Efecto Scaloneta: cada vez más hombres y de más edad se suman al boom de Pilates

Médicos e instructoras de esta práctica, que fomenta la fuerza y flexibilidad, aseguran que hubo un cambio cultural y ya no se asocia a mujeres mayores y sedentarias. El excesivo uso de tecnología generó un “achaque” precoz en los adolescentes, que lo eligen para paliar esos efectos. La influencia de los astros de la Selección.

Efecto Scaloneta: cada vez más hombres y de más edad se suman al boom de Pilates
Cada vez más hombres y de más edad se suman al boom de Pilates. | Foto: Los Andes

Hasta no hace mucho, el método Pilates se asociaba, casi exclusivamente, a personas lesionadas o a “viejitas dolientes” que buscaban fortalecer sus huesos y articulaciones con el menor esfuerzo físico posible. Sin embargo, esta práctica creada por el alemán Joseph Pilates en la primera mitad del siglo XX, está viviendo un nuevo auge en los últimos años y demuestra que está lejos de limitarse a una edad, a un género, o a una condición física determinados. Traumatólogos e instructoras aseguran a Los Andes que, acorde con los cambios de época, los varones perdieron algunos prejuicios con respecto a practicar ciertas actividades y se animan, cada vez más, a conectarse con su cuerpo desde un lugar más consciente.

Lo mismo ocurre con las generaciones más jóvenes, que poblaron los centros de Pilates después de la pandemia y buscan en ese ejercicio -que combina fuerza, elongación y flexibilidad- un alivio a sus problemas posturales como consecuencia del uso y abuso del celular y las computadoras.

La mejora en el rendimiento deportivo también es ahora un motivo para realizar Pilates entre chicas y chicos adolescentes. En ese sentido, hubo una clara influencia de “Dibu” Martínez, uno de los primeros ídolos de “la Scaloneta” en difundir los beneficios de practicar regularmente esta actividad.

Julián Quiroga, de 32 años, es uno de los tantos que se sumaron a la afición de “El Dibu” y de otros tantos deportistas de alto rendimiento que practican Pilates. Julián es ciclista, corredor de moto enduro y motocross. “Llegué a Pilates averiguando en Internet y las redes porque tengo la espalda lastimada por los golpes y realmente me ayudó mucho”, dice Julián.

Cada vez más hombres y de más edad se suman al boom de Pilates. | Foto: Los Andes
Cada vez más hombres y de más edad se suman al boom de Pilates. | Foto: Los Andes

Y agrega: “Chivás como si hicieras una clase de spinning. Es exigente, aunque hay distintos niveles. Puedo ir a la misma clase con una chica de 15 y otra de 60. La profe va adaptando los ejercicios. Me gusta, es un gran complemento”.

Griselda Feldman, profesora y dueña de un estudio de Pilates en San Martín, señala sin vueltas: “Hace muchos años se pensaba que Pilates era para viejitas que no querían hacer nada. Hasta se veía como algo aburrido. Ahora, hay otra tendencia. Futbolistas de alto rendimiento como el “El Dibu”, o algunos tenistas han difundido la flexibilidad y fuerza que les brinda Pilates y eso ha generado curiosidad entre los jóvenes. Lo que hacemos los profes es ir adaptando la disciplina según la necesidad de cada persona”.

En esa línea, Silvana Cubillos, instructora de esa disciplina con certificación internacional, asegura que el boom del Pilates en Mendoza llegó “con las redes sociales y los “influencers” del fútbol. “Cuando empezaron a ver que Messi, el Kün Agüero o el “Fideo” Di María se entrenaban en los gimnasios con los reformers (equipos propios del método Pilates), ahí hubo un auge. El “Dibu”, de hecho, ha contado que tiene su profe particular. Ahí los jóvenes empezaron a tener más animo de querer entrenar”.

Cubillos dirige un centro de Pilates en el microcentro mendocino y afirma que todavía el público mayoritario sigue siendo el femenino, pero advierte que en los últimos años llegaron más varones a su espacio. “Antes el varón, si tenía un dolor, se la aguantaba. Ahora no; permiten sentirse el cuerpo, ocuparse de sí mismos y estar más conscientes, más para el “adentro”. El varón está más conectado consigo mismo. Tener amor propio es el nuevo paradigma. Todavía hay reparos y prejuicios, pero el concepto de ´masculinidad´ está cambiando, por suerte”, explica.

Un ejemplo es Vicente Vega, de 56 años, que empezó a practicar Pilates para “sentirse bien”, y poder contrarrestar su trabajo sedentario sin tener que ir al gimnasio. En poco tiempo, notó cambios positivos: “Mejoró mucho mi salud y reconozco que Pilates también influye en el estado de ánimo”, dice.

Vicente asiste a clases donde van “chicas muy jóvenes, señoras jubiladas, hombres de mi edad o más jóvenes” y, si bien él jura que nunca tuvo prejuicios respecto de Pilates, admite que muchas personas aún sí lo tienen. “Con quien lo comentaba me decía que creía que sólo iban mujeres”.

