General Alvear se ha convertido en uno de los destinos emergentes para hacer turismo interno. Es que sus espacios tienen al aire libre como fundamento central para descansar y relajarse un fin de semana completo en familia. El departamento sureño cuenta con una amplia oferta de alojamientos, en su mayoría cabañas que tienen todos los servicios. Pero entre las particularidades, aparece una oferta turística, apuntada a la familia, que pone en el centro una fascinante actividad productiva: la elaboración de la miel.
Se trata del Parque Temático Miel Terra de Goyco (Ruta 143 Sur), donde Silvana Nosal sirve un jugo de limón y miel y da a probar frutos secos, propios del lugar, torta de damasco con harinas integrales y azúcar de mascabo.
Silvana abrió el parque junto a su esposo Ricardo Postelli hace 20 años. Su objetivo es trascender la mera oferta informativa, quieren aportar su granito de arena para cambiar el mundo. “El hombre ha hecho un desastre en la naturaleza”, se lamenta la dueña.
El concepto del lugar es un divertido recorrido, que dura entre tres a cuatro horas. Flora y fauna nativa en perfecta armonía, acompañados de la correcta explicación sobre la sustentabilidad.
El predio tiene espacios verdes que contienen información en braille y son accesibles para personas con discapacidad motora. La visita guiada es una experiencia, donde los visitantes son invitados a vestir un simpático disfraz de abeja.
Cada quien puede ser parte del animado recorrido “asumiendo un rol” dentro de una colmena, previa a una introducción del lugar que ocupa cada abeja y el impacto que esta tiene sobre el resto.
Se trata de transmitir conocimiento a través de una vivencia práctica y divertida, sin límite de edad. Tanto chicos como grandes son invitados a compartir entre la naturaleza. Asimismo, Silvana y Ricardo fomentan un programa escolar que permite a los alumnos pintar su propia colmena, que luego es llevada al campo con abejas para producir miel. La miel es entregada a la escuela, además de un video interactivo para mostrar el proceso a los más niños.
“Unos 700 chicos han pasado por el predio”, se enorgullece Ricardo quien aporta que el parque cuenta en su haber con tres certificaciones de sustentabilidad.
El visitante tiene la posibilidad de conocer el parque temático en grupos de hasta cuatro personas, que incluye la visita guiada a la planta de extracción y fraccionamiento de miel, recorrido por el parque, unidad demostrativa (colmena) y degustación de mieles varietales. Además, se pueden adquirir productos, ya que producen 17 mieles saborizadas y tres varietales.
La dueña del espacio abierto reflexiona sobre la ansiedad que tiene el hombre por adquirir cosas materiales y se lamenta por lo poco que sirven al no cuidar medioambiente. “Las buenas prácticas son la ética del humano aplicado al objetivo de dejar vivir a los demás seres vivos”, dice mientras se emociona.
Una oportunidad para conocer el bar elegido por los rockeros
Viajar a General Alvear amerita una pasada por el Bar Bairoletto. El local de comidas hace honor a la capacidad del alvearense por el buen gusto y la decoración. Está ubicado en el corazón de Alvear, entre las calles Agustín Álvarez y Washington Ojeda. Se trata del rincón de Miriam Ortega y Gustavo Iwanow, piloto retirado, que convirtieron en una joya de la gastronomía.
Sabido es que muchos artistas y famosos son tentados a detenerse en el bar antes de seguir camino hacia el sur argentino. Incluso el propio León Gieco es habitué del sitio, que le rinde homenaje a una historia del lejano oeste.
Cuenta la leyenda que Bairoletto era un bandido que se enamoró de la novia del comisario del pueblo. De allí un devenir de aventuras por la fuga que debió emprender para no ser castigado con la pena de muerte. En medio del continuo escape ayudó al estilo Robin Hood, robando a los ricos para los pobres. Finalmente murió a manos de la justicia. En la memoria de muchos alvearenses quedó el héroe local, que Miriam y Gustavo tomaron como inspiración para levantar las paredes.
La cerveza es de elaboración propia, inclusive el licor de membrillo, jengibre, piquillín, albaricoque y otras delicias para degustar. La carta de vinos ronda los $450 y la de tragos los $300, dependiendo del tamaño de la bebida. Las entradas son para compartir y arrancan en los $260. Luego, hamburguesas, pizzas de la casa, sandwiches y postres conforman el variado menú.
Cada rincón del bar es una pieza de arte que hacer sentir la magia de la madera, los posters con recuerdos y la barra digna de una taberna.