Una particularidad de la campaña de vacunación en niños en edad escolar en Mendoza es que cada año lleva las vacunas a las escuelas y así se asegura el éxito con una amplia cobertura. Sin embargo, con la pandemia esto se ha visto afectado. El año pasado prácticamente no hubo clases presenciales y este año no se está implementando, salvo excepciones, porque los alumnos asisten de manera intermitente y por grupos.
En este marco, durante 2020 se redujo en promedio un 8% la cobertura de vacunación, en particular en chicos de ese segmento, es decir, quienes tienen 5 años -ya que se coloca al ingreso escolar- y a los 11 años, en sexto grado. El año pasado además, por el aislamiento y el temor y desconocimiento al Covid, la gente casi no salía y se redujo drásticamente la asistencia a los vacunatorios.
Pero esto tuvo un efecto rebote durante 2021 ya que hay mucha más asistencia debido a que no sólo deben ir aquellos a quienes les corresponde este año, sino además, quienes van a “recuperar” las dosis perdidas.
Así lo reconoció a Los Andes la directora de Inmunizaciones de la provincia, Iris Aguilar, quien dijo que aunque 8% parece mucho es una gran disminución.
Señaló que, pese a esto, este año la vacunación “va muy bien, la gente ahora sale y circula”. “Hay quienes están recuperando sus esquemas; son producto del aislamiento”, explicó Aguilar. Y agregó: “Hay mucha demanda de vacunación de niños y adolescentes”.
Detalló que, por ejemplo, la del ingreso escolar llegó a estar en 90%, cuando la óptima es de 95%. Dijo que actualmente a veces la concurrencia es tanta que “la sala de espera es la vereda”, donde se hace fila para evitar aglomeraciones.
Es justamente el segmento que más se vio afectado por la pandemia luego de la interrupción de las clases presenciales en marzo de 2020. A mediados del año pasado, las autoridades provinciales estimaban que unos 46.000 chicos mendocinos no habían recibido la vacunación obligatoria en los colegios, correspondiente a ese ciclo. Se trataba de alumnos de 5 y de 11 años, a quienes les corresponden vacunas por el calendario oficial.
Aguilar dijo por aquel entonces que desde el Gobierno calculaban, a su vez, que un 15% podría haber recibido la vacuna por su cuenta. Pero, por otra parte, dadas las restricciones y los temores por el contagio, también reconoció que había bajado notoriamente la asistencia a los vacunatorios.
De esos dos grupos, Aguilar dijo que actualmente la cobertura del ingreso escolar es mejor. “Tiene que ver también con la etapa de la vida y la preadolescencia. A los 11 años está la vacuna del VPH que todavía genera dudas en algunos padres. Hay que recordar que está para niños”, manifestó. Mientras que en los más chicos juega a favor que asisten más a controles médicos.
Justamente esto, en gran medida, es lo que hace que en menores de un año la cobertura no se haya visto muy afectada y que hoy esté como cualquier año. Otro tanto ocurre con los adultos mayores, a quienes Aguilar les reconoció mucha responsabilidad en llevar al día la vacunación.
Temores
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió la semana pasada su preocupación por la pérdida de vacunas de calendario por la pandemia. Señaló que muchos niños han dejado de recibir sus vacunas de rutina en América Latina.
La entidad estimó que son alrededor de 300.000 los chicos en esta situación entre esa región y el Caribe. Lo hizo en voz de su directora, Carissa Etienne, al solicitar a los países que no descuiden los servicios esenciales de atención de la salud, que se han visto afectados por el Covid-19.
Durante el año pasado, las consultas médicas en Mendoza habían sufrido una disminución estimada en 60%. Diversas sociedades de medicina advirtieron sobre los riesgos que esto implicaría.
“La pandemia por la Covid-19 ha interrumpido los servicios de salud esenciales en la mayoría de los países y territorios de América Latina y el Caribe, lo cual representa una amenaza para la inmunización de los niños y la atención de las mujeres embarazadas y de las personas con enfermedades crónicas”, advirtió Etienne. Al hacer referencia a las consecuencias, señaló: “En poco tiempo, la Covid-19 no será la única crisis sanitaria que demande la atención de los países”.
Iris Aguilar dijo compartir esta preocupación ya que, más allá de la situación de la provincia, hay que observar el escenario nacional y regional. Esto dado que paulatinamente habrá más circulación de personas y eventualmente se reabrirán las fronteras. Por ello, si hay brote de ciertas enfermedades en otros lugares por falta de vacunación, estas comenzarán a diseminarse.
Dijo que podrían aumentar los casos de meningitis por haemophilus influenza, tos convulsa o coqueluche o meningitis por neumococo, además de sarampión, del cual hay muchos casos en Brasil. “Por lo tanto, llamamos a los países a que aseguren que sus respuestas a la Covid-19 no dejen atrás otros servicios de salud esenciales, como las inmunizaciones de rutina”, afirmó la referente de la OPS, y subrayó: “Estos servicios no son opcionales”.
Etienne detalló que más de 300 mil niños, sobre todo en México y Brasil, no han recibido vacunas de rutina, “dejándolos vulnerables a infecciones mortales que son prevenibles”.
“La cobertura de la primera dosis de las vacunas contra el sarampión se redujo un 10% en ocho países de las Américas, incluyendo Venezuela, Panamá y Brasil, y cayó hasta un 20% en Surinam”, dijo Etienne. “Si no revertimos estas tendencias, nos arriesgamos a una avalancha de problemas de salud peores”, remarcó.
Agregó que, en una encuesta reciente sobre los servicios de salud esenciales en la región, el 97% de los países y territorios participantes informaron sobre interrupciones, mientras que el 45% informó de interrupciones en al menos la mitad de ellos.