El celular, el nuevo “enemigo” de las cervicales

Las pantallas y “pantallitas” están afectando nuestra postura corporal. Lo advierten, sin dudar, los expertos consultados por este diario. “Llegan muchos jóvenes con malas posturas a Pilates. El tema postural es tremendo, está afectando el área cervical el uso del teléfono y las pantallas en general. Una de las adaptaciones del Pilates es para corregir esas posturas mediante el fortalecimiento del Core (la faja abdominal natural), que es el sostén corporal que alivia el dolor lumbar y cervical”, asegura Melisa Asin, profesora de Educación Física y mentora de Pilates en un estudio de Luján de Cuyo.

En diálogo con Los Andes, Alejandro Ávila, médico traumatólogo, señala que la rutina sedentaria de estos tiempos y, sobre todo, la dependencia al celular, que se agravó con la pandemia, son dos factores clave a la hora de entender el aumento de “problemas posturales (lumbares o cervicales) cada vez más frecuentes, incluso, en la gente más joven”.

Cada vez más hombres y de más edad se suman al boom de Pilates. | Foto: Los Andes
Cada vez más hombres y de más edad se suman al boom de Pilates. | Foto: Los Andes

“Los problemas posturales ahora son muy frecuentes. La tecnología y el home office hacen que tengamos una postura totalmente viciosa. No sé si hay dolencias nuevas, pero hay cambios de hábito que adquieren posiciones viciosas: columnas encorvadas, hombros y cuellos tirados hacia adelante, que son lo contrario al diseño del ser humano, que es mirar para el horizonte. Hay que reeducar al deportista para que tome la posición normal”, explica Ávila.

Según el traumatólogo, en ese sentido, Pilates es una de las mejores alternativas para “gente sana y para aquellas personas con dolores agudos o crónicos”. De hecho, el médico especialista en traumas del pie, cuenta que suele derivar a los pacientes que llegan a su consultorio lesionados a realizarlo. Y no sólo para rehabilitarse -afirma Ávila- sino también como actividad de base para preparar al cuerpo para cargar fuerza nuevamente en un gimnasio o exigirse en actividades de alto impacto.

“Hace varios años y, ni hablar durante la pandemia, el uso del celular marcó un antes y un después. Muchas horas estamos sentados y con una pésima postura, lo cual va generando la famosa “Posición de tortuga”. Se ven más problemas en las cervicales de los jóvenes que antes no se veía tanto”, agrega Cubillos.

Santino Enriz tiene sólo 19 años y llegó a Pilates porque le dolían la espalda y el cuello. Asegura que pasa casi todo el día sentado en sillas incómodas de su facultad y que le afectaron la postura. Eso, sin contar las horas de estudio en casa y la dependencia al celular.

Cada vez más hombres y de más edad se suman al boom de Pilates. | Foto: Los Andes
Cada vez más hombres y de más edad se suman al boom de Pilates. | Foto: Los Andes

Siempre hizo fútbol y desde hace años va al gimnasio. Sin embargo, con Pilates, afirma que le cambió “la calidad de vida”, corroborando lo que afirman al unísono las ´profes: Pilates no excluye edad, ni género, ni condición física.

Del “clásico” de Joseph al Pilates de “suspensión” y “metafísico”

El Pilates clásico u original ya lleva décadas siendo conocido por sus múltiples beneficios en el cuerpo: logra estilizar, flexibilizar y fortalecer todos los grupos musculares de forma equilibrada y armónica, aumentando el control de todo el cuerpo, respetando a las articulaciones.

No obstante, y como toda práctica, la disciplina ha ido sufriendo sus cambios y “aggiornándose” con otras técnicas, elementos y complementos fuera de aquella cama con tirantes, que lo hizo tan popular.

“Muchos profesores le estamos dando otro enfoque. Empezamos a innovar con más resortes y materiales y se han ido incorporando más hombres y chicas jóvenes y han entendido que no es una actividad livianita”, cuenta Griselda Feldman, profe de Pilates.

Si bien algunos profes siguen profundizando en el Pilates convencional porque “es la base de todo”, también hay docentes mendocinos que prefieren las fusiones. Pilates funcional, Pilates aéreo o en suspensión e, incluso, Pilates metafísico (donde la respiración y la meditación previas a los ejercicios son la estrella de la clase) son algunas de las variantes a la vieja práctica.

“Hacemos ejercicios de respiración, una suerte de meditación con movilidad unos minutos antes de la clase. Te desconectan de la realidad un rato y te dejan liberado para lo que sigue. Te relajás de las tensiones del día, más allá de la fuerza y el estiramiento”, describe Santino Enriz, “fan” de Pilates Metafísico.

Claro que cada cuerpo es distinto y parte del desafío -advierten los especialistas- es encontrar buenos profesionales que sepan adaptar los niveles diversos del Pilates a las posibilidades de cada alumno.

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