Un unipersonal que conjuga stand up, teatro y humor para llevar la literatura a escuelas de los distintos niveles, lleva a cabo, de manera independiente y autogestiva, Cristian Di Carlo, un actor mendocino de 44 años. La propuesta, que la viene desarrollando desde los últimos cinco años, tiene tanta repercusión que hasta el propio protagonista se siente asombrado.
La obra, titulada “El aedo”, recorrió toda la provincia de Mendoza, incluso las aulas más recónditas y alejadas del territorio. De hecho, llegó a varias ciudades de España, donde el teatro, comentó el artista, no suele visitar las escuelas.
El camino recorrido
Nacido en Rivadavia, Mendoza, Di Carlo inició la carrera teatral en la UNCuyo. Desde muy joven fue convocado para participar en varios elencos y obras. Durante un tiempo ejerció la docencia y no le fue nada mal, aunque sentía que no era lo suyo, según relató en diálogo con Los Andes.
Así, se dio cuenta de su necesidad de abrirse camino solo, todo un desafío. Comenzó a indagar, a estudiar, a recorrer escuelas y a generar el camino para cumplir su sueño.
“La docencia me estaba asfixiando, sentía que no podía dar lo mejor de mí. No fue fácil tomar la determinación, pero estaba convencido de que, con creatividad, se podía hacer mucho desde otro lugar, porque el contacto con los estudiantes siempre me interesó”, recordó.
Fue así que se decidió a investigar algunos temas de Lengua y Literatura y dialogó con gran cantidad de profesores. La mitología griega, un tema complejo para dictar en las aulas, fue su inspiración y así llegó a La Ilíada, una epopeya griega atribuida tradicionalmente a Homero.
“Puse manos a la obra y empecé a armar un espectáculo desde el humor, una propuesta relacionada a los aedos, que iban de pueblo en pueblo para contar las noticias en las plazas, frente a un público numeroso. Relataban, en especial, noticias relacionadas con la guerra”, señaló.
El unipersonal, que suele tener una hora de duración, se monta en el lugar que la escuela disponga: puede ser una sala, un aula u una biblioteca. Cristian se adapta a los espacios.
“Sabemos que para un docente estos temas, de alguna manera, son difíciles de abordar para que los estudiantes se entusiasmen. La idea de esta obra es bajarla al lenguaje de hoy”, remarcó.
Tal es así, que el espectáculo se acomoda a estos tiempos modernos. Incluso en un episodio, Zenón le envía un audio de whatsapp a Aquiles en el que le dice que será más recordado si muere joven en lugar de viejo. “Los chicos se divierten y aprenden al mismo tiempo”, agregó.
Una obra diferente
El desafío para Cristian no es menor, ya que es él mismo quien debe interpretar a varios personajes en una misma propuesta teatral. “Sigue siendo, de todos modos, algo muy enriquecedor para todas las partes, es decir, para el espectador y, por supuesto, para mí, que amo lo que hago”, puntualizó.
“Este tramo de la historia es patrimonio de la humanidad y contarlo de esta manera es muy divertido. Se elimina el lenguaje poético que muchas veces es difícil de entender y se baja al idioma de los chicos”, subrayó.
La obra tiene varias propuestas, siempre con la misma dinámica. Una de ellas es un narrador de los tiempos de Homero, el nombre dado al aedo a quien tradicionalmente se atribuye la autoría de los principales poemas épicos griegos, como la Ilíada y la Odisea.
También focaliza en la Guerra de Troya y en Otelo, la obra teatral de William Shakespeare escrita alrededor de 1603. Con varios tamices de humor, el actor deja en claro, así, quién fue Shakespeare y el contexto social y político en el que se desempeñó, aunque siempre respetando la rigurosidad de la historia.
Fuerte impacto
Sorprendido, todavía, por el impacto de su trabajo a pulmón, Cristian contó que en España la obra fue furor en varias ciudades, como Valencia, Barcelona y Madrid.
Claro que también se expandió por toda su provincia de norte a sur y de este a oeste, siempre con increíbles resultados. “Vivo de esto, con todo lo que implica. Pienso que en el teatro, como en todas las profesionales, uno debe dar lo mejor, darlo todo, como suele decirse, porque es la única manera de que los resultados por fin aparezcan”, sostuvo.
Concluyó: “Esta obra me enorgullece. No es menor que los docentes la recomienden. Celebro ayudar a través del teatro a profesores y alumnos”.