La pandemia del coronavirus y las medidas sanitarias de emergencia revelaron muchos ejemplos de que personas a lo largo y ancho del país se sacrifican cotidianamente para alcanzar sus sueños, por más que ello implique sacrificios y esfuerzos redoblados.
En este caso una mujer que vive en un paraje de Neuquén se transformó en ejemplo nacional luego de que se conoció su historia: todos los días debe hacer varias veces un camino para ira hasta una loma y conseguir algo de señal de internet para recibir o enviar trabajos.
La protagonista de esta historia se llama Erica y vive a varios kilómetros de la ciudad de Neuquén. Precisamente su casa se ubica en el paraje Hualcupén, una localidad Loncopué, y como en tantos otros puntos alejados de los centros urbanos la conectividad es escasa. Esto significa una importante dificultad para ella ya que cursa la carrera de profesorado en Geografía en la Universidad Nacional del Comahue.
A su vez sus dos hijas de 11 y 6 años se encuentran en la escuela y debe hacer malabares para poder conseguir señal y descargar los deberes de las tres: “Son varias veces por día las que tengo que ir hasta la lomita. Voy a caballo o caminando. La señal no es fluida, pero por la mañana funciona algo mejor”, detalló.
Erica está en el segundo año del profesorado y la realidad que impuso la pandemia a todos terminó siendo una gran complicación para ella, aunque destacó que se las ingenia para seguir adelante: “Nos están mandando tarea para lograr estudiar el profesorado, pero la verdad es que se atrasó y complicó todo con la pandemia”.
Si bien está acostumbrada a la falta de señal, confesó que “Después de tantos años en el campo, uno ya va sabiendo más o menos los puntos donde tenemos que ubicarnos para buscar señal”.
