La muerte de Carlos Amieva conmociona a Mendoza. El entrenador de vóley falleció este jueves luego de estar internado cinco días en el Hospital el Carmen producto de una salvaje golpiza a manos de dos sujetos. Ambos ya están identificados y a disposición de la Justicia.
El dolor por la trágica noticia también inundó las redes sociales. Allí los usuarios se expresaron para despedir a Carlos y enviarle fuerzas a la familia de la víctima.
Durante toda la semana se difundieron numerosas cadenas de oración para pedir por su salud. Además, un grupo de familiares, amigos y conocidos se congregó a una cancha de beach vóley para pedir por su recuperación.
Según el informe médico Carlos se encontraba en “coma inducido”. Su hijo Bautista, jugador de la Selección Argentina de beach vóley, había arribado a Mendoza recientemente llegado de Uruguay. El joven se encontraba disputando la tercera fecha del Circuito Sudamericano en ese país, pero tras conocer lo que le ocurrió a su papá decidió retornar al país.
“No puedo creer lo qué pasó con Carlos Amieva, que nos pasa como sociedad”, escribió una usuaria de Twitter. Este mensaje refleja la gran indignación que generó entre los internautas el hecho.
Además, muchos expresaron su incredulidad por la insólita violencia con la cual actuaron los individuos, quienes luego de la salvaje golpiza escaparon.
Cronología del caso
El incidente ocurrió el sábado pasado cuando Amieva circulaba en un Peugeot 206 por calle Irigoyen, del barrio Güemes, en Tunuyán. Detrás venía una Toyota Hilux que comenzó a hacerle luces porque no podía sobrepasarlo, algo que con el correr de los segundos comenzó a irritar a sus dos ocupantes. Poco tiempo después, la camioneta finalmente logró avanzar por la banquina y dejarlo atrás.
Sin embargo, los ocupante irritados al no poder sobrepasarlo cuando ellos querían, frenaron frente al auto del entrenador, lo chocaron y se bajaron con la intención de agredirlo. De acuerdo con lo que trascendió, uno de los golpes hizo que Amieva cayera y golpeara su cabeza contra el asfalto. Ese impacto contra la calle le produjo una fractura en el cráneo, la cual finalmente le produciría la muerte.
Por el crimen hay dos detenidos: Matías Sicre de 24 años y su tío, Diego Sicre, de 30.