Un habitual control de tránsito en la Ciudad de Buenos Aires podría convertirse en un escándalo internacional. Dos diplomáticos rusos se atrincheraron en sus autos para evitar realizarse el test de alcoholemia.
El primero de los involucrados, identificado como Sergei Baldín, estuvo más de dos horas custodiado en el operativo en el barrio porteño de Recoleta.
Después de varias comunicaciones entre las autoridades nacionales y de la Embajada, desde el Ministerio de Seguridad confirmaron que, en conjunto con la Cancillería, “enviaron al departamento de Seguridad Diplomática de la PFA para hacerse cargo y cumplir con la convención de Viena y las leyes que rigen las relaciones diplomáticas”.
El hombre fue escoltado por la Policía de la Ciudad hasta el edificio de representación diplomática, ubicado en la calle Rodríguez Peña al 1741.
Posteriormente, apareció otro sujeto en similares condiciones y se esperaba que la Policía de la Ciudad lo trasladara hasta la Embajada. Buscan concretar los controles de alcoholemia y la verificación de documentación.
Qué dice la ley
Según el artículo 41 de la Convención de Viena, todas las personas que gocen de privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del país receptor.
Sin embargo, según informó Todo Noticias, la Embajada de Rusia consideró “una grave violación de derecho internacional” el control de alcoholemia a sus diplomáticos.
“Consideramos lo ocurrido como una grave violación del derecho internacional, sobre todo sobre sus disposiciones sobre inmunidades diplomáticas”, dijo un funcionario que se identificó como el primer secretario de la embajada rusa en Buenos Aires, de nombre Alexander.