Dos hospitales públicos de Mendoza se transformaron en los dos primeros en la provincia y entre los 4 que hay en el interior del país en obtener una certificación internacional en atención de ACV (accidente cerebrovascular).
Tanto el hospital pediátrico Luis Lagomaggiore y como el Central lograron certificar que sus procedimientos en la atención del ACV están acordes con estándares internacionales. La Certificación de Centros de Accidentes Cerebrovasculares es otorgada por la Organización Mundial de Accidentes Cerebrovasculares y la Sociedad Iberoamericana de Accidentes Cerebrovasculares y da cuenta de que, tras haberse postulado, han demostrado calidad en la atención para estos eventos que con alta morbimortalidad y riesgo de vida. Es que la respuesta rápida y acorde es determinante en las secuelas y evolución de los afectados.
“Es un orgullo contarles a los mendocinos que el Hospital Lagomaggiore ha sido certificado como Centro Esencial de ACV. Ahora en nuestra provincia son dos los hospitales con este reconocimiento internacional de prestigio; el Central lo obtuvo también durante el último mes”, anunció en X orgulloso el ministro de Salud de la provincia, Rodolfo Montero.
Qué es la certificación
La obtención implicó la postulación, presentación de los procedimientos que realizan, entre otros detalles solicitados, y una vista de revisión de los expertos que se realizó en diciembre y que fue pasada con éxito.
Entre otras cosas, incluye contar con personal formado y entrenado para dar una rápida y mejor respuesta e infraestructura adecuada y eficiente. Se destaca un plazo de respuesta acotado que, según destacó el neurólogo clínico Federico Giner, coordinador de la red de tele-ACV de la provincia y del programa de ACV del Lagomaggiore, se encuentra entre los menores de Argentina. “Un paciente se puede estar tratando en un promedio de 20 minutos desde que ingresa, entonces son tiempos que realmente son muy buenos, y que hablan de una calidad de atención muy buena, más allá de las limitaciones que podemos llegar a tener”, resaltó.
Destacó que las entidades se encuentran entre las máximas instituciones de ACV en el mundo. “Lo que significa esta certificación es que se evalúan todos los procesos en el manejo del paciente con ACV, desde que el paciente sufre un ACV hasta que se va de alta y se hace toda la rehabilitación. Se certifica no solo el proceso, sino además el personal, que esté bien capacitado, que todos sepan qué hacer en cada momento, y se certifica la infraestructura, por supuesto, que tiene cada institución para poder llevar a cabo todo el manejo del paciente con ACV. Esto se hace bajo estándares internacionales”, detalló.
La presentación incluye una revisión de historias clínicas. Explicó que hay tres categorías y que en el caso de los mendocinos fueron certificados como “centro esencial de ACV”.
“Esto significa un reconocimiento para todo el trabajo que se está haciendo, porque imagínate que en cada uno de los hospitales hay un comité de ACV, que está compuesto por un montón de personas de diferentes servicios, desde camilleros hasta médicos, enfermeros, neurólogos, terapistas, personal de laboratorio, están todos implicados para ir analizando los datos, de cómo nos están yendo, y siempre buscando mejoras, actualizando protocolos, y viendo siempre que cada día lo hagamos mejor”, remarcó.
Además aclaró que esto no se trata de un premio ni conlleva un resarcimiento económico sino que es simplemente una certificación de calidad de atención. “Significa que podemos compararnos con el resto del mundo y que podemos ir viendo la línea de mejora, y el hecho de que nosotros podamos medir nuestra calidad a su vez nos implica un desafío para seguir mejorando. Nosotros lo que buscamos básicamente es que todas las personas que tienen un ACV tengan acceso al mejor tratamiento posible y la mejora continua”, afirmó.
Agregó que en el interior del país existen solamente cuatro hospitales con esta certificación y que los otros dos están en Salta y Córdoba.
Según explica la Organización Mundial de Accidentes Cerebrovasculares, la certificación de los centros de ictus brinda una gran oportunidad para la mejora continua de los servicios y la calificación de la atención integral en la región, con el compromiso de los centros de ictus como organizadores y formadores de toda la red local.
“La certificación de los centros de accidentes cerebrovasculares es fundamental para garantizar que los hospitales implementen y monitoreen todas las estrategias prioritarias que cambien la historia natural del accidente cerebrovascular, reduciendo la mortalidad y la discapacidad. Es una gran oportunidad para la mejora continua de los servicios y calificación de la atención integral en la región. La certificación es un paso prioritario para guiar la atención nacional del accidente cerebrovascular por vías basadas en evidencia”, refiere.