La noticia se dio a conocer en las últimas horas y las redes sociales estallaron de inmediato: Damián Ortiz y Cristian Montenegro posicionaron de la mejor manera a la provincia de Mendoza al quedar como finalistas del concurso nacional “Docentes que inspiran”, que busca reconocer a los educadores más innovadores del país con importantes premios.
De este modo, Mendoza quedó con dos finalistas, mientras que los restantes cuatro son oriundos de Goyena (provincia de Buenos Aires), Santa Fe, Guatraché (La Pampa) y CABA.
El encargado de elegir a los seis finalistas de la segunda edición de este ciclo fue un jurado conformado por especialistas designados por seis prestigiosas ONGs de educación. Se trata de Asociación Conciencia, Fundación Cimientos, Enseñá por Argentina, Proyecto Educar 2050, Observatorio Argentinos por la Educación y Fundación Noble. El jurado tuvo la difícil tarea de seleccionar a los finalistas entre tantos docentes (alrededor de 4 mil) que trabajan diariamente por una mejor educación y un país más próspero, seguro, inclusivo y sustentable.
Damián y Cristian no se conocen, aunque a esta altura ya se felicitaron por las redes sociales. De todos modos, ambos compartirán la gala de premiación en Buenos Aires, en un programa especial que realizará canal Todo Noticias (TN) donde mostrarán cada una de las historias. Ese día también se conocerá el ganador, que será acreedor de premios por 1 millón de pesos y habrá dos menciones especiales de 500 mil pesos cada una.
“Nunca imaginé tanta repercusión ni poder estar entre los 6 colegas finalistas que también hacen tan excelentes actividades y proyectos por sus estudiantes y comunidad”, dijo Damián a Los Andes, para agregar: “A cada uno desde su lugar, más allá de las distancias, nos une una gran pasión y amor por la educación”.
Por su parte, Cristian Montenegro posteó en su Facebook: “Cerrando este día maravilloso quiero agradecerles los mensajes, llamadas y hermosos deseos. Gracias. Sepan que soy feliz, que llegar a ser uno de los 6 finalistas es más que un reconocimiento, es un abrazo de felicidad para compartirlo en este momento de lucha de todos los docentes de Mendoza para que se valore nuestro trabajo y compromiso. Sepan que alzo la bandera de la verdad, justicia e igualdad siempre”. Agradeció a su familia y especialmente a sus abuelos que son sus guías.
“Gracias a mis mentores, a cada maestra de mi querida escuela Matías Zapiola, profesores, preceptores y celadores de la Escuela Fuerte San Carlos por acompañarme y guiarme en este camino”, enfatizó, para enumerar también a colegas de tantas escuelas que, aunque en muchas ya no está, aprendió a crecer, dijo.
“¡No bajen los brazos jamás! Y gracias a mis estudiantes, porque me enseñaron a soñar, aprendí la empatía, la igualdad y la confianza”, reflexionó.
¿Quiénes son?
Damián y Cristian hoy son figura en todo el país a fuerza de trabajo, vocación y sueños que hicieron realidad para beneficio de sus alumnos. Damián Ortiz tiene 36 años, reside en Ciudad, está casado y es papá de un bebé. Resultó autor de varios proyectos innovadores que implementa en el aula, incluso antes de la virtualidad. Entre esas iniciativas figura un canal de YouTube denominado “Matemáticas Positivas”, que tiene más de 4.000 suscriptores y, en algunos casos, más de 100.000 reproducciones. En síntesis, Damián es un “profe youtuber”.
También organizó un programa a través de la FM 103.3 Radio El Camino, donde ofició de conductor, para que sus explicaciones llegaran a gente adulta o sin adecuado acceso tecnológico.
Su accionar no termina allí: es operador educativo en temas de prevención de adicciones y suele participar activamente de charlas y capacitaciones sobre acoso escolar y otras problemáticas que se registran en el ámbito escolar. Finalmente, impulsa torneos de ajedrez y promueve otros entretenimientos y juegos didácticos como estrategia educativa para salir de la rutina y de lo convencional.
Se recibió de profesor de Matemática hace 12 años en la Escuela Normal y actualmente está cursando la Licenciatura en Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), carrera que cumple a distancia.
Buena parte de su trayectoria la realizó en distintos CENS, es decir, escuelas para adultos. Actualmente fue designado en los Cens 3-406 y 3-458, a escasas cuadras de su casa.
“Antes de la pandemia los estudiantes del CENS de Maipú me pidieron si podía grabar mis clases, algo que me pareció novedoso. Accedí pese a que no tenía mucha experiencia y así, con el tiempo, surgió un canal de YouTube que empezaron a ver en otros países y a replicarlo en varios lugares”, relata Damián, para agregar que, sin querer (porque por entonces la pandemia estaba lejos) resultó un “adelantado”.
Cristian tiene 41 años y dicta clases en escuelas especiales, donde descubrió un mundo cuando pudo integrar la tecnología con la discapacidad. Oriundo de San Carlos y radicado en Guaymallén, se define como un profesor “de pura vocación y con el alma llena”, además de ser un gran muralista.
Es profesor de Informática con especialización en tecnología adaptada y realizó varias capacitaciones en discapacidad. Hoy este sancarlino se desempeña en dos establecimientos especiales: la escuela Roque Alfredo Vitolo, de Guaymallén, y la Pedro Nolasco Ferreyra.
Su predilección hacia el mundo de la discapacidad comenzó en 2010. Dos años más tarde realizó una especialización y, casi como un presagio, ingresó a una escuela especial. “Fue allí cuando me di cuenta de que me interesaba. Me anoté en todo tipo de concursos y capacitaciones con excelente performance y nunca más lo dejé. Esto me ha llevado a recibir varios premios que valoro y agradezco”, relató con humildad.
Más tarde se convirtió en muralista y obsequió numerosos trabajos a escuelas especiales. Cristian es un docente todo terreno que corre de un lado a otro para reparar computadoras para sus estudiantes y entregar bolsones alimentarios, entre otras acciones solidarias.
En pandemia su tarea fue muy dura y a la vez gratificante. Con cuentos y un títere llamado “Pedrito”, explicó a los niños en forma de relato simple lo que sucedía con el Covid-19.