Un dramático incidente ocurrió en un jardín de infantes en Claypole, partido bonaerense de Almirante Brown, cuando un niño de cinco años cayó en un pozo séptico de cinco metros de profundidad. Las autoridades del jardín desconocían la existencia del pozo, aunque habían notado una pequeña grieta en el suelo. El niño, identificado como Francesco, pasó por esa área y el suelo cedió bajo él.
Las maestras en el jardín actuaron con rapidez y le lanzaron una cuerda para que se agarrara y esperara el rescate. Francesco, que padece autismo, logró mantenerse sostenido en la cuerda mientras esperaba la llegada de los bomberos.
La madre del niño, Gabriela, describió la angustia que sintió al recibir la llamada del jardín en una entrevista con La Nación: “Me llamaron del jardín que por favor me acerque urgente. Justo estaba la abuela. Cuando llego, la abuela le estaba hablando al pozo, mi hijo estaba abajo, se escuchaba que lloraba”.
El rescate fue llevado a cabo por los bomberos, quienes actuaron con rapidez y lograron sacar a Francesco ileso del pozo. Gabriela comentó sobre el estado de su hijo después del rescate: “Salió todo mojado, muy frío, saturaba poquito. Lo llevé a mi casa, lo bañé y lo llevé al hospital... le hicieron un montón de pruebas, salió todo bien, solo tiene que tomar antibióticos”.
La abuela de Francesco, Catalina, habló sobre la experiencia angustiante y agradeció a las maestras y a los directivos del jardín por su rápida reacción en eltrece: “Fue horrible, no se lo deseo a nadie. Si le pasaba algo a Fran, me iba con él. Hoy estoy destrozada. No puedo mantenerme en pie. Es mi vida. No puedo ni respirar, nadie del municipio fue capaz de llamar. Agradecemos a los directivos del jardín que fueron los únicos... Las maestras tienen un sueldo de mierda, así que les agradecemos con el alma, porque una de ellas se dio cuenta y le tiró una soga, si no se hundía mi nieto. Un ángel lo sostuvo”.