María Sara Contrera y Carina Morales son las dos docentes mendocinas quedaron seleccionadas entre más de 2.100 postulaciones que llegaron desde todo el país, en el marco de la cuarta edición del ciclo Docentes que Inspiran, una iniciativa de Clarín y Zurich Argentina que busca homenajear a los educadores más destacados del país.
Ambas profesoras se encuentran en un listado de 24 educadores provenientes de varias provincias argentinas. El comité de preselección estuvo conformado por la Fundación Varkey.
Se trata de María Sara Contrera y de Carina Morales, docentes que se desempeñan en Ciudad y en Las Heras, respectivamente, y que, de acuerdo con Leonela Navarrete, directora ejecutiva de Varkey Argentina “son inspiradoras más allá del aula; son reconocidas por sus comunidades debido a sus prácticas innovadoras e inclusivas que contribuyen a la profesión docente y logran desarrollar en sus estudiantes habilidades del Siglo XXI y aprendizajes significativos”.
Contrera trabaja en la escuela N° 4-001 José Vicente Zapata de la Ciudad de Mendoza y también en los Cens 3-404 y 3-425. Fue elegida por implementar proyectos innovadores que vinculan la literatura con el arte.
Carina Morales, por su parte, se desempeña en la escuela 4-140 Armando Tejada Gómez, de Las Heras, en el Gran Mendoza. Con su enfoque innovador en contextos de alta vulnerabilidad, implementó proyectos de gamificación y creación literaria fomentando la autoestima y el potencial de sus estudiantes. Tiene 47 años, vive con su esposo en Las Heras y su historia es inspiradora: es “hija de la educación de adultos”.
“Lo mío empezó hace poco, crecí en una villa de emergencia y a los 13 años tuve que dejar la escuela para trabajar. Fui vendedora ambulante como lo fue mi madre por más de 20 años y mi camino para terminar la escuela fue un verdadero desafío”, confesó.
“Siempre amé la lectura, en especial de la Biblia y me dediqué a hablar con otros de ella. Para mí, elegir ser docente fue una decisión pensada desde el corazón”, dijo. “Tengo dos ejes fuertes con los que trabajo en el aula. Por un lado, la producción de textos. Realizo con los chicos talleres de producción donde he podido lograr que escriban hermosas historias y he llegado a crear antologías de cuentos, libros pop up, historietas y poemas. Algunos de estos libros fueron publicados”, relató.
Apuntó que eso no es fácil para estudiantes que viven un contexto vulnerable y violento incluso al punto de que, en ocasiones, “teníamos que mantener la cabeza gacha en el aula por los disturbios en el barrio”. “Pero yo quería que ellos pudieran ver que había otras cosas de las que se podían sentir orgullosos”, dijo.
Por otra parte trabaja la gamificación en el aula, una estrategia que no sólo implica jugar sino aplicar elementos de juego. “Han logrado crear juegos tanto en físico como virtuales sobre diferentes temas literarios. De este modo, utilizo plataformas digitales, redes sociales e Inteligencia artificial para lograr actividades interesantes para los estudiantes”, completó.
“Estamos frente a un sujeto de aprendizaje que ha cambiado en esta era y estoy convencida de que hay que actualizar nuestra enseñanza hacia el buen uso de la tecnología”, finalizó. Y la nominación, definió, fue “una caricia al corazón”.
El “fuerte” de María Sara
María Sara tiene 36 años, es mamá, profesora de Lengua y Literatura, profesora de Italiano y escritora. Nunca se queda quieta: está cursando una maestría en Lenguaje y Cognición con especialidad en Bilingüismo en la UNCuyo.
“Mi perspectiva emocional en educación me ha permitido generar aprendizajes significativos. Busco generar proyectos con un objetivo social. Hemos hecho con los alumnos intervenciones artísticas, ecológicas, sociales y culturales”, amplió, para agregar que siempre eligió escuelas públicas.
Hace dos años hizo un intercambio con una escuela de Chile donde aprendió una pedagogía llamada “Reggio Emilia” y que revolucionó el ámbito educativo. “Sueño con un proyecto educativo alternativo para adolescentes en Mendoza”, indicó.
La nominación fue inesperada y emocionante. “Es importante que mi hijo vea que su madre es reconocida por su esfuerzo, es el valor más grande que recibí de mi familia. Pero el gran agradecimiento es para mis alumnos, sin ellos esto no sería posible, son mi motor y mi fuerza de cada día”, concluyó.
En la próxima etapa, un jurado integrado por especialistas en educación de la Asociación Conciencia, la Fundación Cimientos, Enseñá por Argentina, Proyecto Educar 2050, Argentinos por la Educación y Fundación Noble, elegirá a los 6 docentes finalistas cuyas historias se darán a conocer durante el mes de octubre, a través de microdocumentales emitidos por Clarín.com, TN y las redes sociales.
Finalmente, el Gran Jurado, integrado por personas reconocidas del ámbito académico, científico y de ONG’s de educación, elegirá entre los 6 finalistas al Docente Inspirador del Año, quien recibirá un premio de 10 millones de pesos. Además, se entregarán dos menciones especiales que recibirán 3 millones cada una.
