Ante la necesidad de recurrir a la educación a distancia, el aislamiento desnudó las dificultades de acceso digital y datos obtenidos por Nación expresan cuánto se profundizó la brecha educativa por esta causa.
Durante la primera mitad de este ciclo lectivo las escuelas privadas pudieron mantener un contacto más asiduo y de mejor calidad con sus alumnos gracias a una mejor accesibilidad a conexión y recursos tecnológicos. Una vez más el nivel socioeconómico determinó la calidad ya que aquellas familias de niveles más altos pudieron tener mejor continuidad.
De ellas, 90% expresó haber tenido contacto una vez por semana con sus alumnos mientras que en las públicas esto llegó al 70% de los establecimientos, según se desprende de una encuesta realizada por el Ministerio de Educación en el país. Además, 73% de las escuelas privadas apelaron a aplicaciones para videoconferencias mientras que entre las públicas lo hizo el 17%. Es que para que sea efectivo se requiere la posibilidad de que todos los alumnos se conecten a la vez lo que implica acceso a dispositivo en ese momento y servicio de internet, lo cual no siempre es posible.
Como para terminar de ilustrar hay que señalar que 30% de las instituciones privadas usó frecuentemente plataformas educativas, muchas ya las habían incorporado antes, mientras que esta proporción fue de 17% en las públicas. En los primeros establecimientos se apeló más a clases grabadas y uso de recursos audiovisuales mientras que la conexión en las escuelas públicas fue casi exclusivamente a través del celular.
Hay que señalar que hay sectores donde hay un sólo teléfono para toda una familia, a veces son viejos y no permiten descargar todos los recursos o no tienen servicio de internet.
Parte de esos chicos pueden estar expresados en el 4% de alumnos que directamente no se conectó con la escuela .
La Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica fue realizada en junio entre 5.000 directivos, 25 mil docentes y 2.800 familias y el ministerio presentó un informe preliminar.
Buscó obtener información detallada sobre la respuesta del sistema educativo argentino en el contexto de la emergencia sanitaria por la COVID-19. Para ello, se relevó el estado de situación de la educación en el marco del aislamiento social y se analizaron los procesos de continuidad pedagógica desarrollados a nivel nacional, jurisdiccional y escolar en el país, con especial atención en las desigualdades y las formas en que los condicionan.
Brechas
Hay un 5% de los establecimientos que aseguró estar aún proceso de adecuación a esta nueva modalidad y hay que tener en cuenta que 27% de los alumnos dijo tener acceso sólo a través del celular y que 53% no tiene computadora. Por otra parte 3% no tiene ningún medio para conectarse y la mitad de los hogares no tiene internet fijo.
Hay que tener en cuenta que en Mendoza, la Dirección General de Escuelas implementó un programa para recibir donaciones de dispositivos y entregarlos a alumnos, los que han sido 4 mil. Además, se está en proceso de implementar, junto con los municipios, puestos de conexión de internet gratuito. Al comienzo de la pandemia se había determinado que cerca de 10% de los alumnos mendocinos no tenía acceso digital.
Tal cual podía anticiparse los adolescentes se sintieron más cómodos con este formato que es parte de su universo cotidiano: 6 de cada 10 dijo haber aprendido nuevos contenidos. En términos generales consideran que pudieron organizarse y que les gustaría continuar con contenidos digitales aún con el regreso a las aulas.
Fueron unas 10 horas semanales las que los alumnos dedicaron al colegio, aunque más de la mitad (58%) consideró que las tareas fueron excesivas.
En tanto dos tercios de los padres manifestaron temor por el regreso a la presencialidad ante un posible contagio.