentes”, adelantó De Benedectis.
“Los detalles y saldrán bien detallados en el decreto. Pero qué bueno comunicar a todos los fieles de Mendoza esta paso tan importante que ha autorizado el Gobierno provincial. Estamos muy felices”, concluyó el vocero religioso en un video. Sobre el decreto, la intención es terminar de darle forma en el transcurso del viernes, para que salga publicado a primera hora del sábado.
Durante la mañana de hoy, el gobernador y el ministro de Gobierno, Víctor Ibañez mantuvieron un encuentro con el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo; el obispo de San Rafael, Eduardo Taussig; y un grupo de pastores evangélicos y dos rabinos de la comunidad judía. Durante el encuentro, se conversó sobre las características y condiciones para reanudar las ceremonias religiosas de los diferentes credos; y se acordó que el regreso sea a partir de mañana y con una limitación fija en la cantidad de concurrentes: 30 personas, indistintamente de la religión o cuán amplio sea el templo.
“Fue una reunión muy participativa y en un buen clima, donde se expusieron las preocupaciones y la intención de todos de que las cosas se hagan bien. Creemos que la reanudación a partir de mañana y para 30 fieles es una buena decisión, en la que se irá trabajando sobre la marcha”, destacó el religioso; quien también se refirió a la limitación en ese número de asistentes (la propuesta elaborada por el Arzobispado planteaba que la capacidad sea acorde a cada templo, y no superara 25% de la ocupación real). “Por ahora se fijó que sean 30 personas, sin importar si el templo es amplio. A futuro se verá si se modifica, pero es bueno comunicar a los fieles que este fin de semana van a poder regresar a las celebraciones religiosas”, se explayó De Benedectis.
Registro previo
Si bien todo quedará confirmado con la publicación del decreto, el vocero del Arzobispado detalló que todos los fieles que participen de una celebración deberán registrarse en una planilla impresa antes de ingresar a la iglesia. Allí se anotarán los nombres y documentos de los participantes; y personal del templo deberá llevar la cuenta para cortar el ingreso cuando se completen los 30 fieles. Además, deberá mantenerse una distancia de -al menos- dos metros.
Lo que dice el protocolo
La base del protocolo aprobado por el Ejecutivo provincial es la propuesta que elaboraron los referentes de la Arquidiócesis de Mendoza y la Diócesis de San Rafael. En el primero de los puntos del protocolo propuesto para actividades religiosas comunitarias se especificaba que la asistencia de fieles no estaría limitada a la terminación del DNI, sino a la capacidad autorizada de los templos. Si bien los líderes religiosos planteaban que estuviese condicionada por la capacidad de cada templo -autorizándose hasta 25% de la ocupación-, en esta primera etapa se fijó que sean hasta 30 fieles. Además, fijaron 15 “zonas de proximidad” en Mendoza y tres en San Rafael para que puedan asistir los fieles.
Propusieron además que el uso del tapabocas se mantuviese como obligatorio, y entre los fieles deberá mantenerse una distancia de al menos dos metros. En caso de que la asistencia sea en grupo familiar, estos podrán mantenerse juntos; pero asegurando ese distanciamiento del resto de los fieles.
En cuanto a horarios para inicios de celebraciones, se fija entre las 9 y las 20; y se aclara que ninguna podrá finalizar después de las 21. Además, procuran que -de ser posible- existan puertas diferenciadas para la entrada y la salida; y que se evite la aglomeración de gente antes del inicio y luego de cualquier ceremonia.
Se eliminarán las fuentes de agua bendita en los templos, al igual que la procesión de ofrendas y el saludo de la Paz. En tanto, la Eucaristía se dará en la mano y no en la boca.
A estas propuestas se agregan la colocación de trapos con agua y lavandina en las puertas de los establecimientos; la presencia de una persona para hacer periódicamente la sanitización mientras esté abierto el templo y la ventilación y desinfección luego de cada celebración.