Los 24 semifinalistas
Las postulantes mendocinas competirán con Sergio Leonardo Bordón, de Corrientes; Sergio Alejandro Bruno, de La Plata; Miriam Cañamás, de San Martín, provincia de Buenos Aires; Gisel Crespo, de Santa Rosa, La Pampa y Amelia Cubilla, de Chaco.
También se encuentran entre los semifinalistas María Virginia, de Santa Fe; Adriana Marcela Farkas, de Ramos Mejía; Federico Ferraro, de Córdoba y Jonathan Alexis Funes Bigo de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz.
Otros de los docentes son Jimena Antonia Gómez, de Corrientes; Miriam Mariel Lera, de Tucumán; Ricardo Martinez, de San Carlos de Bariloche, provincia de Río Negro; Paola Minigozi y Julio Pereyra, ambos de Misiones; Diego Renko, de Salto, provincia de Buenos Aires; Sandra Edith Rodríguez, de Entre Ríos; Sofía Alejandra Rodríguez, de Santiago del Estero; Marcelo Andrés Romero, de Chaco y Gastón Alejandro Tannuré, de San Miguel de Tucumán.
Finalmente, quedaron Carolina Vissani, de la provincia de Córdoba y Esther Gracia Voiro, de la provincia de Buenos Aires.
Mendocinos, siempre al frente del concurso
Varios docentes de distintos puntos de la provincia de Mendoza fueron reconocidos en las últimas ediciones de este importante concurso. Todos ellos por sus diferentes, innovadoras y particulares maneras de enseñar.
Mientras que el año pasado Paula Savio, docente de Guaymallén, obtuvo una de las menciones especiales, el año anterior fue Damián Ortiz, un profesor de matemáticas influencer y youtuber quien ganó el primer premio. En esa oportunidad, también se destacó Cristian Montenegro, quien da clases en escuelas especiales.
En tanto, en 2021 también la provincia de Mendoza se lució con dos exponentes: Graciela Morales, que da clases en Uspallata, y Carmen Laffont, en Maipú. Ambas de gran vocación, fueron postuladas por los innovadores proyectos que generaron en sus respectivos establecimientos y por su rol social.
Damián Ortiz fue uno de los profesores que más se alegró al conocer la noticia de que nuevamente Mendoza figura entre las provincias donde existen postulantes. “Me enteré y me puso muy feliz”, reconoció a Los Andes, para agregar cómo fue su experiencia en 2022.
“Para mí, ser elegido como el docente inspirador significó poder reflejar el enorme trabajo que realizan miles de docentes en toda Argentina y que, muchas veces, no se conoce, pero que dejan una enorme huella en cada uno de sus estudiantes”, reflexionó y puntualizó: “Por supuesto fue muy gratificante haber podido representar a Mendoza a nivel nacional mostrando que podemos transformar la educación de nuestro país”.
Carmen Laffont, ya jubilada aunque siempre en contacto con la docencia, también dejó su impresión respecto del premio que recibió tres años atrás. “Ese reconocimiento fue un gran mimo por el trabajo silencioso que uno realiza cada día, las horas del día que le dedicamos a proyectos especiales que nadie paga”, indicó. Y agregó: “Es solo ver el objetivo cumplido y la felicidad de nuestros alumnos. Y que eso fuese reconocido fue emocionante y una renovación de las energías para seguir”.
Por su parte, Graciela Morales, también recordó aquella noticia que le invadió el alma: “En el año 2021 quedé entre las seis finalistas. Fue una experiencia maravillosa ya que es un reconocimiento a la trayectoria docente. Además es algo muy significativo sentir que a través de tu trabajo inspirás la labor de otros docentes que, día a día, se dedican y comprometen con cada uno de sus estudiantes para fortalecer sus capacidades”, dijo.
Cristian Montenegro opinó: “El premio fue muy importante. Más allá del rol docente se hizo conocido el trabajo de los estudiantes de la Escuela Especial 2-015 Vitolo y pudimos mostrar nuestro trabajo del planetario, abrirlo a la comunidad y que se conozcan nuestros intereses, formas de trabajo y también la situación de algunas familias”.
“Esa oportunidad de ser nominado por colegas y estudiantes sigue siendo un regalo al trabajo que realizamos todos los profes y docentes en cada institución educativa en la que trabajamos. Siempre agradecido con la organización por el respeto, apoyo y cariño durante el tiempo que se vivió este premio”, sostuvo.
Paula Savio, agregó: “Representar a Mendoza y ganar una mención especial fue hermoso. Todas las instancias fueron muy emotivas. En las entrevistas para elegir a los finalistas, los jurados escuchaban con mucho respeto y admiración nuestros trabajos, con devoluciones que eran una caricia para nuestra profesión, que a veces es tan juzgada y criticada”.
“Resalto compartir con colegas de otras provincias, conocer sus trabajos y visibilizar el nuestro. La instancia de filmación en mi comunidad era una fiesta; todos estaban contentos y entusiasmados. Fue una experiencia única que le deseo a todo educador y que agradezco para valorar el trabajo docente”.
