Ecología: Anchipurac, centro ambiental único en el país

Está en San Juan. Tiene unos 4.000 m2 cubiertos y está emplazado en un terreno que se usaba como basural a cielo abierto. Sus objetivos son la investigación y generar conciencia ambiental.

Ecología: Anchipurac, centro ambiental único en el país
Hugo Diego Eberle, especialista en temas ambientales en el centro ambiental de San Juan: Anchipurac. - Gentileza / Hugo Diego Eberle

Tiempo atrás me detuve ocasionalmente a hablar con un grupo de estudiantes en la UNCuyo que estaban debatiendo sobre temas ambientales. Una de ellas se refería a una institución radicada en nuestra vecina San Juan de nombre Anchipurac que, en lenguaje huarpe, significa Rayo.

Allí me detuve para curiosear por un poco más de información, luego de lo cual decidí buscar antecedentes en internet algo que derivó en una invitación a viajar a San Juan para saber más de esto y al mismo tiempo asistir a la Ópera Carmina Burana que se presentaba en el Teatro del Bicentenario.

Recorridos los 170 km que nos separan desde Mendoza encontramos la sede de la institución en un moderno edificio, construido a unos 20 km de la ciudad capital provincial, al pie del cerro Parkinson, una zona utilizada tiempo atrás como depósito urbano de basura.

Se trata de una institución pública dependiente de la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia que está compuesta de tres espacios de trabajo: a) Centro ambiental, b) Parque de tecnologías ambientales, donde se procesan los residuos urbanos de los principales centros habitacionales para direccionar al reciclaje o a rellenos sanitarios y c) Parque industrial tecnológico ambiental regional destinado al procesamiento de residuos recuperados.

Centro ambiental de San Juan, Anchipurac. - Gentileza / Hugo Diego Eberle
Centro ambiental de San Juan, Anchipurac. - Gentileza / Hugo Diego Eberle

El local, que es un confortable edificio instalado en una zona desértica bastante difícil de llegar, está dotado de los medios tecnológicos necesarios y una infraestructura completa para los fines utilizados y rodeado de paneles de captación de energía solar fotovoltaica con la que alimentan todas las actividades que allí se realizan.

En relación con la construcción propiamente dicha, la novedad es que el 40% de la ella se encuentra insertada a dos metros por debajo del nivel del terreno que la alberga. Esto permite que su interior se mantenga fresco en verano en una zona donde el calor es muy intenso y también algo cálido en invierno lo que le permite reducir el uso de energías, aunque ellas sean limpias. Consultado a personal de información de la unidad se nos confirma que también es una propuesta educativa que tiene como principal propósito motivar a los visitantes con cursos de formación y experiencias prácticas para adoptar formas de vida más acordes con el futuro que nos espera, que no será fácil desde el punto de vista ambiental.

Es bueno recordar que estamos transitando una crisis climática global en un mundo que aún no tiene claro cómo resolver a pesar de la abundante literatura existente, la divulgación permanente en los medios y también por los propios eventos que estamos sufriendo en diferentes puntos del planeta, principalmente en el hemisferio Norte, que no por casualidad es el que más contamina.

Centro ambiental de San Juan, Anchipurac. - Gentileza / Hugo Diego Eberle
Centro ambiental de San Juan, Anchipurac. - Gentileza / Hugo Diego Eberle

Desde su creación los responsables han ido desarrollando diversas actividades todas ellas basadas en principios ambientales básicos, como el respeto a la biodiversidad, el uso racional de los recursos naturales, la participación de todos en el adquirir conocimientos conservacionistas y aplicarlos, seguir las técnicas de desarrollo sustentable, mantener la calidad ambiental en su propia región, desarrollar la investigación como modo de encontrar aspectos a mejorar en el cuidado de nuestro ambiente, estudio de residuos urbanos y búsqueda de soluciones creativas, promover el uso de energías renovables y todo aquello que sea necesario para preservar la calidad de nuestro aire, agua y suelos.

El joven biólogo Marcelo González, especialista en Biodiversidad de los desiertos, fue quien nos fue pasando por varios puntos de información y reflexión, basados en técnicas muy didácticas tanto en juegos físicos como de auto evaluación y consultas. Por ejemplo, hubo uno que me interesó fuertemente que es una medición de nuestra huella personal de emisión de CO2 (principal gas de efecto invernadero) a la atmósfera a través de un cierto número de preguntas prefijadas en una computadora a la que debemos responder y ella luego nos arroja el resultado que nos muestra en cuanto cada uno de nosotros puede perjudicar o ayudar a mejorar nuestra atmosfera.

Después de la presentación Marcelo nos amplió detalladamente las actividades que se realizan en el sitio, tales como investigación en laboratorio ambiental, recuperación y reciclado de materiales, observatorio y transición hacia energías renovables, en particular buscando entender cuál es la mejor relación entre el hombre y la naturaleza como medio para afrontar el futuro asumiendo que él depende de nosotros mismos.

Centro ambiental de San Juan, Anchipurac. - Gentileza / Hugo Diego Eberle
Centro ambiental de San Juan, Anchipurac. - Gentileza / Hugo Diego Eberle

Finalmente nos habló de la educación ambiental porque lo que se busca es alcanzar en términos teóricos y prácticos la construcción de un futuro donde los habitantes tengamos un ambiente saludable y sustentable en el tiempo por necesidad en función de nuestro presente, y también para cumplir con el mandato de nuestra Constitución Nacional que en su artículo 41 expresa el derecho de los habitantes de la nación a tener un ambiente sano y apto para el desarrollo humano y el deber de desarrollar sus actividades productivas sin comprometer los recursos naturales y necesidades de las generaciones futuras.

Después de la visita me quedó claro que se trata de un interesante e importante emprendimiento que seguramente será ampliado hasta constituirse en un hito nacional dedicado a la conservación de la naturaleza en términos sustentables, que ojalá sea imitado a lo largo de nuestro país.

Fuera de nuestra región es la Unión Europea (UE) la que, por ahora, está liderando el cuidado ambiental en el mundo debido a que son los países más desarrollados económica, cultural y tecnológicamente, en la mayoría de los aspectos que son necesarios para cuidar de la naturaleza. Mientras que en América Latina algunos países como Chile, Uruguay y Costa Rica son los que han tomado la delantera en el plano ambiental, simplemente porque han asumido que hay que actuar con responsabilidad al momento de fijar prioridades para el cuidado colectivo de sus poblaciones y calidad de vida de los ecosistemas.

Por ejemplo, Chile, un país castigado por la contaminación atmosférica, especialmente en su zona más poblada, que es la capital Santiago, está trabajando desde hace unos años desde su departamento de Cambio Climático bajo el Programa LECB (Programa de control de baja de emisiones) orientado por las Naciones Unidas por el que se ha propuesto analizar las emisiones de CO2 con proyección 2030-2050. Mientras que Costa Rica continua en su persecución de su objetivo ambiental central, que es conseguir que su matriz energética sea 100% limpia de contaminación.

Finalmente, me gustaría poner fin a esta nota con un agradecimiento al personal de Anchipurac por la atención que brindada y el diálogo al que se prestaron sin límite de tiempo. Con aquella frase que al inicio del presente siglo nos impactó fuertemente. “Nosotros no somos dueños de la tierra apenas somos parte de ella”.

*Producción y edición: Miguel Títiro - mtitiro@losandes.com.ar

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